Tristeza não tem fim: el PT y la CUT se movilizan contra el ajuste fiscal
Por Santiago Gómez – Desde Florianópolis
La Presidenta Dilma Rousseff dejó para su regreso de la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable la noticia sobre cuántos ministerios más le dará al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece el vicepresidente Michel Temer, quien la viene extorsionando a cambio de que su partido no apoye el juicio político que el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, también del PMDB, está promoviendo. En el día de ayer el PMDB, que nunca ocupó la presidencia de la república, difundió un spot junto a los Ministros de su partido, gobernadores y diputados, en el que pide “sacar al país del rojo”, en clara referencia al Partido dos Trabalhadores (PT) y diagnostica que el pais está a la deriva y sin conducción. El PT, la Central Única de los Trabajadores, el Movimiento Sin Tierra (MST), junto a otros movimientos sociales, crearon el Frente Brasil Popular y convocaron a una manifestación para el próximo 3 de octubre contra el ajuste fiscal, por la defensa de la democracia, de Petrobras, contra la pérdida de derecho de los trabajadores y piden la renuncia del ministro de economía Joaquim Levy. Mientras el país vive la peor crisis política de los últimos trece años, todos los partidos políticos no dejan de planificar la campaña del 2016.
Desde que Dilma asumió su nuevo mandato que no hizo más que atentar contra su propia fuerza política. Primero sorprendió con el nombramiento del economista neoliberal Joquim Levy, quien formó parte del equipo económico del candidato opositor Aécio Neves, lo que significó un cambio en las políticas económicas que venía manteniendo el gobierno. Con la excusa de la ley de equilibrio fiscal, la economista Dilma Rousseff impulsó las medidas de ajustes, con la correspondiente devaluación, aumento de las tasas de interés, del desempleo, recorte de partidas presupuestarias, leyes de flexibilización laboral, lo que atenta contra la capacidad de movilización social en defensa del gobierno. Dilma perdió la confianza de los trabajadores, ya que prometió durante la campaña no aplicar el plan económico neoliberal que llevó adelante.
Espejito, espejito
Ante las acusaciones de corrupción y la campaña lanzada el año pasado para promover el juicio político a la Presidenta Dilma Rousseff, por las denuncias de financiamiento político a través de empresas prestatarias de PETROBRAS, la respuesta del PT es señalar que los otros partidos políticos también hacen aquello de lo que se los acusa. Primero fue la denuncia por el “Mensalão”, la mensualidad que dijeron que el PT pasaba a los partidos aliados, causa por la que fue detenido José “Zé” Dirceu, cerebro del Partido dos Trabalhadores y número dos del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, y luego fue la denuncia del Lava Jatos, por la cual está acusada la Presidenta Dilma Rousseff, ya que al momento de los hechos era la presidenta del consejo de administración de la petrolera. El mensalão no consiguió generar tanto rechazo en la población como el Lava Jatos. La televisación constante de la comisión parlamentaria de investigación, en la que se presentan empresarios y legisladores a decir que escucharon, que decían, que otro sabía, sin nada firme y sin pruebas, generó una caída estrepitosa en el apoyo social al gobierno. El PT perdió el apoyo de muchos de los que hicieron campaña por él, ya que se sintieron defraudados. Este cronista escuchó en reiteradas oportunidades “los votamos para terminar con la corrupción, el PT llegó al gobierno diciendo que no iba a hacer eso”.
En el día de ayer Alessandro Molon, el diputado del PT más votado en Rio de Janeiro, anunció su traspaso a la Red, el partido de Marina Silva, ex candidata presidencial tras la muerte de Eduardo Campos, ex Ministra de Lula, y también ex militante del PT. Irse cuando las papas queman es corriente entre los políticos brasileros donde lo que manda es el marketing y no la política. Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados que presentó el pedido de juicio político a la presidenta, manifestó este jueves (24), su deseo de que no haya acuerdo entre su partido y el gobierno por la composición del nuevo equipo ministerial. “Mi posición es dejar el gobierno. El PMDB debería discutir la salida del gobierno y salir”.
