Conmoción en Bolivia por crimen de viceministro
El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó este viernes que las movilizaciones de los cooperativistas mineros en su nación tenían un trasfondo político y no la búsqueda de reivindicaciones para el sector.
Tras el asesinato del viceministro Rodolfo Illanes en manos de mineros, dijo que los cooperativistas pueden tener muchos argumentos para protestar, pero que conoce que un gran número de ellos defendían la capitalización del sector minero, respaldaban las movilizaciones de la derecha en el país y además firmaban contratos con empresas privadas, a espaldas del Estado.
"La prensa sabe que siempre hemos estado abiertos al diálogo", indicó Evo Morales para rechazar las actitudes agresivas y hostiles del sector minero que la noche del jueves acabó con la vida de Illanes, un conocido defensor de los recursos naturales de Bolivia. Acompañado de su tren Ejecutivo, repudió y lamentó profundamente la pérdida de uno de sus asesores y mencionó que "son días de dolor para el pueblo". Sostuvo que siempre estuvo en contacto con Carlos Mamani, uno de los líderes de las movilizaciones de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) y que por ello no existían motivos para acciones violentas.
"El fallecimiento del hermano viceministro Illanes duele mucho, porque es una actitud tan cobarde. (Lo) secuestran, torturan y lo matan", dijo Morales y agregó que lo sucedido es "imperdonable" al realizar una declaración a los medios en el Palacio de Gobierno.
El conflicto minero en Bolivia se agravó con el asesinato del viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes, y la denuncia de los manifestantes de una tercera muerte entre sus filas en los enfrentamientos con la Policía.
"Los verdaderos cooperativistas mineros han sido engañados por algunos dirigentes (...) cuando hay intereses políticos, no es una revindicación social sino política", detalló Morales. A los familiares de los mineros fallecidos durante las protestas, les dijo que les acompañarán porque entienden que han sido usados, "pero debo decirles que nunca el Gobierno ordenó llevar armas letales. Sospechosamente, ha habido muertos que tienen que ser investigados profundamente por las autoridades competentes".
El presidente boliviano indicó que no existen evidencias de que haya fallecido, además de Illanes, un minero en enfrentamiento con agentes policiales y responsabilizó a los medios por generar convulsión en el país y en los sectores sociales. "El fallecimiento del hermano Viceministro Illanes, duele mucho, es una actitud cobarde... secuestro, tortura, y su muerte. Es imperdonable, no entiendo, no entiendo como puede haber hermanos cooperativistas que agredan de esa manera", agregó.
Morales instó a las autoridades del Ministerio Público a investigar sobre los autores tanto materiales como intelectuales, no solo del asesinato de Illanes, sino de los mineros. "Siento de verdad que esta conspiración permanente, usando a los discapacitados, opositores, haciendo movilizaciones, usando transporte pesado y ahora cooperativistas, solo busca llevar luto al pueblo boliviano", dijo.
Los mineros rechazan la norma porque estimula la formación de sindicatos en las cooperativas, lo que consideran perjudicial para el funcionamiento de ese tipo de organizaciones. Las cooperativas mineras funcionan con alrededor de 150.000 afiliados, de los que una minoría son patrones y dirigen a decenas de miles de obreros que trabajan en condiciones precarias.
Simultáneamente, la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) denunció la muerte hoy por heridas de bala, también en Panduro, de Ruben Aparaya Pillco, de la mina Viloco (oeste), aunque las autoridades no han logrado confirmar este deceso. No obstante, fuentes periodísticas señalaron que el cuerpo del minero era velado en la carretera entre La Paz y Oruro.
Además, la Fiscalía recibió el cadáver de Severino Ichota, de 45 años, otro minero fallecido por heridas de bala el miércoles en los choques cerca de la localidad de Kami, en Cochabamba (centro). En la zona de Sayari, también en Cochabamba, los cooperativistas velaron en una carretera el cadáver de la primera de las víctimas mortales de los enfrentamientos, Fermín Mamani, según constató Efe.
La escalada de violencia, que comenzó el martes en varias rutas, derivó en un número indeterminado de policías y mineros heridos y en al menos tres casos de periodistas lesionados por pedradas. Los mineros usaron cargas de dinamita, piedras y palos para hacer frente a los policías en Panduro, como hicieron el miércoles y el martes, cuando también se registraron heridos en ambos bandos.
El Gobierno denunció que los mineros mantienen como rehenes en Kami a los suboficiales Germán Aruquipa Acarapi, de 63 años, y David Mamani, de 37 años, que cumplían labores de seguridad ciudadana. Los mineros han exigido la liberación de sus detenidos a cambio de entregar a los agentes, como hicieron hace dos semanas en las primeras jornadas de violencia de este conflicto.