Opinión: El andar de la Derecha: apuntes para pensar a Macri
La victoria electoral de Octubre, dejo sin margen de maniobra al conjunto opositor partidario, nuevas disputas internas dentro de los derrotados, algunos entre re-pensar su relación con la agenda mediática, otros preparando espacios de recuperación identitaria perdida, y algunos llamados a cuarteles de invierno. Dentro de este contexto, la derecha neoliberal encarnada en la figura del actual jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, plantea convertirse en el arco aglutinador de una alianza nacional contra el kirchnerismo en el 2015, sentándose a conversar con los sectores conservadores del radicalismo, partidos provinciales, algunos intendentes del interior con cierta aceptación de las clases medias urbanas de sus localidades, de esta manera, intentaría desbloquear el principal impedimento del PRO, para pensarse como la oposición, es decir, a través del margen de alianzas a ser creadas, el mismo puede romper el eje de presencia partidaria encarnada en la Capital nacional y algunos centros urbanos en la Provincia de Buenos Aires.
Macri, desde principios de año, se construye a si mismo como la alternativa al modelo nacional, con una fuerte cobertura mediática de los principales medios de comunicación, articulando un relato de victimización política, para ocultar los intereses reales de su propuesta, reconfigurar la relación Estado-Mercado, a favor de este ultimo, su actividad de gobierno muestra claramente el devenir de su propuesta de modelo estatal, en cierta manera, no hacerse cargo del traspaso de los Subterráneos, implica una concepción de un estado no regulador, ni interventor en servicios públicos, aunque parezca un juego de un niño malcriado.
El entramado ideológico neoliberal, encuentra en la figura de Macri, un personaje que puede articular ciertas aspiraciones de sectores medios y altos urbanos, un discurso enmarcado en los viejos espacios políticos mediáticos de los 90, política circulando en torno lo estético visual del centro, mientras se in visibiliza la pobreza, llevándola a la periferia, entre el bache y los pobres, eligen claramente por los baches, piensan que la no necesidad de la utilización de ciertos espacios públicos, hospitales, colegios, es llevado a una universalización de sus privilegios sobre el resto de la sociedad, de ahí que para estos sectores los servicios privados sean incorporados como espacio inflacionario, cuando la educación privada, por ejemplo, no es una necesidad básica.
Así mismo, articula un discurso disciplinador de la sociedad, entre la brecha existente entre los datos sobre los índices de criminalidad real y la sensación de inseguridad construida por los medios, mostrando en sus noticieros un continum de asesinatos, violaciones, y programas especiales, donde las zonas periféricas de las ciudades, son espacios de “hordas bárbaras” dispuestas a la noche a invadir la tranquilidad de los centros urbanos, proceso de estigmación de los sectores juveniles y mas humildes de la sociedad. Acompañado a un discurso des-politización de la juventud, se pretende una militancia juvenil vinculada a una estética kisch, de globos amarillos y música electrónica, desinteresada por la acción política como posibilidad de cambio, sino como elemento central de mantenimiento de un status generacional, rompiendo incluso el viejo dicho conservador “de joven comunista de viejo liberal”… Los giros de la política, convierten a Macri en figura presidenciable, configurador de un entramado político de derechas conservadoras, neoliberales, sectores reaccionarios del peronismo duhaldista, Iglesia, conservadores del interior… en el medio los pobres de CABA padecen las practicas sobre las que montaran el contra-modelo a nivel nacional.