¿Lula mira hacia la Alianza del Pacífico?
Por Santiago Gómez – Desde Porto Alegre
El Instituto Lula, creado para la cooperación de Brasil con África y América Latina, divulgó hoy un artículo firmado por los ex presidentes de Brasil y Chile, Luiz Inácio Lula da Silva y Ricardo Lagos, titulado “América Latina: dos océanos, una voz”, en el que los ex mandatarios manifiestan su apoyo a la Alianza del Pacífico, compuesta por Chile, Colombia, Perú y México. “Son tiempos de convergencia en América Latina y, especialmente, en América del Sur. Alguien, por miopía, capaz de distinguir solo las tendencias ideológicas contrapuestas en la región, puede hasta cuestionar esta afirmación”.
Los ex mandatarios reconocen la importancia de la comitiva de la CELAC que durante la primera semana de abril viajó a Pekin para armar una agenda y dar contenido y proyección al recién creado Foro CELAC-China, que hará su primera reunión oficial en Brasil, en el mes julio, después del encuentro de los países miembros del BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Los ex mandatarios señalaron la importancia de la consolidación de la Escuela Sudamericana de Defensa, recientemente lanzada en Quito, de la que participan Bolivia, Chile, Colombia, Perú, Surinam, Uruguay, Venezuela y Ecuador; para “desarrollar una visión compartida de defensa regional, sin ingerencia o hegemonías externas, en un proceso de institucionalización de la UNASUR”
Geopolítica: dos océanos
El artículo le responde a los periodistas que consideran que la Alianza del Pacífico se constituyó para contraponerse polítciamente al MERCOSUR. “Ciertamente, no es verdad. Pero es preciso ratificarlo como una visión estratégica clara y contundente. América Latina está dirigida tanto para el Atlántico como para el Pacífico, lo que es un privilegio en el reordenamiento mundial que emerge en el siglo XXI”. El artículo difundido señala que Chile es el mayor inversor latinoamericano en Brasil, con más de 25 mil millones de dólares, en celulosa, electricidad, tecnología de la información, química y metales. Señalan además el crecimiento de las inversiones de los otros países miembros de la AP.
“La Alianza del Pacífico, que se propone ser un acuerdo económico y de modernización de relaciones -y no otra cosa- tendrá realmente peso y proyección, si actúa en una vínculo estrecho con Brasil, Argentina y las demás naciones de vocación Atlántica. Del mismo modo que el peso de los países atlánticos podrá ser aún más relevantes si ellos tuviesen una actuación internacional vinculada a los del Pacífico”, afirmaron. Es preciso recordar que los países de América del Sur con acceso al Atlántico y con mercados más importantes son Brasil, Argentina y Venezuela, y todos ellos mantienen relaciones comerciales con los países del Pacífico. Lo que queda claro es la vocación de Lula de ser el estratega latinoamericano. Para eso, no alcanza con sus capacidades de estadísta, sino que será necesario que comience a dialogar con América Latina en la lengua que de este lado se habla, y que en vez de soñar con un canal como la CNN o Telesur para Brasil, se sume a Telesur, que tan necesario es que los brasileros sepan qué pasa donde no se habla ni portugués ni inglés yankee. Es necesario resaltar que el artículo firmado por Lagos, no fue difundido por el Instituto Lula en español.
UNASUR, CELAC y la Zona de Paz
Lula y Lagos señalan que debe ser “fuertemente valorado el papel de la UNASUR en la integración. Por su pluralidad y por la autoridad que ya adquirió, ella puede ser decisiva en el enfrentamiento de nuestras tareas pendientes, que no son pocas: infraestructura en red de rutas y puentes; integración energética en una región rica en hidrocarburos, recursos hídricos y gas; mejor flujo de mercado por nuestras aduanas, para dinamizar un comercio intraregional que saltó de U$S 49 mil millones en 2002, a U$S189 mil millones en 2013, pero que aún no llega al 20% de nuestro flujo total; nuevas políticas para responder al fenómeno de migración y tránsito, cada vez mayor, de ciudadanos que están demandando efectiva libertad de circulación. Y también, como fue dicho en Quito, una política de defensa común que, dentro de otras cuestiones, diseñe estrategias para la defensa de los recursos naturales y consolide toda América Latina como Zona de Paz”.
El brasilero y el chileno reconocieron que la CELAC “debe ser el espacio para debatir los grandes temas de política y economía mundial” y propusieron que la misma se reuna dos meses antes que el G-20 y que los países que forman parte del mismo, Argentina, Brasil y México, sean portadores sean los voceros sobre la posición de la CELAC en “cambio climático, migraciones, proteccionismo, narcotráfico y drogas, nueva arquitectura financiera internacional y mecanismos de paz y seguridad”.
Para finalizar, los ex presidentes destacaron el encuentro CELAC-China, anticiparon que seguramente lo mismo sucederá con Estados Unidos y la Unión Europea; y señalaron la importancia de que la agenda sudamericana esté siendo reactivada “con realismo y visión de futuro”.