El sueño del presidente propio
En el mismo día de las declaraciones de Cunha, el partido del vicepresidente Temer, difundió un spot publicitario bautizado “Es hora de reunificar los sueños”, en el que se ofrece como garantía de la unidad que el país necesita , debido a que tienen el alcance territorial suficiente que da la fuerza para afrontar este momento. El diagnóstico del PMDB es que el país está a la deriva y sin conducción, lo único en lo que aciertan. “Hay que terminar con el estrellato”, “sacar al país del rojo”, son algunas de las burdas indirectas contra el partido representado por una estrella y el color rojo, pero que también hacen referencia al personalismo de los políticos brasileros y el déficit que el país atraviesa. “El país pasa por dificultades económicas y políticas, todas superables” dice Temer a cámara, y sinceramente asusta, no solo por su parecido con el conde Drácula, sino por la historia de chupa sangre de su partido. El PMDB es un aparato que vive de los recursos del Estado sin ninguna estructura militante, se trata simplemente de un inmenso aparato burocrático.
En el spot presentado como programa partidiario de gobierno, quien secunda a Temer en la exposición es Ivo Sartori, gobernador de Rio Grande do Sul, que en las elecciones apoyó a Aécio Neves y que desde inicio de año ocupa un lugar permanente en los medios de comunicación debido al fraccionamiento del salario de los trabajadores estatales y la feroz represión que recibieron esta semana por reclamar por los recortes frente a la casa de gobierno provincial. También particpa el Presidente de la Cámara de Senadores, Renan Calheiros, al que se escucha decir que el país es más que los gobiernos, “los gobiernos pasan”. En caso de que el pedido de juicio político presentado por Eduardo Cunha sea aprobado en la Cámara de Diputados, corresponde al Senado que Renan preside la realización del mismo. Además de estos personajes, participaron del spot los gobernadores: Confúcio Aires Moura, de Rondônia; Jackson Barreto, de Sergipe; Luiz Fernando Pezão, de Rio de Janeiro; Marcelo Miranda, de Tocantins; Paulo Hartung, de Espírito Santo; Renan Filho, de Alagoas. Los ministros federales de Aviación Civil, Eliseu Padilha, de Puertos, Edinho Araújo, de Pesca y Agricultura, Helder Barbalho, y de Turismo, Henrique Alves, también participaron del video.
Manifiesto al pueblo brasilero
El 5 de septiembre pasado, en la ciudad de Belo Horizonte, fue lanzado el Frente Brasil Popular (FBP), impulsado por el Partido de los Trabajadores con el objetivo de agrupar a las diversas fuerzas de izquierda “en defensa de la democracia, de una nueva política económica y los derechos del pueblo brasilero sobre el petróleo”, ya que la oposición impulsa la privatización de PETROBRAS. El FBP convoca a una movilización para el próximo 3 de octubre, para que “la crisis no sea puesta sobre los hombros de los trabajadores”. En el documento elaborado para la convocatoria, en el que no se cuestiona la necesidad del equilibrio fiscal, expresaron que quieren otra salida a la crisis: “que los ricos paguen la crisis, tasar las grandes fortunas, las remesas al exterior, combate a la evasión fiscal, hacer una auditoría de la deuda pública e reducir las tasas de interés”.
Por su parte, el PT abrió las inscripciones para el “camping digital” que tendrá lugar en São Paulo entre el 9 y el 12 de octubre, ya que continúa convencido que la batalla a los medios de comunicación debe darla en las redes sociales, en un país en el que el 80% se informa por el noticiero de la noche y la mayoría de la población no tiene acceso a internet.
La inestabilidad política no impide que los diferentes partidos estén planificando la campaña para las elecciones a intendente del año que viene. Acá no se votan partidos si no candidatos y las alianzas locales no tienen por qué ser las mismas que a nivel nacional. La política en este país para la mayoría es un trabajo y en tiempos en que el desempleo aumenta, algunos parecen muy preocupados por no estar entre los desocupados. La situación política brasilera muestra dónde termina el camino de los que creen que hacer política se trata de hacer campaña y las conductas de la Presidenta Dilma Rousseff hacen difícil imaginar un futuro próspero.