Credicoop: ¿Puede un banco ser solidario?
APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11:30 a 14 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con Daniel Femenia, presidente de la Comisión de Asociados, y María Eugenia Rosales, gerenta, ambos de la filial de Catedral del Banco Credicoop, quienes reflexionaron en el Día Internacional del Cooperativismo.
Agencia Paco Urondo: ¿Por qué se festeja el 6 de julio el Día Internacional del Cooperativismo?
Daniel Femenia: Hay una Alianza Cooperativa Internacional (ACI), que se fundó en 1895, y en 2012 la Organización de Naciones Unidas decreta que se festeje el primer sábado de julio. En la última asamblea se decretó que 2025 es otra vez año mundial del cooperativismo. La ACI es una organización que reúne a más de tres millones de cooperativas y a más de 1.200 millones de cooperativistas, es decir, personas.
APU: ¿Qué es una cooperativa?
María Eugenia Rosales: Es una empresa, con una esencia absolutamente diferente. Nosotros llevamos adelante un cooperativismo transformador, que se entrelaza con la comunidad de la que es parte y quiere hacer un una Argentina más próspera, equitativa, solidaria, inclusiva y con equidad distributiva. Nosotros militamos un cooperativismo transformador. Una cooperativa es una empresa propiedad de todos sus asociados.
APU: ¿Los trabajadores son los dueños de la empresa?
DF: Los trabajadores y los asociados, llámese cliente, en el caso de un banco privado. Las primeras cooperativas en Argentina comienzan en 1918, con la primera caja de crédito, las cuales tuvieron un espaldarazo con la creación del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Cuando nacieron eran inmigrantes fundamentalmente. Empezaron a tener necesidades que precisaban un apoyo financiero para desarrollarse, por lo que fueron formando cajas de crédito.
MER: Tenían un concepto de territorialidad muy importante, estaban en el barrio. Eran el verdulero, carpintero, zapatero, etc., que no accedía al crédito tradicional y para eso existían las cajas de rédito. Los mismos vecinos ponían la plata y la constituían entre ellos. Además, era bastante sencillo porque se conocían, entonces sabían a quién se lo están dando y para qué.
APU: ¿No existía miedo a que uno se robe la plata?
MER: No, porque justamente había un conocimiento del vecino. Banco Credicoop nació de la fusión de 44 cajas de crédito. Es importante poner en contexto cómo nace. Nos hubiese encantado seguir siendo cajas de crédito, porque eso habla a las claras de la democracia, del territorio y del conocimiento, pero, lamentablemente, en 1977 con José Martínez de Hoz Dios en la dictadura nos quisieron hacer desaparecer. Nos hicieron convertirnos en banco convencidos de que no íbamos a poder. Era una tarea bastante titánica convertir las cajas en un banco y esa era la única manera de subsistir. En 1979 nace Credicoop con esa fusión.
APU: ¿Cuál es la diferencia entre un banco y esas cajas?
DF: Hoy por hoy, si bien hubo varios, Credicoop es el único banco cooperativo. La mayoría se fueron absorbiendo. La principal diferencia es que los bancos privados tienen, como cualquier empresa privada, tienen un objetivo orientado a resultados, que es obtener beneficios. Ganar plata. La cooperativa, que es de cada uno, es de un asociado a un voto. Democracia y eficiencia.
MER: Me parece interesante primero poder entender para qué sirve un banco. Su rol es sumamente importante, primero, para el apalancamiento de la economía en general y en particular. Imaginemos una provincia que quiere desarrollar la vitivinicultura o los limones en el norte, cualquier país necesita tener una muy buena banca estatal, una cooperativa, con las diferencias que marcábamos, pero sobre todo una ley que regule el accionar de los bancos privados.
APU: ¿Argentina la tiene?
MER: La ley que regula el sistema financiero hoy es de la época de Martínez de Hoz, todavía sigue vigente. Nuestro presidente, Carlos Heller, como diputado nacional, hizo dos proyectos para reformarla. El movimiento cooperativista juntó más de un millón de firmas para que esa ley esté al servicio de la economía. Eso, lamentablemente, no prosperó. Era un proyecto que quería destinar un porcentaje a las PyMEs, a la vivienda de los argentinos, porque no es sólo eso sino todo lo que genera la construcción.
APU: ¿Por qué no hay crédito para la vivienda?
DF: Hoy por hoy, y ya hace unos cuantos años, hay una crisis de vivienda infernal que empezó con el gobierno de Mauricio Macri. Crearon los créditos hipotecarios en base a una tasa que se gobernaba por los UVA. Eso terminó siendo imposible de pagar y sostener por los que tomaron esos créditos, porque la actualización operaba el porcentaje de sus ingresos que podían pagar, entre otras razones. Hoy el banco tiene ese tipo de créditos, porque así lo marca el Banco Central, y otros a tasas menores que el mercado.
