La revolución de las Doñas, por Alejandro Crivisqui
Por Alejandro Crivisqui
En el “interior” argentino les decimos con respeto a las vecinas “Doñas”, estas Doñas son el alma de los barrios. Doña Nilda hace la "oya" para cientos que no tienen que comer, Doña Rosa dirige la catequesis de los chicos en la Parroquia, Doña Paloma junto a otras Doñas organizan la feria de artesanos, quinteros, etc. en la placita donde la Doña Patricia organiza los findes a las “gorditas” para bailar Zumba.
Los Barrios son de las Doñas, ellas saben todo y de todos. ¿Quién sabe más de las necesidades y problemas de los Barrios que las Doñas?
Entonces: ¿Por qué no gobiernan ellas?
Así con este pensar surge la “Revolución de las Doñas”, como un cambio de paradigma democratizador desde las bases populares. Las Doñas deben ser parte integral de los gobiernos locales, pero no de Centros o Juntas vecinales, eso es viejo.
Ahora las Doñas deben ser parte de los Parlamentos Vecinales, nuevas instituciones de participación democrática, donde los vecinos cada dos años elijen a sus parlamentarios que seguramente serán mayoritariamente las Doñas, por sus representatividades entre sus vecinos.
Estos vecinos organizados y electos por sus vecindarios, tendrán en los Parlamentos que decidir qué hacer y en que invertir lo que les toca del presupuesto del Municipio, ya que la Revolución de las Doñas dio vuelta la tortilla, ahora el Intendente deberá gobernar obedeciendo a las Doñas y sus vecinos, ya que allí en los barrios, y no en entre cuatro paredes, se decidirá las prioridades de la gestión.
Así la Revolución de las Doñas, viene a terminar con la corrupción y negociados, ya que todos los fondos están bajo control popular, así como las obras y servicios con sus verdaderos costos, se acabó el curro de las obras publicas sobre facturadas con empresas fantasmales o amigas, la transparencia es una bandera de esta revolución de las Doñas.
Los partidos políticos eligen a sus representantes a los concejos deliberantes y los vecinos a sus parlamentarios vecinales. Dos poderes representativos de lo local y el Intendente gobernando obedeciendo a los vecinos, quienes son los dueños de los recursos públicos a invertir en sus propios barrios.
La Revolución de las Doñas lleva también como bandera la revocatoria de mandatos, si el Intendente o algún concejal no cumple lo prometido, no trabaja, solo calienta su banca, si no concurren a los parlamentos, si no funcionan, se les revoca el mandato y que pase el que sigue. ¡Listo! Las Doñas no tienen por qué bancar con los dineros públicos a ineficientes o mentirosos que prometen lo que no van a cumplir.
Así, de esta forma, esta Revolución de las Doñas viene a darle una Organización a la Comunidad desde la propia Comunidad, donde ahora existe una nueva Democracia, donde se hace lo que el pueblo quiere y se defiende un solo interés, el del Pueblo.
Ya está sucediendo en varias localidades del Interior argentino, las Doñas se están organizando para llevar adelante su Revolución. "Argentina Nuestra Casa" es una corriente que nace en el interior y es la que promueve esta movida que puede llegar a cambiar la democracia en Argentina desde las bases mismas.
La democratización del poder y la economía, la cooperativizacion del gobierno son parte del pensar de estas Doñas que quieren una "Democracia del Buen Vivir" y donde puedan tomar parte y no solo ser parte cada dos o 4 años cuando hay que votar los que otros eligieron. Las Doñas quieren elegir, decidir y gobernar.
Los pueblos se liberan solo si saben que no son libres, los grandes medios hacen creer a los pueblos que ahora son “libres” y que viven en “Democracia”, cuando tan solo son espectadores o partícipes de discusiones pre moldeadas por esos medios en las redes no más de allí.
Pero hay Doñas que están despertándose, tomando conciencia y buscan soluciones de raíz a sus problemas comunes, por eso está naciendo esta Revolución de las Doñas.
Tendrán a casi todo el arco político tradicional y empresarial en contra, no será fácil, ellas lo saben, pero también saben que el barrio como sus localidades les pertenece a ellas.
¡Hasta la victoria siempre Doñas!