Elecciones 2023: la larga marcha de los peronismos provinciales

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ELECCIONES 2023

Elecciones 2023: la larga marcha de los peronismos provinciales

18 Mayo 2023

En un contexto de crisis e incertidumbre, 18 provincias decidieron desdoblar sus elecciones. Una definición que opera en doble sentido. Por un lado, el reaseguro de desmarcar la elección provincial de la discusión nacional y, por otro, la chance del peronismo de cosechar algunos triunfos electorales de cara a agosto. Ambas justificaciones son, en parte, complementarias. En un escenario donde las provincias no encuentran suficientes incentivos para enarbolarse detrás de una causa nacional sin acuerdos ni candidatos. Hacer campaña distrital en estas condiciones no es poca cosa. Plebiscitar las actuales gestiones provinciales en una coyuntura económica tan compleja ya encierra suficientes desafíos.

A esta coyuntura, se le suman otros elementos como la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de suspender las elecciones en San Juan y Tucumán para las categorías a gobernador y vicegobernador. Una definición que tiene su correlato en la causa vialidad que se tramitó en el Tribunal Oral Federal N°2. Es decir, este es el Poder Judicial saliendo a jugar abiertamente en el terreno político. En una jornada donde los oficialismos provinciales podrían haberse alzado con cinco triunfos, la Corte busco restarle potencia electoral a la performance del peronismo sacando de la cancha las candidaturas de Uñac y Manzur. Con este antecedente inmediato, cobraban más vigencia las palabras que pronunció la Vicepresidenta tras conocerse la condena que la inhabilitaba a ejercer cargos públicos: Esto no es un juicio a Cristina Kirchner, es un juicio al peronismo”.

Sobre esta realidad, la propia Cristina reconoció que no había margen para una posible suspensión de las elecciones nacionales si ella intentaba presentarse como candidata. Una decisión que terminó de cristalizarse el martes cuando anunció “no voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al Peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral”.

Pero, más allá del terreno judicial, hay otros elementos con peso específico en esta instancia de la carrera electoral. Los resultados en Salta, La Rioja, Río Negro, La Pampa, Misiones, Jujuy y Tierra del Fuego demuestran un amplio triunfo de los oficialismos en sus provincias y suponen, sobre todo para el peronismo, un escenario de aparente alivio.

Si bien los éxitos electorales de los peronismos provinciales son un elemento clave a la hora de comenzar a construir el escenario nacional, estos resultados no llegan a representar el 13% del padrón electoral de nuestro país. Aún estamos lejos de que estos números funcionen como boca de urna de la realidad argentina de cara a las elecciones de agosto y octubre. Lo mismo sucede con los interrogantes que abre la figura de Milei y su performance a nivel nacional. Pese a sus intentos por desmarcarse de los números que cosecharon sus candidatos, inevitablemente, estos primeros resultados amenazan con desinflar el proyecto nacional de Milei con una única excepción: no es su cara la que va en las boletas. Un hecho que, en este laberinto de suposiciones, marca las pocas certidumbres que tenemos.

En 2019, cuando la fórmula Fernández-Fernández se impuso en los comicios nacionales ganó 18 de 24 provincias entre las que se encontraban Buenos Aires y Tucumán que representan un poco más del 40% del padrón electoral, mientras que, Mauricio Macri se impuso en Córdoba, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires, que juntas tienen más del 23%. Todas elecciones que aún no se jugaron, donde tanto peronismo como oposición presentan sus cartas más fuertes.

El final de esta larga marcha de cara a las elecciones 2023 continúa abierto. Una elección nacional que aún no comenzó en términos formales y una oposición que hace esfuerzos por desordenarse. En esta coyuntura la pelota está puesta en la cancha del peronismo que tendrá que poner el pie en el acelerador una vez que se hayan confirmado las candidaturas. Ordenar la oferta electoral y la campaña para mostrarse competitivos será, sin dudas, el mandato que pesará en una elección que ya fulminó al bipartidismo tal cual lo conocemos.