Enfermería: pilar del sistema de salud
Por Arnaldo Medina* y Eduardo Arellano**
El pasado 21 de noviembre se congregaron en plaza de mayo miles de enfermeros; también días antes, el 9 de ese mes hubo otra manifestación numerosa pero menos multitudinaria en el congreso de la nación. Ya no es novedad una manifestación popular motivada en reivindicaciones que tienen que ver con la salud, pues este año por primera vez en nuestra historia se realizó una marcha en defensa de la salud pública. También hubo un abrazo simbólico multitudinario, como no se recuerda el 28 de Junio del presente, en el Hospital el Cruce de Florencio Varela. Lo novedoso de la manifestación Pública del colectivo de enfermería y de las profesiones que lo acompañan es, que si bien se produce por un hecho ocurrido en Ciudad de Buenos Aires, movilizo a manifestantes de todo el país. Protestaban formalmente por la exclusión de los licenciados en enfermería en la carrera de profesionales de la salud en una Ley recientemente sancionada en CABA, pero el sentido debe buscarse mucho más allá. Es así que este hecho disparador logra adquirir una dimensión y sentido simbólico que da cuenta de problemas en la organización y el ejercicio de esta profesión, es por eso que los enfermeros reclaman que se reconozca y se jerarquice una profesión tan importante para el sistema de salud.
Un dato no menor es que, si bien la convocatoria de estas manifestaciones fue organizada por distintas organizaciones políticas, sociales, educativas y sindicales, nadie puede adjudicarse la conducción de ese espacio. Tal es así que la principal característica de este movimiento es la espontaneidad de la movilización.
La situación de enfermería en la Argentina sostiene rasgos críticos tanto en lo cuantitativo como en el nivel de formación, aunque en los últimos años hay una tendencia hacia el aumento de la calificación de las y los enfermeros. En ese camino se destaca la sanción de la ley Nacional del Ejercicio Profesional 24.004 /91, que es la primera norma que reconoce a la profesión como actividad autónoma, establece las incumbencias profesionales y prohíbe la práctica empírica. Como lo establece la ley 24.004 del Ejercicio de la Enfermería, la fuerza de trabajo de enfermería está constituido por dos categorías: Profesional y Auxiliar de Enfermería.
En nuestro país, la formación de profesionales se realiza en el ámbito superior, bajo dos modalidades: Técnico en Enfermería, y Licenciado en enfermería. Según datos de la Red Federal de Registros de Profesionales en Salud, la fuerza de trabajo de la enfermería en todo el país es de 192.829 matriculados. De estos trabajadores el 43% aún tiene diploma de auxiliar en enfermería, el 45% son técnicos y 13% son licenciatura en enfermería (informe 2016-2017).
La escasez de enfermeros es una problemática mundial. Sin embargo, al mirar lo que sucede en el continente, un informe reciente de la Organización Panamericana de la Salud revela que la Argentina tiene una de las tasas más bajas de enfermeros por habitante de la región, con 4,24 enfermeros cada 10.000 habitantes. Para poner en contexto basta mirar lo que sucede alrededor: Chile tiene 22 cada 10.000; Paraguay 15; Uruguay, 19, Brasil 7 y Bolivia 5.”Entre los países que mejor están, figuran Estados Unidos, con 111 enfermeros cada 10.000 habitantes y Canadá, con 106. Por debajo de Argentina solo hay tres países: Honduras y República Dominicana con 4 enfermeros cada 10.000 habitantes y Haití, con 3,5.
Lo llamativo del reclamo es que se está movilizando todo el colectivo de enfermería por una norma de una jurisdicción que desconoce para una carrera sanitaria al grupo de licenciados que solamente representa al 13%. La Ley sí incorpora en la carrera a antropólogos, Lic.en Sociología, en Biología, en Ciencias de la Educación, en Sistemas de Información para la Salud, en Estadísticas para la Salud y en Ciencias de la Comunicación o Comunicación Social. El no estar incluidas/os en la carrera profesional, opera en detrimento de la imagen social de la enfermería. Por lo que no es difícil imaginar la decepción de las enfermeros y enfermeros al sentirse excluidos de esa norma, y que otras profesiones sin tanta tradición sanitaria no lo están. Más aún si se tiene en cuenta que, según trascendidos, el veto al ingreso a carrera de esta profesión se produce por la presión de organizaciones gremiales de la Ciudad. Sin embargo en la Provincia de Buenos Aires la enfermería está incluida en la Carrera Profesional Hospitalaria desde hace más de 10 años, cuando estaba el entonces gobernador Felipe Solá.
Entendemos que los Licenciados/as en Enfermería cumplen sobradamente con los requisitos para integrar la carrera profesional. La demanda en los servicios de enfermeras/os altamente calificados es innegable y la prioridad está dictada por las necesidades cada vez más complejas en los servicios de salud y en la sociedad en general.
Más allá de la inclusión en las carreras profesionales de todas las jurisdicciones del País, deberá pensarse un plan para jerarquizar la profesión de enfermería. Se deberá pensar en las condiciones de trabajo, en la necesidad de aumento de la dotación de enfermeros, de una mayor profesionalización y del ejercicio de nuevos roles profesionales, como está ocurriendo en otros países del mundo sobre todo los desarrollados. Esto es de vital importancia para el futuro del sistema de Salud, y para la salud de todos los argentinos.
* Ex Director Hospital El Cruce, Vicerrector Universidad Nacional Arturo Jauretche, dirigente del Foro Popular de Salud
** Licenciado en Enfermería, Docente Universidad Nacional Arturo Jauretche, dirigente del Foro Popular de Salud