Milei y la actual extrema derecha española
Por Carolina Regalía (Argentina) y Mario López Salas (España) | Foto Enrique García Medina
En la era donde provocar genera más views y los discursos políticamente incorrectos atraen cada vez más y más jóvenes, la figura de Javier Milei pareciera hecha a medida. La irrupción en política de personajes que escupen frases polémicas y van contra casi todo no es algo nuevo en Argentina. A todes se nos viene un expresidente a la cabeza, y con eso basta. Pero que el partido “La Libertad Avanza” aparezca con el 13,66% no nos hace ninguna gracia. Ya se han hecho varios análisis al respecto, pero éste viene a trazar un paralelismo con sus correligionarios españoles, a fin de dar cuenta que el proyecto que se impone como tercera fuerza electoral de la Ciudad de Buenos Aires tiene su raigambre en el Viejo Continente.
En unas elecciones relativamente pequeñas como son las PASO legislativas, llaman la atención los apoyos internacionales recibidos. Desde España, el secretario general de VOX, Javier Ortega Smith, manifestó su respaldo a la precandidata a diputada por la provincia de Buenos Aires, Victoria Villarruel, quien hace dupla con el autor de los "tiemblen, zurdos" y “vengo a despertar leones, no para guiar corderos”.
Ahora bien, ¿qué es VOX y cómo surgió como fuerza política en España? Tras la muerte de Franco en 1975, tuvo lugar un proceso de “transición política” hacia la democracia. Frente a la euforia de los primeros años, el hartazgo y la crispación política fueron en aumento, derivando en un rechazo a los partidos políticos tradicionales que cristalizó entre 2013 y 2016 provocando cambios profundos en las dinámicas políticas. En este clima, VOX tuvo caldo de cultivo. Como partido de extrema derecha había sido hasta entonces minoritario hasta que en 2019 consiguió consolidarse como tercera fuerza en el Parlamento de España, manteniéndose así en las encuestas hasta la actualidad. Su rápido ascenso dejó sorprendidos a muchos, spoiler alert ¿coincidencia con Argentina? VOX fue ganando cada vez más presencia a nivel nacional, llegando incluso a marcar la agenda mediática en momentos claves previos a campañas electorales importantes.
Con el 15,09% de los votos, un apoyo tan grande a un partido de extrema derecha en España no tenía lugar desde el final de la dictadura, casi 50 años atrás. VOX se ha definido como la única alternativa frente a la “Dictadura progre” y la “Derechita cobarde”. Su ideología está basada en una combinación de nacionalismo español (patriotismo), xenofobia, una visión autoritaria de la sociedad, valores tradicionales y antifeminismo (antiaborto, familia tradicional, antiLGTBI). Algunos elementos clave que motivaron el voto hacia la extrema derecha fueron el hartazgo político, grandes escándalos de corrupción política y recortes. Consiguió captar principalmente el voto de varones de edad media y jóvenes que rechazaban o se mostraban muy críticos con la situación política del momento y sentían un fuerte apego por la nación española. El voto joven lo consiguió concentrar, en gran parte, gracias a su gran manejo de las Redes Sociales, siendo en España, el partido que mejor ha sabido utilizarlas en los últimos años.
La comparación iberoamericana entre ambas fuerzas es inevitable. El apoyo demostrado a la precandidata no hace más que confirmar las hipótesis. Pero las proyecciones a futuro son distintas. La sociedad argentina cuenta con una resistencia diferente a la española y una memoria más reciente a donde no queremos volver. Esta memoria se la debemos a los organismos de derechos humanos, como las Madres y Abuelas que desde hace más de 40 años mantienen los estándares de la Memoria, Verdad y Justicia a flor de piel en la cultura argentina. Mientras que en España los familiares de los desaparecidos de la guerra civil aún reclaman a sus hermanos, padres y parejas en las cunetas. Tampoco es menor el avance en los derechos para la comunidad LGTBI que tiene lugar desde el primer kirchnerismo y continúa hasta hoy en día con las leyes del DNI no binario y el cupo laboral trans. Todas esas políticas a favor de los derechos humanos refuerzan y hacen eco de un modelo progresista que España desconoce (o conoce a cuenta gotas) y propicia el nacimiento de figuras de extrema derecha.