Diez años del liderazgo espiritual del Papa latinoamericano

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LA DÉCADA DE FRANCISCO

Diez años del liderazgo espiritual del Papa latinoamericano

06 Marzo 2023

El 13 de marzo de 2013, el cónclave de cardenales que se celebró en el Vaticano tras la renuncia histórica de Benedicto XVI eligió como papa a Jorge Mario Bergoglio, dando comienzo al liderazgo espiritual del Papa Francisco. La semana próxima se celebran los primeros diez años de su papado que cambió la relación de los movimientos sociales con la Iglesia y produjo un proceso de transformación hacia el interior de la institución.

Durante la ultima década, Francisco se convirtió en un referente mundial en la defensa de los hombres y las mujeres excluidos por el sistema económico y en un pilar de los movimientos populares de todo el mundo. El obispo de Roma impulsó reformas en la Iglesia y aperturas que le costaron el enfrentamiento con los sectores más reaccionarios de la institución.

Es que Francisco profundizó la mirada en el análisis de lo social y la relación de la iglesia con el mundo moderno, en la misma sintonía que lo había hecho el Concilio Vaticano II. El líder espiritual hizo foco en la defensa de medio ambiente en el marco de la crisis social generada por una economía global que expulsa y castiga a los sectores más vulnerables. El Santo Padre se volvió también una bandera de lucha de los inmigrantes excluidos por zonas de guerras y por economía expulsivas.

El sociólogo de la UNLP Francisco Correa explicó en un artículo en este portal que “el papel estratégico del Papa Francisco a nivel mundial tiene una trascendencia que ya nadie la discute, ni sus seguidores ni sus detractores. Desde hace varios años viene denunciando a través de sus prácticas, escritos, discursos un capitalismo salvaje que ha corrido del centro de la escena el lugar del Ser Humano y lo ha remplazado por su nuevo dios ´El dinero´. Dios que encarna las prácticas de la especulación como modo-valor de vida, que necesita del descarte de personas como forma de resolver los conflictos, y que pregona un individualismo materialista ahistórico, des-situado, negando cualquier sentido de trascendencia de nuestra humanidad. Esto puede encontrarse en las exhortaciones apostólicas (Evangelii Gaudium,Querida amazona), las Encíclicas Papales (Laudato si, Fratelli Tutti) y centenares de cartas y discursos pronunciado en todos los viajes donde estuvo presente Francisco. No quedan dudas sobre su enfrentamiento con un modo de concebir el mundo que descarta, expulsa, discrimina a los hombres y mujeres del planeta, como así también al planeta”.

En este marco, Francisco profundizó los lazos con los sectores populares de la Iglesia históricamente relegados y trajo discusiones de apertura y reformas impulsando un camino sinodal. Tal como lo explicó el teólogo Leonardo Boff, entre los debates del sínodo de la amazonia se incluyó la posibilidad de consagrar para el ministerio laico, a casados e indígenas que van a convivir en esas comunidades lejanas. Y, también, sobre un ministerio oficial de las mujeres.

El pensamiento del primer Papa Latinoamericano se expresó siempre en consonancia con una teología popular. Para Francisco la teología popular establece al pueblo como sujeto de la historia, diferenciándose de la teología marxista de la liberación que reserva ese lugar central únicamente para el proletariado. 

En un diálogo con AGENCIA PACO URONDO en mayo del 2022, El Padre José María Di Paola, desarrollaba sobre la teología del Pueblo un análisis en relación a la historia nacional: “No podemos desligar la historia de nuestro pueblo argentino, en relación con el movimiento nacional. Si bien hubo un yrigoyenismo, después se profundizo con la presencia del peronismo. Eso hace que el punto de partida de nuestra visión teológica sea diferente a los demás lugares de América Latina. Es diferente porque tuvimos esa vivencia que los demás países no tuvieron la oportunidad. Por eso, la Teología del Pueblo está más presente que nunca. Porque lo hemos comprobado en nuestra formación y en nuestra pastoral, en el día a día y en el contacto con la gente; en la construcción de la sociedad porque estamos en contacto con el pueblo. También en lo que se significa la mirada religiosa, esto que hablaba al principio que es la religiosidad del pueblo. Sin duda, esta teología del pueblo coincide también con una mirada argentina y latinoamericana y que no prevalezca en nuestra mirada las miradas liberales o conservadoras, o del otro lado comunistas o progresistas, esto está lejos del pueblo”.

