La violencia del Gobierno macrista
Por Agustín Buzio
En Argentina ha asumido hace casi dos años y medio un gobierno que lo primero que hizo fue un despido masivo de trabajadores en el Estado. Tanto Estado nacional, como provinciales y también municipales.
Junto con esto, ya en los primeros meses del año 2016 impuso un tarifazo que podríamos llamar a esta altura más que salvaje, un tarifazo sanguinario, porque incluye no sólo el transporte público que triplicó su boleto, también en el agua, el gas y la electricidad hasta 1600% en muchos casos. Repercutiendo todo esto en las góndolas donde ha subido inconmensurablemente el precio de todos los alimentos, desde el pan y los fideos hasta la carne y la leche incluyendo todos los alimentos que solemos consumir casi a diario. A esto se le suma que los que quedan con trabajo tienen paritarias salariales claramente a la baja, perdiendo poder adquisitivo. Esto significa que por más que aumenten los sueldos, todo lo demás aumenta mucho más que el sueldo, que cada vez nos alcanza para comprar menos, menos cantidad y menos también en calidad.
Todos estos ejemplos constituyen un gobierno violento. Violento es el tarifazo, violencia es cómo están despidiendo gente desde el día que asumieron. Inclusive han matado trabajadores. Esto es literal, trabajadores que se han muerto de infartos al momento de ser despedido. Han muerto de un infarto al ir al cajero a cobrar el sueldo y no tenían absolutamente nada ya que les descontaban arbitrariamente y sin aviso.
Hace casi dos años y medio que los trabajadores y trabajadoras argentinxs y el pueblo en general, como les gusta a muchos decir hoy, la gente, está padeciendo toda esta violencia pacíficamente. Hace más de medio mandato presidencial que el gobierno y sus distintos funcionarios están ejerciendo violencia verbal y violencia psicológica y la venimos padeciendo pacíficamente.
Hace más de dos años, como a lo largo de la historia venimos demostrando ser un pueblo pacífico. Pero tampoco hay que confundir pacífico con pacifista. La mentira también es violencia, como por ejemplo no haber cumplido ni una sola promesa de campaña que favorezca a la mayoría de la gente. Le han sacado las retenciones a las mineras y al campo, imponiendo un tarifazo sanguinario al pueblo en su conjunto, también a los comercios y a las pequeñas y medianas empresas, lo cual ha generado y sigue generando despidos permanentemente.
El tarifazo continúa este mes en la Capital con el subte y continuará con otros servicios públicos como el transporte el mes que viene, pero esto lo ocultan diciendo que ahora las tarifas aumentarán según la inflación, con la cual también mienten.
Todo esto constituye un marco de violencia institucional hacia el pueblo, que los “dirigentes” aplazan hasta octubre del 2019. Ningún dirigente político está hoy a la altura de las circunstancias. Ningún dirigente político se hace presente en la calle, en las fábricas, en los distintos organismos, ningún dirigente político está poniendo el cuerpo donde hay despidos masivos, por ejemplo. Y dirigentes entre comillas porque no están dirigiendo, no están conduciendo, no están a la altura de la historia. Juegan a las elecciones que falta un año y medio. Los despidos son hoy, 2018. Los tarifazos, son hoy, 2018. Y viene desde que asumió este gobierno en diciembre de 2015.
Muchos y muchas todavía siguen diciendo que hay que darles tiempo, pero cuanto más tiempo les damos más daño nos hacen. Todos las que se dicen dirigentes, sociales, gremiales, políticos patean la pelota para las elecciones del 2019 y al pueblo le falta trabajo y no le alcanza la plata hoy, 2018. Todo esto pretende ser un llamado de atención para que se hagan cargo de la situación hoy, como corresponde, y dejen sus internas, que son todas internas miserables y mezquinas que le hacen el juego a favor del actual gobierno, hambreador y violento, o pongan sus cargos a disposición.