Reforma constitucional en Chile: empezar de nuevo
El InfoAmérica es producido para el programa "Esquina América" del "Centro de Estudios de Integración Latinoamericana Manuel Ugarte (Centro Ugarte)", que va los sábados de 9 a 11 en la radio Megafón de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa). Para seguir al Centro Ugarte en redes: Facebook: CentroUgarte; Instagram @centrougarte.unla; Youtube: Centro Ugarte.
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CHILE: Se impone el “rechazo” y Chile deberá reiniciar su camino hacia una nueva Constitución
En un histórico plebiscito del que participaron 13 de las 15 millones de personas habilitadas para votar, la opción por el “rechazo” a la nueva Constitución chilena se impuso por un contundente 62% de los votos.
Mientras que algunos creen que el voto obligatorio le jugó una mala pasada a la aprobación de la nueva carta magna ya que empujó a las urnas a sectores poco propensos al cambio, otros hacen hincapié en el carácter sesgado del texto puesto a consideración este domingo, en la medida que recogía agendas que dividen fuertemente a la sociedad, como es el caso de la plurinacionalidad o el reconocimiento de la justicia indígena.
Otros, en cambio, creen que la identificación del gobierno de Gabriel Boric con el “apruebo” ligó al plebiscito con una suerte de referéndum sobre una gestión que, si bien lleva apenas seis meses en el poder, lidia con varios frentes problemáticos, como la inflación derivada de la guerra en Ucrania. Lo cierto es que el país trasandino dejó pasar una chance de enterrar la Constitución pinochetista, pero esta no será la última.
Tras el plebiscito de octubre de 2020, donde un 78% votó a favor de reemplazar la ley fundamental, hay un consenso entre las principales fuerzas políticas chilenas de hacer cumplir ese mandato. A la edificación de ese consenso también contribuye la memoria fresca del estallido social de octubre de 2019, donde se parió la necesidad irreversible de abrir un nuevo tiempo político e institucional en Chile.
Es así que, en las próximas semanas, el gobierno avanzará en el relanzamiento del proceso constituyente, abriendo espacio a un nuevo itinerario del que deberá salir una propuesta que, por un lado, logre introducir cambios de fondo –sobre todo en términos de derechos sociales– pero que, a la vez, consiga reunir el apoyo mayoritario de la ciudadanía. Si cualquiera de estas dos condiciones no se cumple, habrán fracasado los cauces institucionales que le dieron salida a la crisis desatada tres años atrás.
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MÉXICO: AMLO hace un balance de 4 años
El pasado 1ro de septiembre, durante la apertura de sesiones del congreso nacional, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador presentó su cuarto informe presidencial. En el balance presentado, el líder de MORENA resaltó la dimensión social de los logros alcanzados. Entre los indicadores con que buscó perfilar esa dimensión, refirió la recuperación de personas inscriptas en el seguro social, la mayor distribución e incremento del ingreso en sectores vulnerables, como las y los adultos mayores o la población indígena.
De igual forma, mencionó el apoyo a personas con discapacidad y el ofrecimiento de 11 millones de becas estudiantiles. Todo ello en un contexto global adverso, en el cual, según detalló el mandatario, su gobierno logró contener la escalada inflacionaria y que la misma no supere las dos cifras. Otro de los puntos relevantes del informe ha sido el relacionado a la lucha contra la corrupción en la nación norteamericana, de donde AMLO ha logrado recuperar para las arcas públicas 1.2 billones de dólares. Monto alcanzado por la cancelación de condonación de impuestos a grandes empresas, por el ahorro en obras públicas, combate al contrabando de combustible y el llamado Plan de Austeridad Republicana.
Entre otros avances centrales de la 4T, el presidente mexicano también incluyó el tema energético. Al respecto, López proyectó que al final del sexenio se contará con un incremento en la producción eléctrica de 10 mil megawatts, tras la construcción y modernización de 34 proyectos; al tema energético AMLO agregó que tras la rehabilitación y construcción de refinerías en el país, y la adquisición de una más en EEUU, México será autosuficiente en la producción de combustibles, lo que evitará el alza en los precios de la gasolina, el diésel y la electricidad.