Elecciones en Ecuador: "Acá no hay fin de ciclo, hay una región en disputa"
Por Boris Katunaric y Agustín Pisani
APU: ¿Cómo es el panorama electoral en Ecuador?
Pedro Brieger: Todavía no sabemos si hay balotaje. El domingo fue una jornada muy tranquila, pero después eso cambió. Ahora la oposición no quiere conocer ningún resultado que no sea una segunda vuelta. La oposición va a desconocer cualquier otro resultado. Ahora hay más tensión. Se vivieron situaciones de violencia.
APU: ¿Es un buen resultado para Alianza País, el partido de Rafael Correa?
PB: Hay que decir que es un claro triunfo de Lenín Moreno, casi saca alrededor del 40%, a 10 del segundo, un empresario. Todavía se están contando los votos. Además Alianza País sacó la mayoría en la Asamblea Nacional. Si no tiene la mayoría quedará ahí. Es un resultado importante. Además la consulta popular para que los funcionarios no tengan empresas en paraísos fiscales ganó por el 55%. Era una propuesta del presidente Correa. Ahora, si se va a segunda vuelta hay que ver qué pasa. La oposición cree que pueden dar vuelta el resultado.
APU: ¿Qué rol cumplieron los medios en las elecciones?
PB: Los medios apoyaron a los empresarios y a la oposición a Correa. En Ecuador los medios están vinculados con grandes empresarios, con banqueros. Enfrentarse a ese poder es muy difícil. Pasa en Ecuador y en otros lugares de Sudamérica. Son poderes concentrados que trabajan de manera asociada. Son poderes que actúan de cualquier modo contra los gobiernos progresistas, de izquierda, en la región. Actúan en una lógica de política de guerra sucia. Por supuesto que no quiero decir que no existan casos de corrupción reales. Es para discutir largo. Pero acá se busca otra cosa: demonizar a esos gobiernos.
APU: De existir segunda vuelta, entran a jugar los votantes de Cynthia Viteri, quien ocupó el tercer lugar. Esos votos pueden ser determinantes, ya que de hecho ella aseguró que apoyará a la oposición.
PB: Si hay segunda vuelta estamos ante un escenario muy diferente. La diferencia está en el orden de los 10 puntos. Hay que ver qué pasa. Las estrategias comunicacionales y políticas son diferentes. Hay que decir que Scioli, en Argentina, fue el primer caso en mucho tiempo de una derrota de un candidato de los sectores progresistas en la región. Muchos decían que Chávez iba a perder en 2012, que Maduro también iba a ser derrotado, que Dilma también podía perder. Y eso no pasó, más allá de lo que pasó con el derrocamiento de Dilma. Evo en Bolivia, Maduro, el Frente Amplio en Uruguay siguen gobernando. Acá no hay fin de ciclo: hay una región en disputa. Y está claro que la derecha puede apelar a cualquier recurso.