¿El fin del fotoperiodismo? Ni idea, no lo conozco

El sábado pasado intentaron asesinar a Donald Trump durante un acto de campaña y el trabajo fotoperiodístico dejó imágenes icónicas instantes después del suceso. 

Apenas iniciado el acto, un chico de veinte años disparó varias veces contra el ex presidente a pocos metros de distancia del escenario. Uno de los disparos le dio en la oreja haciendo que la sangre de la herida recorra su cara. Luego, fue protegido por los cuerpos de los guardias de seguridad, al mismo tiempo que el atacante era asesinado en el techo del edificio cercano en el que se encontraba.

De esta escena circularon por redes sociales varias fotos, una de ellas fue la del fotógrafo Evan Vucci, de la agencia de noticias estadounidense The Associated Press (AP). 

Una foto que lo dice todo

En la imagen se puede ver a Donald Trump, alzando el puño rodeado de agentes de seguridad que lo protegen. Uno de ellos mira a cámara con los ojos cubiertos por lentes de sol. De fondo la bandera estadounidense flamea y lo enmarca.

Tanto en redes sociales como en algunas notas periodísticas se habla de la perfección de esta imagen debido a su composición. Todo parece una puesta en escena en la que Trump y los agentes son actores guionados o parecieran estar esperando que el fotógrafo tome la imagen para seguir. 

También se cuestionó la veracidad del ataque. Circularon versiones en las que se decía que el tiroteo había sido coreografiado y por eso la bala sólo pasó cerca. De esta forma, aumentaban sus posibilidades de ganar las elecciones luego de sobrevivir un intento de asesinato. 

La imagen es perfecta ¿Por qué? Podemos atribuirlo a los elementos ubicados correctamente según establecen las leyes de la composición fotográfica. Pero eso sucede porque Evan Vucci es un profesional que ya tiene incorporadas esas leyes y puede ubicarse en el lugar ideal sin siquiera pensarlo. Luego Trump, con sangre corriendo por su cara, levanta el puño. Ese movimiento no es casualidad. Donald Trump sabe perfectamente que este momento es único y que su actitud está siendo fotografiada y distribuida por todo el mundo. Trump es una construcción política; es lo que hizo como presidente pero también lo que su comunicación hizo de él. 

Otro elemento en la foto es la bandera que flamea sostenida sobre una grua. Esa bandera no es parte del paisaje, no estaba ahí antes de que Trump y su equipo lleguen al lugar. También hay que decir que podría haber quedado fuera del encuadre si el fotógrafo se hubiera ubicado en otro lugar pero, como dijimos anteriormente, Evan Vucci es un profesional.

Cómo último elemento me quiero referir a los agentes de seguridad ¿Algo más parecido a los personajes de “Hombres de Negro”? Tres de ellos se encargan de resguardar a Trump fuera del escenario pero uno mira al fotógrafo ¿Por qué lo mira? ¿desconfía de él también o se preocupa por la imagen que está dando? En ese instante de acción pueden estar pasando miles de cosas por la cabeza del encargado de la seguridad de un candidato a presidente. Una de ellas puede ser si Trump va a ser beneficiado o perjudicado por la imagen que estén tomando de él.

La imagen es perfecta ¿Por qué? Porque se volvió icónica. Si Donald Trump gana las elecciones el próximo 5 de noviembre, la imagen de Evan Vucci se convertirá en un ícono y una forma de resumir uno de los principales motivos del triunfo.

La imagen como impulso de verdad

La siguiente imagen de la que quiero hablar es la de Doug Mills, fotógrafo del diario estadounidense New York Times.

Mills estaba cubriendo el acto de campaña de Donald Trump cuando empezó a escuchar los disparos. En el momento no pudo entender lo que estaba pasando pero su oficio y su instinto de fotógrafo lo llevaron a seguir fotografiando a pesar de la confusión. Luego del suceso, al revisar el material, se encontró con una secuencia de fotos en la que descubrió lo que pareciera ser la trayectoria de una de las balas disparadas contra Trump.

Según Michael Harrigan, agente de seguridad que trabajó en el F.B.I. durante veintidós años (entrevistado por el New York Times), la estela podría ser la bala que rozó la oreja del ex presidente.

Se podría pensar que es más probable capturar el recorrido de una bala en imágenes de video porque una videocámara graba todo lo que sucede frente a ella. Este dispositivo debería equivocarse menos que una persona apretando un botón, seleccionando lo que considera importante. En este caso no fue así. Doug Mills explica que la secuencia de fotos fue tomada con una cámara profesional a una velocidad de obturación de 1/8000 de segundo. Esto quiere decir que el momento del disparo fue captado dentro de esa parte de segundo. Algo casi imposible de lograr cuando no se sabe que la bala va a pasar por ahí. 

Entonces, ¿la foto fue tomada de casualidad? La respuesta es no. Mills escuchó el primer disparo y decidió conscientemente seguir apretando el obturador mientras miraba a través de la cámara el centro de la escena política. El fotógrafo no buscó el origen de los disparos ni averiguar qué estaba sucediendo. Mills se concentró en un objetivo: llevarse consigo una imagen que represente lo que sucedió durante el acto de campaña de uno de los candidatos a presidente más polémicos de los últimos años. ¿Podría haberse creado esa misma imagen con Inteligencia Artificial para visualizar el momento? Si, claro, pero ¿qué valor tiene sin su anclaje en la realidad?.

Bonus track

Imagen de Donald Trump con una protección sobre la herida en la oreja, tomada por Evan Vucci días después del intento de asesinato del expresidente durante la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, Estados Unidos.