"Dudar hoy de Scioli es dudar de Cristina"
Por Nicolás Bondarovsky
Agencia Paco Urondo: Primero que nada, podría contarle a los lectores cuál es la función de la Dirección que ocupa y a qué se dedica puntualmente…
Nicolás Rodríguez: El año pasado asumimos la responsabilidad de la Subsecretaría de Juventud de la Provincia de Buenos Aires. Puntualmente en mí caso, como Director de Políticas Juveniles. Nuestra tarea cotidiana es colaborar en la coordinación de las políticas públicas que los estados nacional, provincial y municipal tienen para los jóvenes. Buscamos garantizar su acceso a la multiplicidad de iniciativas que se han desarrollado en los últimos años, producto del proceso de ampliación de derechos. Desde la profundización de la conciencia cívica y la importancia de cuidar la democracia teniendo una participación activa, mediante capacitaciones sobre el derecho a sufragar optativamente a partir de los 16 años, o el trabajo junto con el Ministerio de Educación de la entrega de las Urnas de la Democracia (aquellas utilizadas en el primer proceso electoral del avenimiento de la democracia en 1983) a los Centros de Estudiantes que se constituyen. También abordando problemas como la terminalidad educativa, o el primer empleo a través de los planes provinciales -ENVIÓN y PREBA-; siempre en articulación con las iniciativas nacionales.
APU: ¿Qué nos puede decir sobre el papel de la juventud en un futuro gobierno de Daniel Scioli? ¿Qué políticas están trabajando para esa franja etaria?
NR: Muchas veces se plantea que en este tiempo la juventud se ha constituido en un sujeto político relevante. En verdad, la juventud es tan solo una circunstancia de la vida, un proceso natural. Lo que afortunadamente ha habido en estos años es una recuperación de la política y lógicamente hemos sido protagonistas de ese proceso. Lo extraño sería que no lo fuéramos, ¿no? Pero más allá de jóvenes, nosotros somos militantes políticos. Y el desafío en lo sucesivo es conseguir que los compañeros y compañeras que se acercaron a este proceso continúen vinculados con la política, militando. Y desde el plano de la gestión sofisticar nuestra iniciativa para poder seguir interpelando a, quizá, el sector más dinámico de la sociedad: los jóvenes. Se ha hecho mucho: PROGRESAR, el Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, las Becas del Bicentenario, el propio PROCREAR, la sanción de las leyes que habilitan a los jóvenes entre 16 y 18 la posibilidad de sufragar, la de Centros de Estudiantes. Todo ello se está buscando y condensando en los foros de debate de la Ley Nacional de Juventud. Por proximidad, por entendimiento y por pertenencia a ese sector es que entendemos que tenemos para aportar en ese sentido. No tengo dudas que Daniel (Scioli), va a convocar a todos los sectores para gobernar, y los jóvenes vamos a ser parte de eso.
APU: La juventud sciolista, para decirlo de alguna manera, está comenzando su armado con usted y otros referentes a la cabeza. La pregunta es: ¿van a disputarle poder a La Cámpora?
NR: Estamos absolutamente convencidos que la única disputa es con aquellos que quieren obturar el proceso de transformación iniciado el 25 de mayo del 2003. Creemos que el período que viene, al que Daniel (Scioli) se ha referido como la cuarta etapa de este proyecto -la del desarrollo- va a profundizar la calidad de todas y cada una de las conquistas de este decenio extendido. La Cámpora, como un actor central de la composición y dinámica del Frente para la Victoria, indudablemente va a tener un rol relevante en lo que viene. Como habrán de tenerlo las demás fuerzas políticas que constituyen este conjunto, así como los gobernadores e intendentes, los sindicatos. De hecho, identificamos la reunificación de la CGT como una cuestión a atender en lo sucesivo.
APU: ¿Cómo es la relación de La Cámpora con Daniel Scioli?
NR: Es una relación fluida y de respeto mutuo. Daniel (Scioli) tiene una gran valoración de formación de los cuadros de ese espacio y su capacidad militante. Hay mucha proximidad, y obviamente esto se acentuó en los últimos meses, producto del vértigo que imprimen los procesos electorales, y la necesidad de acordar estrategias comunes. Daniel (Scioli) es el candidato del Frente para la Victoria, y todos sabemos el rol que ocupa La Cámpora en este proceso.