MER: Ahora los UVA se impulsaron nuevamente. Nosotros no estamos de acuerdo. Cada vez que un asociado nuestro se sienta a solicitarlo, que hay bastante poco movimiento al respecto, lo ponemos en contexto y le explicamos el camino más conveniente. Nosotros nos definimos como un banco público no estatal, como la oveja negra del sistema financiero. La Asamblea del banco se hace en Parque Norte, que ya nos está quedando chico, y participan más de 1.200 delegados de cada una de las 276 filiales del Credicoop. Cualquier otro banco de la magnitud del nuestro puede hacer su asamblea en cualquier mesa donde se toman las decisiones. Esa es la diferencia.
APU: ¿Por ejemplo?
MER: Un banco cooperativo trabaja con la rentabilidad mínima necesaria. No busca maximizar sus ingresos o ganancias, sino volcarlos a sus asociados y tener una relación cada vez más estrecha con ellos. La semana pasada el banco decidió, en este contexto de una economía convulsionada, donde es de público conocimiento que bajaron las tasas de financiamiento, que de todos los préstamos personales que quedaron a tasas altas bajarlas. Estamos hablando de créditos a tasa fija. No ha sido una petición de nuestros asociados sino una voluntad del banco, que demuestra este ideario cooperativo que lleva de manifiesto. Además de bajar las tasas, poner a disposición esa diferencia en nuestra tarjeta Cabal, que es propia de nuestros asociados para que la usen libremente o cancelen su saldo deudor. Es una tarjeta de la que estamos sumamente orgullosos, que hoy funciona, a través de un convenio que hicimos con Discover, en todo el mundo.
APU: Hay un discurso hegemónico, legitimado electoralmente, que indica que todo este tipo de cuestiones serían de “zurdos y generan pobreza”. ¿Es eficiente un banco que no es privado?
MER: En 1979, discurso de inauguración del Banco Credicoop, nuestro primer presidente, Nelson Giribaldi, dice la siguiente frase: “Tenemos que demostrar que eficiencia y democracia no son términos antagónicos”. Eso hacemos desde 1979, somos un banco absolutamente democrático que está posicionado entre los primeros del sistema financiero.
DF: A nivel patrimonio, depósito y cantidad de cuentas, etc. Hay más de un millón de personas que son asociados en la República Argentina. Fue creciendo desde la dictadura y, a partir de eso, se diseñó el modelo integral de gestión, que tiene tres niveles. Es un modelo propio del banco. Se crearon las comisiones de asociados, de la cual soy presidente en la filial Catedral. Todos los asociados de determinada filial, a través de los otros miembros, que son 16 idealmente, eligen, renuevan o cambian. Pensemos que son todos dirigentes honorarios, no percibimos ningún ingreso. El banco tiene más de 3.600 ad honorem.
APU: Debe ser difícil.
DF: Sí, hacerse cooperativista es un camino de vida. Estamos hablando de dos modelos de economía posibles. No el neoliberal e individualista, exacerbado en estos momentos por la actual administración, sino el solidario e inclusivo que permita el desarrollo de toda la comunidad, ya sea industrial, social, etc. Estamos en las antípodas de estos modelos neoliberales e individuales.
APU: ¿Se puede ser solidario en el capitalismo?
MER: Creo que la solidaridad y el capitalismo son términos realmente antagónicos. El segundo habla de la individualidad y el sálvese quien pueda. La ONG Oxfam publicó hace poco lo siguiente: “Desde 2020, y durante los primeros años de esta década, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado en creces. Durante el mismo período, la riqueza acumulada de cerca de 5.000 millones de personas a nivel global se ha reducido. Si cada uno de los cinco hombres más ricos gasta un millón de dólares diario le llevaría 476 años agotar su riqueza. Siete de las diez empresas más grandes del mundo tienen un director general o un accionista mil millonario”.
APU: ¿Y cómo zafamos?
DF: El nuestro es un banco un poco atípico, incluso como cooperativo, porque vienen de otros países a ver el fenómeno. Cuando hablábamos de otro modelo, y que esto es posible, es lo que pregonamos. Como cooperativistas no sólo tendemos a administrar la gestión, en este caso de nuestro banco, sino que tratamos de ser transformadores en la comunidad que nos rodea y por eso pregonamos la idea de que, en todas estas sociedades, se sale colectivamente. Las PyMEs son el mayor cliente nuestro.
MER: Credicoop es el banco primordialmente de las PyMEs, de las entidades de carácter social, de las cooperativas, de los comercios y de las personas, pero destinamos nuestro mayor porcentaje a las PyMEs. Además, son las generadoras de la mayor cantidad de empleos de nuestro país.
