Paraguay: Partido Colorado, partido de gobierno
Paraguay elige Presidente y el Partido Colorado vuelve a aparecer con chances de acceder al poder que detentó por 61años consecutivos. Sostén de la dictadura stronista, acusado por sus opositores de prácticas clientelares y sospechado a lo largo de su historia por numerosos casos de corrupción, al mismo tiempo es un partido con raíces populares y un pasado reciente cercano a los gobiernos antineoliberales de Sudamérica.
Los colorados parecían imbatibles hasta 2008, cuando la alianza entre la izquierda y el Partido Liberal logró derrotarlos. Ahora, según las encuestas, el candidato Horacio Cartes, un multimillonario recién llegado a la política, está apenas por encima del postulante del Partido Liberal, Efraín Alegre.
El origen del partido y la dictadura de Stroessner
La Asociación Nacional Republicana Partido Colorado fue fundada en 1887 por veteranos de la Guerra de la Triple Alianza, en el marco de un país que buscaba reconstruirse tras el conflicto bélico que aniquiló a más del 70 por ciento de la población masculina paraguaya. Los colorados contaban con arraigo popular y lograron generar una conexión política y emocional con el Mariscal Francisco Solano López, el gran héroe nacional de la resistencia paraguaya ante los ejércitos de la Argentina y el Brasil. El coloradismo encabezó la etapa de posguerra hasta 1904, cuando una revolución liberal lo sacó del poder.
Volvió al gobierno en 1947, tras enfrentar a los liberales en la guerra civil, y fue durante los siguientes 16 años el único partido legal en el Paraguay. Desde entonces, las internas entre los colorados fueron las que decidieron los rumbos del país hasta entrado el Siglo XXI. En 1954 el general Alfredo Stroessner se erigió en líder de los colorados y derrocó al presidente Federico Chaves, quien había perdido el respaldo partidario.
Stroessner gobernó con una máscara democrática: mantuvo el Congreso, reformó la Constitución y convocó a elecciones controladas que ganó sucesivamente en 1968, 1973, 1978, 1983 y 1988. Durante el primer año de su gobierno, el Parlamento aprobó el voto femenino, pero la represión fue el signo más recordado de su dictadura. Según la Comisión de Verdad y Justicia paraguaya, fueron detenidas más de 19 mil personas en forma arbitraria o ilegal; 18 mil fueron torturadas; 59 fueron ejecutadas extrajudicialmente y 336 fueron desaparecidas. Fue derrocado en 1989.
Duarte Frutos, el último presidente colorado
Ya en democracia, los colorados siguieron detentando el poder tras imponerse en todas las elecciones convocadas desde la caída de Stroessner. En 2002 llegó al gobierno Nicanor Duarte Frutos, un político de carrera, miembro de la nueva generación del coloradismo y sin un pasado vinculado a la dictadura.
Durante su gobierno rechazó la instalación de bases estadounidenses en el país, enfrentó las políticas neoliberales de la década del noventa y se acercó a los gobiernos populares que surgían en la región. El mandatario venezolano Hugo Chávez siempre destacó su papel en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata en 2005, cuando junto al presidente argentino Néstor Kirchner, el brasileño Lula Da Silva y el uruguayo Tabaré Vázquez se frenó el proyecto del ALCA impulsado por Estados Unidos. Además, fue un impulsor del ingreso de Venezuela al Mercosur, algo que el Senado paraguayo nunca aprobó.
El coloradismo, que parecía invencible, finalmente perdió en 2008 sus primeras elecciones presidenciales. En medio de escándalos de corrupción, la candidata apoyada por Duarte Frutos, Blanca Duarte de Ovelar, no pudo con la alianza encabezada por el ex obispo Fernando Lugo, que unió a la izquierda con el Partido Liberal.
El presidente Lugo fue destituido en 2012 tras un juicio político express impulsado por colorados y liberales. Ante esto, Duarte Frutos se diferenció de la línea mayoritaria de su partido y condenó el golpe institucional. Además, consideró que el Partido Colorado “debe volver a sus raíces, retomar las banderas sociales y evitar caer en la trampa de ese conservadurismo que peligrosamente se cierne sobre el país”.
El empresario-candidato
A pesar del llamado de Duarte Frutos, los colorados aspiran ahora a regresar al poder de la mano del conservador Horacio Cartes, un exitoso banquero, terrateniente, empresario y dirigente futbolístico que se afilió hace apenas tres años al partido. La carrera de Cartes es casi un espejo de la del jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri o de la del presidente chileno Sebastián Piñera: de los negocios y el fútbol a la política.
El candidato colorado, sobre el que pesan sospechas de contrabando, de lavado de dinero y de vínculos con el narcotráfico, adquirió notoriedad desde el popular y exitoso club Libertad. Luego, con una construcción mediática favorable, Cartes logró imponerse en la interna partidaria y ahora aspira a llegar a la presidencia. Su situación también se asemeja a la de Enrique Peña Nieto, el joven empresario que con un gran blindaje mediático encabezó la vuelta al poder del PRI, el histórico partido de gobierno de México.