¿Quién es Sergio Fenoy, el nuevo arzobispo de Santa Fe?
Por Daniel Dussex
Considerado como hombre de confianza del Papa Francisco, el sucesor de José María Arancedo tiene un perfil conservador e irreductible en temas que la sociedad debate en estos tiempos, como el proyecto que propicia la legalización del aborto.
El sábado por la mañana, con una ceremonia religiosa en la Catedral, asumió Sergio Fenoy como nuevo arzobispo de la Iglesia Católica en Santa Fe. La designación del reemplazante de José María Arancedo fue decisión del Papa Francisco.
Fenoy nació en Rosario hace 59 años y transitó el período de la dictadura cívico-militar estudiando Filosofía y Teología en el Seminario Arquidiocesano San Carlos Borromeo de Capitán Bermúdez, una de las ciudades del cordón industrial rosarino que sufriera una feroz persecución a los delegados obreros durante aquellos tiempos.
El actual arzobispo de Santa Fe, fue ordenado sacerdote ocho días antes del regreso a la democracia en el país, pero no se quedó para vivir "la primavera democrática", partió a Italia para ingresar a la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo la licenciatura en Derecho Canónico con especialización en Jurisprudencia. Regresando a la Argentina en 1999, en los albores del pacto de Olivos y el inicio del menemato.
Ya en el nuevo siglo y después del estallido social de 2001, su firma como secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina fue estampada en una desmentida oficial sobre las declaraciones del dictador Reynaldo Bignone, quien había asegurado en una entrevista periodística que los militares contaron con la aprobación de la Iglesia cuando aplicaron torturas a las personas secuestradas y desaparecidas.
Un obispo a la derecha
Sergio Fenoy forma parte del ala conservadora de la Iglesia Católica, expresándose en la actualidad en contra de la legalización del aborto y apoyando a las manifestaciones "provida" que no admiten el derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos.
En su momento, Fenoy, también fue muy crítico del matrimonio igualitario haciendo pública una carta en la que instaba a la feligresía a oponerse al mismo ya que "se alteraría gravemente el ordenamiento publico de la sociedad argentina". Al respecto, la misiva arengaba "como cristianos y ciudadanos debemos manifestar nuestra clara, firme y decidida oposición a la pretensión de poner en un mismo plano jurídico la unión entre personas del mismo sexo y el matrimonio entre el varón y la mujer, y la familia que en él se funda".
Sin embargo, esta posición tan tajante respecto de la legalización del aborto o el matrimonio igualitario, no tiene la misma firmeza en otros temas tales como el de los curas abusadores. Aquí sus declaraciones son más flexibles: “Reconocer nuestros errores y pecados nos viene bien como Iglesia, pero también hay que mirar hacia adelante".
Pocos días después de asumir como nuevo arzobispo, Sergio Fenoy leerá en los diarios de la provincia que un religioso del Cotolengo Don Orione, de la localidad santafesina de General Lagos, es acusado en audiencia imputativa por abuso sexual a tres internos menores de esa institución.
Otro "error" más de estos representantes de Dios, aquí en la tierra.