APU: ¿Quiénes son sus referentes desde el punto de vista de juventud?
NR: Formamos parte de aquellas generaciones que fuimos interpelados por Néstor Kirchner. De algún modo, en el transcurso de estos años, han sido dos las generaciones que nos acercamos a la política de su mano: la generación del 2000, aquellos compañeros que transcurrieron la década del 90 y la crisis del 2001 con otro grado de madurez, ya de adolescentes o en su juventud temprana, y sufrieron de cerca el vaciamiento del Estado y la apatía inoculada a la sociedad toda, en su ejercicio cotidiano. Y aquellos que pertenecemos a la generación del bicentenario. Nuestra práctica política, militante, está atravesada de lleno por este proceso, donde el Estado fue transformado, y lejos de ser un fenómeno contra el que teníamos que combatir, él nos lo resignificó, y nos hizo entender que es un ámbito de disputa donde se deben dirimir las asimetrías que aún tenemos por resolver. Por eso Néstor es nuestra referencia por antonomasia.
Percibimos también que en los últimos años afortunadamente ha habido una recuperación o una puesta en relieve de la figura de Juan Domingo Perón, aunque la identidad de este proyecto es desde su génesis peronista. Eva siempre ha sido más impoluta, ¿quién se atreve a discutirla? Indudablemente, en lo sucesivo el asiento en el continente identitario peronista va a ser muy importante.
APU: ¿Qué les diría a los compañeros y compañeras que todavía tienen dudas sobre Daniel Scioli?
NR: Les diría que dudar hoy de Daniel Scioli, es dudar de Cristina Fernández de Kirchner. Néstor y Cristina lo eligieron seis veces: como compañero de fórmula de Néstor en el 2003, como candidato a Gobernador de la provincia de Buenos Aires en el 2007, le pidieron que lo acompañe a Néstor en la lista del 2009, fue reelecto como Gobernador de la mano de Cristina, le pidieron que asuma como Presidente del Partido Justicialista en dos oportunidades, y ahora ha sido consagrado como el candidato a Presidente del Frente para la Victoria. Además, me parece interesante reparar en la concepción política de Daniel (Scioli), como ejercicio colectivo. En cada etapa de este proceso ha ocupado los lugares institucionales y políticos que le reclamaba el conjunto, y lo ha hecho con convicción y lealtad. Nunca tomó una decisión individual, ni optó por un atajo personal. Daniel (Scioli) no especuló y estuvo siempre, comentarios y editoriales al margen, donde el proyecto lo requirió.
APU: ¿Cree que Scioli y CFK podrán zanjar el inconveniente de una disputa natural de poder entre una líder que se va y un presidente que asume?
NR: Honestamente no vemos esa disputa. Inexorablemente la unidad de medida de lo que viene será el "kirchnerismo" y Cristina seguirá siendo una voz autorizada y gravitará en el escenario político. Y en buena hora, dada su estatura política e intelectual. Pero además y sobre todo porque estamos atravesando un proceso inédito: por primera vez en varias décadas un presidente va a concluir su mandato, en un contexto de estabilidad, después de un proceso arduo, que sin duda tiene materias pendientes pero que ha hecho mucho. Eso es lo que explica los niveles de adhesión que despierta la figura de Cristina.
Por otro lado, siempre han buscado erosionar la figura presidencial. Quizá porque algunos entiendan que así es más fácil obturar el proceso. A Néstor lo determinaba Duhalde, era su "Chirolita". Cuando llegó Cristina, el que gobernaba era Néstor -siempre con un dejo de misoginia, por supuesto-. Cuando falleció Néstor, tampoco era Cristina: era La Cámpora. Ahora sugieren que Daniel (Scioli) va a estar condicionado por Cristina. Lo que sucede, es que no comprenden que los que pertenecemos al Frente para la Victoria entendemos la práctica política colectivamente. Por eso no tenemos duda que de ganar Daniel (Scioli), va a hacer una gran presidencia. Por su capacidad, y por el acompañamiento que va a tener, de nuestro conjunto, y de la totalidad del pueblo argentino.