Elogio del PRI
La singularidad más notoria de la elección mexicana es que todas las críticas fueron contra el ganador. En general, cuando un oficialismo es aplastado, se suele analizar sus razones, de modo crítico o comprensivo. Desde el lunes, los matutinos argentinos de izquierda y derecha han disparado contra el ganador.
Uno de los artículos más paradigmáticos fue “El heredero del dinosaurio” publicado este martes 2 de julio en Página 12. En él, el periodista Gerardo Albarrán de Alba denuncia los vínculos entre el flamante presidente Peña Nieto y el megaempresario Carlos Hank González. Albarrán no dice nada, por ejemplo, de los vínculos de Carlos Slim con el PAN, el partido de los dos últimos presidentes aztecas, Fox y Calderón. Esto le permitió a Slim convertirse en el hombre más rico del planeta dejando a este Hank González como el perfecto desconocido que es. Un mexicano, el hombre más rico del planeta. Piénsese qué índice Gini le deja el PAN a los mexicanos.
Pero Albarrán, como tantos periodistas progresistas, es un hombre comprometido. Denunciará que el PAN deja 60 mil muertos, y acto seguido, los justifica: fueron “desbordados por el crimen organizado como consecuencia de su incapacidad política”. 60 mil muertos. Dos genocidios argentinos. Pero… ¡Peña Nieto tiene vínculos con un empresario!
Sin más agregados, Albarrán da por zanjada la discusión y va a fondo contra el PRI. “La estructura dinosáurica de ese partido se prepara para repartirse el poder que durante 71 años usufructó”. Toca ahora una rápida revisión histórica, ¿qué es el PRI?
1. Es el partido que reivindica como hecho fundacional la Revolución mexicana de 1910 (antecesora de la revolución rusa) y la Constitución mexicana de 1917, la primera constitución social del mundo.
2. Fue fundado por el presidente Calles. El mismo que financió la escuela del muralismo mexicano, y específicamente a su gran maestro, Andrés Rivera.
3. Estuvo integrado por Lázaro Cárdenas, que nacionalizó las compañías petroleras estadounidenses e hizo la mayor reforma agraria de la historia mexicana, incluyendo la de la revolución. También alentó la creación de la Central de Trabajadores Mexicanos.
4. Desde entonces, fueron obra del PRI: el Instituto Mexicano de Seguridad Social, el milagro económico mexicano de los 50, el voto y los derechos civiles a las mujeres, la nacionalización eléctrica de los 60, la organización de los juegos olímpicos y dos mundiales de fútbol (uno en tiempo récord tras el fracaso de Colombia) y la reconstrucción del DF tras el terremoto del 85.
5. Algo de enorme valor simbólico para la militancia revolucionaria, el acogimiento de exiliados y perseguidos de toda América Latina. Y para los partidos nacional-populares, su evidente similitud.
Peña Nieto tiene toda la estampa del político corrupto latinoamericano. Y a cada dato apologético hay un contraejemplo. Pero del otro lado está el aspecto genocida del PAN como cúspide de un sistema profundamente entreguista y de profundización de la inequidad social. Es lógico que el Pueblo mexicano haya rebuscado en su vivencia y se haya reencontrado con el PRI.