Rumbo al 2019: a pesar del marketing, Vidal también pierde imagen positiva
Fotografía por Germán Romeo Pena
Por Martín Massad
María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, mantiene alta su imagen positiva luego de dos años de mandato pero en los últimos meses la aceptación ha decrecido. Ya no tiene el 63,9% de consideración aprobatoria con la que inició su magistratura al frente de la provincia más poblada del país y eso date enciende las alarmas en el oficialismo. El apoyó cayó 9 puntos. De cualquier modo, está por encima de su mentor político, Mauricio Macri, en casi 14 puntos. Por primera vez en mucho tiempo, 2019 empieza a ser una incógnita electoral para el oficialismo.
El 2018 será un año definitorio para las aspiraciones de Cambiemos de renovar su mandato, tanto nivel nacional como en las distintas provincias y municipios. Pero como de costumbre la gran batalla se dará en el distrito bonaerense, de aquí que el desempeño de Vidal será determinante para las aspiraciones de un nuevo período de la alianza al frente del Ejecutivo nacional. En el año que está empezando las encuestas no infieren el mejor de los mundos para la gobernadora.
Los ingresos que reciba la provincia por parte de Nación serán un punto fundamental para mantener en alto las expectativas de los bonaerenses. Estas se podrían trasladar al resto del país, si ven el crecimiento de Buenos Aires. Las condiciones están dadas para que esto suceda. Además las reformas en la caja de jubilaciones de los empleados del Banco Provincia será otra fuente de ingresos considerable para agrandar las arcas de la gobernación en un año que promete ser decisivo. Nada detendrá los propósitos de llevar agua para el molino de Vidal. De allí que cualquier fondo que el ejecutivo nacional pueda recortar a los sectores más vulnerables irá a la gobernación.
Pero no solo con dinero se gana prestigio y elecciones. En los tiempos que vivimos una buena imagen, a veces, vale más que muchas cifras y aquí está la cuestión. A pesar de la apuesta de Duran Barba para seguir enalteciendo a su mejor producto y del blindaje de los grandes medios de comunicación la imagen de la gobernadora va perdiendo sustento. Ya no muchos creen en la estética supuesta que acompaño a Vidal desde su asunción.
A pesar de haber quedado inmune en varios conflictos, siendo la puja con los docentes el caso más paradigmático, la situación económica de muchos bonaerenses dista de ser la mejor. Entonces la buena imagen se cae antes los bolsillos depredados por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.
Hace unos días Macri, en ocasión de su visita junto a Vidal a la obra del camino del Buen Ayre hizo un chiste desubicado. Les dijo a los obreros en tono cómplice: "Pensar que esta obra fue planificada hace tantos años que, creo que yo, nuestra gobernadora, que es una piba y soltera, les aviso muchachos, es soltera.... no había nacido". La antipática salida del presidente es otra de las aristas que van en busca de una imagen, en este caso la de la mujer como deseo de los hombres. Sin embargo, en momentos que la sociedad se replantea el lugar de la mujer víctima de acosos, en nada contribuyeron las palabras del presidente.
El 2018 se asoma como un año de desafíos que irá delineando las candidaturas la el año próximo. Hasta ahora no hay nada dicho pero si muchas expectativas. Vidal, la mayor apuesta del oficialismo va perdiendo su buena imagen.