"Es una victoria de los movimientos sociales, de derechos civiles y los militantes"
Por Santiago Gómez – Desde Porto Alegre
El martes la Cámara de senadores brasilera aprobó la Ley de Marco Civil, que reglamenta el uso de internet en Brasil. El proyecto llevaba seis meses en el parlamento, trabando todos los otros proyectos legislativos, ya que la Presidenta Dilma Roussef, después del espionaje de la agencia estadounidense NSA, ordenó que no se aprobara ninguna otra normativa antes que esta. La demora se debió al lobby de las empresas de telecomunicaciones que se oponían a la ley, porque el corazón de la misma es la neutralidad en la red.
El concepto de neutralidad en la red, significa que todo el tráfico de datos que circula en la red debe ser tratado de la misma manera, navegando a la misma velocidad. De esta manera, se atenta contra el negocio de las empresas de telecomunicaciones que venden distintos servicios de banda ancha o que pueden, deliberadamente, obstaculizar o interrumpir la transmisión de datos, en post de su beneficio propio. Por esta razón fue que las distintas empresas trasnacionales de telecomunicaciones de Brasil, muchas de las cuales son las mismas operadoras que en la Argentina, como ser Telecom y Telefónica, fueron los principales opositores a que la ley sea votada.
En la sección “Del tráfico de datos” de la ley, el artículo nueve de la nueva normativa establece que “el responsable por la transmisión, conmutación o recorrido tiene el deber de tratar de forma isotónica cualquier paquete de datos, sin distinción por contenido, origen y destino, servicio, terminal o aplicativo, siendo vedada cualquier discriminación o degradación del tráfico que no se deba a requisitos técnicos necesarios a la prestación adecuada del servicio, conforme a la reglamentación”. En la misa sección se agrega que “en la provisión de conexión a internet, paga o gratuita, está prohibido monitorear, filtrar, analizar o fiscalizar el contenido del paquete de datos, salvo las hipótesis admitidas en la ley”, las cuales hacen referencia a la necesidad de previa autorización judicial.
Para tener un análisis de lo que implica la medida, APU entrevistó a Marcelo D´Elia Branco, reconocido militante por el software libre, responsable de la campaña de Dilma Roussef en las redes sociales.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué significa la votación de la Ley de Marco Civil?
Marcelo Branco: Nosotros consideramos que es una victoria de los movimientos sociales, de derechos civiles y los militantes y activistas de Brasil. Es la primera legislación del mundo que fue constituida como una carta magna, como una constitución para internet, específica para el tema de internet. A diferencia de iniciativas legislativas o del poder ejecutivo en todo el mundo, no es una ley que coloca restricciones, sanciones, puniciones, retiro de contenido, criminalización por compartir, como fueron las legislaciones aprobadas o en discusión en el mundo entero. Brasil salió al frente, porque en vez de estar discutiendo criminalización, restricciones de prácticas en internet, se hizo una carta magna de internet basada en el derecho, en tres pilares fundamentales: la libertad plena de expresión, la neutralidad en la red, que es el corazón del marco civil, y el tercero es la privacidad.
Hay que tener en cuenta que cuando se cumplieron 25 años de la creación de la web, Tim Berneres, su creador, manifestó que es necesario crear una constitución mundial para defender los derechos en internet, y él apoyó la aprobación del Marco Civil en Brasil. La aprobación es importante para todos los países de América Latina, para Argentina principalmente, considerando los momentos que vive de posibilidades de avanzar en marcos legales, como fue la ley de medios y tantas otras. En Brasil en este momento se está realizando un encuentro mundial sobre la gobernabilidad de internet. Para ese encuentro llamado NetMundial, es importante haber aprobado la ley, porque van a estar acá miles de personas ligadas a la construcción de internet y el marco civil puede inspirar para que otros países sigan el mismo camino.
APU: Después de lo que sucedió con el espionaje a Dilma y a tantos otros gobernantes en el mundo. ¿El marco civil pude proteger que no haya más NSA?
MB: Directamente no, no es un marco que busque entrar en los detalles, sino que garantiza la libertad de expresión y la privacidad de los ciudadanos. El marco civil protege a los brasileros, independientemente de que estén utilizando servicios de corporaciones mundiales hospedados en otros lugares del mundo, como Facebook, Twitter y las plataformas de Google. Así utilicen esas plataformas y depositen sus datos en el exterior, el marco civil reglamenta lo que pueden y lo que no pueden hacer con ellos basado en legislaciones internacionales, independientemente de dónde estén los datos alojados, vale la legislación brasilera mientras un brasilero esté involucrado. No es un marco para acabar con el espionaje, esa es otra discusión, pero legalmente garantiza los derechos civiles para que los brasileros no sean espiados.
APU: ¿Cuáles fueron las mayores resistencias que se encontraron contra el Marco Civil?
MB: Primero, las empresas de telecomunicaciones, que son cuatro o cinco monopolios extranjeros, que hicieron una fuerte resistencia, principalmente, en lo que se refiere a la neutralidad en la red, actuando como un lobby poderoso en el parlamento y fueron ellas las responsables de que el proyecto quedara trabado en el Congreso desde octubre. Como Dilma mandó el proyecto como medida de urgencia, nada podía ser votado antes de votar el Marco Civil. Desde octubre que venía trabando todo proyecto legislativo brasilero. Esto muestra el coraje de la Presidenta de haberse quedado con proyectos importantes para ser votados, porque ella exigía que se votase esto antes que cualquier otra cosa. El tiempo transcurrido nos demostró el poder de las empresas de telecomunicaciones como lobby por encima del de los legisladores. En segundo lugar también actuó la mafia del Copyright, la industria cultural de las grabaciones, del cine, que intentaban incluir cláusulas que permitieran retirar contenido sin orden judicial. Y el tercer bloque, que no da para decir ni activistas ni militantes, fue el grupo de auditores policiales, policía federal, las asociaciones de policías, que querían tener derecho de espiar la vida de las personas sin tener mandato judicial. Querían tener carta blanca para guardar datos y utilizarla para sus investigaciones. El marco civil establece que eso solo por orden judicial. Estos últimos fueron los que menos fuerza hicieron, porque son los que menos fuerza tienen.
APU: ¿Cómo jugó Folha de Sao Paulo?
MP: La neutralidad en la red, que fue el punto principal de la ley, tuvo un amplio grupo de alianzas, desde grupos anarquistas, de extrema izquierda, movimientos de hackers, pasando por partidos de la oposición, todos apoyaron el texto del marco civil, llegando hasta editoriales de Folha de San Pablo, de la Asociación Brasilera de Radio y Televisión, la patronal de la comunicación, por tener contradicciones económicas en el modelo de negocio con las empresas de telecomunicaciones, al menos en la neutralidad. Solo un sector estaba contra la neutralidad, lo que demuestra el poder que tienen esas empresas, porque ni los grupos poderosos de la comunicación estaban contra la neutralidad.