"Hay que seguir fortaleciendo los lazos de hermandad"
AGENCIA PACO URONDO: Sos el flamante Embajador de la República en Bolivia. ¿Qué esperás de esta nueva misión que en que te toca representar a la Nación en el país hermano?
Ariel Basteiro: Espero cumplir y servir al bienestar y a la mejora de las relaciones, lo que es complicado porque las relaciones entre Argentina y Bolivia son muy buenas pero por lo menos, desde este lugar, colaborar al fortalecimiento de los lazos de hermandad entre ambos países, entre ambos pueblos, entre ambos Presidentes, entre ambos Gobiernos. Si uno hace un poco de revisionismo a partir de que venimos de un pasado común, de una historia común, nuestros líderes independentistas fueron los mismos, nuestras grandes luchas por la liberación de lo que era el Virreynato del Río de la Plata se dio tanto en territorio argentino como boliviano y eso ha hecho que, a lo largo de los años y a partir también de la gran comunidad de bolivianos que vive en nuestro país, esos lazos se hayan mantenido.
Hoy hay que profundizarlo porque además está la situación política donde ambos Gobiernos tienen coincidencias plenas en un montón de áreas y hay una colaboración mutua, una solidaridad mutua, por ejemplo en el reclamo de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas que Bolivia acompaña permanentemente, la necesidad de mayor bienestar para ambos pueblos. Con la llegada de Evo Morales, se trabajó como nunca antes en este plano y creo que hay que seguir en ese camino.
APU: ¿En ese sentido tenés algo elaborado en cuanto al reclamo de Bolivia por su salida al mar? Uruguay le propuso una especie de solución. Supongo que ése debe ser un tema que también se trate en estas relaciones.
AB: En nuestro país hace años que existe una zona franca y un área a cargo de Bolivia en el puerto de Rosario pero, de todos modos, es un tema en que Argentina potencia el diálogo entre Chile y Bolivia para encontrar una solución pacífica al diferendo. Son dos pueblos hermanos y creemos que, a través del diálogo deberían encontrar una solución así que seguimos apoyando este reclamo y el diálogo para solucionarlo de la mejor manera.
APU: Hablabas del flujo migratorio entre ambos países y al mismo tiempo últimamente, gracias a esta mirada suramericana y latinoamericana que tiene nuestro Estado, hay relaciones económicas más fuertes. ¿Qué nos podés comentar sobre eso?
AB: Sí, el tema de la energía, principalmente el gas que llega de Bolivia a la Argentina, cambió la matriz del intercambio comercial que antes era muy favorable a Argentina y que hoy se ha equiparado a partir, además del gas, de una complementación en otras áreas y de la existencia de una comunidad muy fuerte que trabaja y produce en la Argentina. Los quinteros bolivianos por ejemplo – tenemos dificultades para acceder a los alimentos de nuestra canasta básica-, el desarrollo que tienen en determinadas áreas hace necesario sostener ese flujo migratorio y darle institucionalidad. De hecho, se a avanzado mucho en cuanto a documentación, de residencias a partir de un plan que hay desde hace tres años para normalizar las tramitaciones de documentos de los ciudadanos bolivianos en la Argentina así que eso va a seguir funcionando y hay que preservarlo, sostenerlo, mejorarlo.
APU: Veníamos de años de una mirada xenófoba del pueblo argentino hacia el inmigrante boliviano. ¿Cómo ves eso en este presente?
AB: Hay una visión muy capitalina por un lado y otra del resto del país. Nuestros pueblos son prácticamente los mismos, hay sólo una frontera política y a ambos lados de la frontera hay culturas similares, rasgos y color de piel parecidos, su folclore. El norte argentino tiene más que ver, quizás, con Bolivia que con esa mirada xenófoba que se puede suponer que tienen algunos argentinos pero creo que a partir de las políticas de los últimos años, de mirar hacia Latinoamérica que han fomentado primero el Gobierno de Néstor y luego el de Cristina Kirchner, se ha cambiado esa visión y creo que hoy nuestro país mira hacia el hermano pueblo de Bolivia, de Uruguay, de Brasil y nos integramos plenamente con cada uno de esos países, lo que ayuda también a modificar esa mirada europeizante que durante muchos años nos quisieron imponer.
APU: Sos dirigente político, fuiste Diputado hasta hace muy poco, te estás yendo del país. ¿Qué pensás sobre la importante movilización realizada ayer? ¿Qué podemos reflexionar al respecto?
AB: Creo que no hay que temerle ni tomarlo con preocupación. Se expresó una parte de la Argentina, aquellos que votaron a la derecha en las últimas elecciones. Salieron a la calle, tienen el derecho, vivimos en una democracia. Este país y este Gobierno respetan el disenso –pese a aquellos que dicen que no- y esto es una clara demostración. Ayer la gente se movilizó y no hubo ningún tipo de conflicto, ni represión, ni nada de lo que en nuestro país sucedió durante mucho tiempo.
Es un sector de la sociedad –creo que minúsculo- y, obviamente, en un país de cuarenta millones de habitantes, con que se movilice el 0,1% pueden llenar media plaza. Si nos movilizamos aquellos que acompañamos a este proyecto, que entendemos que las cosas se están haciendo bien y que hemos avanzado como nunca antes, seguramente se llenan todas las plazas de todos los pueblos, de todas las ciudades, de todos los barrios, de todas las provincias de la Argentina. Creo que hay una clara actitud de poder expresarse y lo vamos a hacer y lo otro es el juego de la democracia.
Está bien que se movilicen y reclamen lo que ellos crean que es importante en la agenda de determinado sector social. Muchos otros entendemos que es prioritario en la agenda de nuestro pueblo, por ejemplo, el anuncio que el día anterior había hecho la Presidenta sobre el aumento de la AUH. Depende de la visión de cada sector y de cada ciudadano. No me parece que haya que darle más importancia, sí tenerlo en cuenta pero no preocuparse.