En este mismo sentido, el Padre Pepe señalaba que la Teología del Pueblo “sin duda tiene una presencia tan grande e iluminadora para este presente que si lo fue en su momento lo es más hoy. Nos afirma, nos mantiene en una mirada es pensar que toda la construcción que tenemos que hacer viene desde abajo, de la mirada de compartir con el pueblo. Nosotros que vivimos en las villas, en los barrios, compartimos el día a día con los vecinos y vamos aprendiendo del vecino.”

Asimismo, en una entrevista con el portal Télam en 2022, el Santo Padre desarrolló su mirada sobre la historia de Iberoamérica y defendió el proyecto continental de Patria Grande como horizonte histórico. "Latinoamérica todavía está en ese camino lento, de lucha, del sueño de San Martín y Bolívar por la unidad de la región. Siempre fue víctima, y será víctima hasta que no se termine de liberar, de imperialismos explotadores. Eso lo tienen todos los países. No quiero mencionarlos porque son tan obvios que todo el mundo los ve”. A su vez, destacó: “El sueño de San Martín y Bolívar es una profecía, ese encuentro de todo el pueblo latinoamericano, más allá de la ideología, con la soberanía. Esto es lo que hay que trabajar para lograr la unidad latinoamericana. Donde cada pueblo se sienta a sí mismo con su identidad y, a la vez, necesitado de la identidad del otro. No es fácil."

Además, Francisco señaló que "la Iglesia latinoamericana tiene una historia de cercanía al pueblo muy grande. Si tomamos las conferencias episcopales - la primera en Medellín, después Puebla, Santo Domingo y Aparecida - siempre fue en diálogo con el pueblo de Dios. Y eso ayudó mucho. Es una Iglesia popular, en el sentido real de la palabra. Es una Iglesia del pueblo de Dios, que se desnaturalizó cuando el pueblo no podía expresarse y terminó siendo una Iglesia de capataces de estancia, con los agentes pastorales que mandaban. El pueblo se fue expresando cada vez más en lo religioso y terminó siendo protagonista de su historia”.

También destacábamos en este portal la relación epistolar de Francisco y los movimientos de derechos humanos en la Argentina. En mayo 2017, Francisco le escribió a la entonces presidenta de Madres de Playa de Mayo, Hebe de Bonafini, con calidez y cariño: “Te agradezco lo que me decís en la carta y quisiera reiterar lo que dije tantas veces y te lo expresé cuando estuviste en el Vaticano: frente al dolor de una madre que pierde a sus hijos de una manera tan cruel y violenta siento un profundo respeto y la necesidad de acompañarla con mi cercanía y oración. Sólo ella sabe lo que es ese sufrimiento”.

Un año después, el Santo Padre reiteraba su mensaje: "Querida Hebe, muchas gracias por tu carta que me llego por Juan (Grabois). Rezo por vos y por las Madres y pido al Señor te conserve la salud para que puedas seguir ayudando a tanta gente”. Además, Francisco reflexionaba sobre las mentiras que muchas veces se decían sobre la dirigente popular: “La calumnia solo ensucia la conciencia y la mano de quien la arroja. No te olvides de rezar por mí. Saludos a las Madres, que Jesús te bendiga y la Virgen te cuide". También la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, tuvo una posibilidad de tener un encuentro con el Papa Francisco en 2018 en el Vaticano cuando Mauricio Macri era presidente y la criminalización de la protesta social aumentaba . La referente en la defensa de los derechos humanos señaló que Francisco "está muy ocupado y muy preocupado también. Hablamos de temas de violaciones a los derechos humanos. Está preocupado por la Argentina".

El analista internacional Alejandro Larriera explica el perfil del sacerdote jesuita señalando que “expresa una Iglesia pobre y sencilla, como ésta debió ser siempre, pero también es la manifestación de una Iglesia misionera, mariana y popular, características que la Iglesia europea y en especial la ´corte vaticana´, como la ha llamado el propio Francisco, en general habían perdido hace largo rato. Expresa también el debate en la Iglesia latinoamericana entre seguir siendo ´el espejo´ donde se reflejaba la ´Iglesia fuente´ que era la europea o ser un Iglesia con un fuerte estilo y carisma propio, es decir después de más de mil años, una nueva ´iglesia fuente´".

Larriera a su vez puntualiza que “su originalidad es el resultado de una cultura de la periferia del mundo: América Latina. Es un hombre del sur, piensa desde el sur. Es hijo de una civilización construida en los últimos quinientos años, producto del mestizaje cultural que en el seno del pueblo fue gestando un modelo que tiene raíces en el encuentro entre oriente y occidente, que expresó un humanismo pensado como utopía en Europa y que fue realizado en América por los exiliados de Europa y los hombres y mujeres de estos propios territorios”.