DF: Necesitamos la reconstrucción y el establecimiento del mercado interno porque las PyMEs van fundamentalmente hacia ahí, más allá de que exporten excedentes y demás. Sabemos lo que está pasando en la caída de la actividad.
APU: ¿El gobierno nacional los castiga por su perspectiva filosófica y política?
MER: No, desde 1979 hasta la fecha hemos atravesado todos los gobiernos con coherencia y trabajo, sin claudicar ninguno de nuestros valores y haciendo lo que corresponde, entonces no hay motivos para perseguir al Banco Credicoop. A través de nuestro presidente, y de muchos más, el banco ha dicho siempre lo que piensa, basado en los derechos de lo que defendemos y de nuestros valores. La Revista Acción es mediante la cual podemos difundir nuestras ideas y lo que hacemos. Alguna edición en papel hay, pero estamos fomentando que se lea en formato digital ya que en papel a veces es más estático y en digital permite ir subiendo notas de actualidad diarias.
APU: ¿Cómo ven la situación económica actual?
DF: Este es un modelo absolutamente inviable. Cuando Javier Milei habla de recuperación estamos hablando de recuperación desde el sótano. Si primero destruye la actividad económica es muy posible que al mes siguiente alguna tenga algún signo de recuperación, pero no es así fundamentalmente en el tema de los niveles de actividad. En el primer cuatrimestre 355 mil cuentas sueldos se cerraron, lo que significa gente registrada que ha perdido su empleo. De esta manera, no tenemos ningún país viable. Ahora, si lo que queremos es un modelo sólo extractivista, donde se lleven los recursos naturales, agotables en el tiempo, eso se está proponiendo. Nosotros estamos proponiendo que se exporte con valor agregado y trabajo argentino, no al revés.
MER: Estamos viendo un modelo que ya vimos. Lo vivimos en la época de Martínez de Hoz, de Carlos Menem en los 90 y de Macri. No es una película nueva. El gobierno habla de destruir el Estado desde adentro, se jacta de hacer el ajuste más grande de la historia universal. Estamos en las antípodas absolutas de ese pensamiento. Nosotros creemos en un Estado interventor.
APU: ¿La economía puede seguir cayendo?
DF: Achicar es lo más fácil del mundo. Lo más difícil es generar riqueza y es lo que propone el modelo que pregonamos, pero que sea distribuida solidariamente y que sea, colectivamente, de oportunidades para todos. Heller dice que el límite lo pone la voluntad de los ajustados. La verdad es esa, hay que resistir y proponer cambios. No hay que derogar leyes, no hay que suprimir derechos continuamente, no expulsar, no anular organismos del Estado que tienen una entidad promocional y regulatoria indispensable para el funcionamiento de la economía toda.
APU: ¿Hay algún candidato que, más o menos, lleve adelante las ideas que ustedes pregonan desde el Banco Credicoop?
DF: Si bien, indudablemente, hacemos política, no es partidaria. Si bien está el Partido Solidario (PSOL), del cual es presidente también Heller, que se conformó dentro del movimiento, primero, del Frente de Todos y después de Unión por la Patria, lo que hace falta es la unión de un gran movimiento nacional que permita defender estos valores.
MER: Nosotros tenemos un montón de empresarios que piensan de esa manera. De hecho, los dirigentes del Credicoop son empresarios y comerciantes que piensan como nosotros en una economía de inclusión.
APU: El peronismo ha caído, por momentos, en un discurso anti empresarial y eso ha sido problemático.
DF: Siempre remitimos a Heller porque además tiene muchas apariciones gráficas, radiales y televisivas, pero lleva adelante las ideas del movimiento cooperativo. Entre las cuestiones que él dice, y las tenemos claras, es que no es ir contra el capitalismo. Acá hubo un cambio en los 90, se convirtió en un capitalismo financiero a nivel mundial. Quizás no sea la forma más eficiente de producir bienes y servicios, pero es un tema de política redistributiva y de puja redistributiva. Esto viene así desde la historia.
APU: ¿Alguna última reflexión sobre el Día del Cooperativismo?
MER: El tema es la importancia y lo que significa el cooperativismo en el en el mundo, lo que genera y cuando es transformador sobre todo. Me gustaría cerrar con una frase, que no es mía sino que le pertenece al movimiento cooperativo hace ya muchos años, que dice que estamos convencidos de que otro mundo es posible sólo si la gente así lo cree y lucha para conseguirlo.
DF: La Alianza Cooperativa Internacional, que desde 2012 ha tenido tanta difusión en el mundo por el reconocimiento de la ONU, está presidida por Ariel Guarco, argentino que también formó parte de fondos cooperativos, es decir, tiene antecedentes. Es un compañero, seguimos conquistando el mundo.