Grindetti: un histórico del macrismo envuelto en escándalos
Por Nicolás Adet Larcher
Durante 1979, en plena dictadura cívico-militar, mientras el grupo SOCMA de la familia Macri diversificaba su patrimonio a lo largo y a lo ancho del país, Néstor Grindetti ingresaba a la empresa para emprender una carrera que lo llevaría a ser parte del entorno más cercano del ahora presidente Mauricio Macri.
El actual intendente de Lanús inició su carrera como cadete en el Grupo y fue escalando posiciones hasta llegar a ser gerente administrativo y luego miembro del directorio durante la década menemista. En 2001, mientras Macri y Francisco De Narváez tejían lazos para establecer la Fundación Creer y Crecer, el nombre de Grindetti sonaba entre los favoritos para la nueva organización, pero sobre todo para la presidencia del Comité Ejecutivo. Al calor de la crisis de fin de siglo, Creer y Crecer sirvió como carta de presentación de una clase empresarial que decidía meterse en política y que dio lugar a peronistas y radicales reciclados mientras las calles eran tomadas al grito de “que se vayan todos”.
Durante el primer mandato de Carlos Menem, el Grupo Macri había recibido la concesión para manejar la represa Uruguaí mientras el ex presidente fugaz durante la crisis de 2001, Ramón Puerta, era quién gobernaba la provincia de Misiones. Puerta estuvo a cargo de la administración entre 1991 y 1995, siendo acusado de facilitar negocios entre el Estado y SOCMA, con el dato de que la construcción de la represa se había presupuestado en 80 millones de dólares y terminó costando el triple del monto estimado. En aquella década de los noventa, Grindetti ya tenía peso dentro del grupo y es por eso que los problemas judiciales recayeron sobre su persona cuando se lo acusó de defraudación y cohecho en una causa caratulada como “Grindetti, Néstor Olvado, s/estafa”.
Luego de la disolución de la fundación Creer y Crecer entre De Narváez y Macri, lo que quedó fueron los vínculos construidos dentro de la organización. Grindetti y Macri entablaron una estrecha relación que posicionó al ex cadete de SOCMA como el candidato ideal para ocupar el Ministerio de Hacienda en la Ciudad de Buenos Aires ante la candidatura de Macri en 2007. En el armado de la estrategia electoral, Durán Barba dio prioridad para la “mesa chica” a las figuras más cercanas al entorno del actual presidente entre las que se encontraban también Gabriela Michetti, Horacio Rodríguez Larreta, Federico Pinedo y Jorge Macri.
A mediados de 2007, mientras el PRO se reunía para barajar los nombres que ocuparían los ministerios, el cargo de Grindetti ya estaba asegurado y se anima a dar declaraciones respecto a la gestión dentro de la Ciudad. En declaraciones a los medios, Grindetti detalló que la mayor parte de las obras públicas se harían “a través de endeudamiento de largo plazo” y que a su criterio sería “razonable” aumentar el impuesto inmobiliario, de alumbrado, barrido y limpieza (ABL). Más tarde, ante la polémica de sus dichos, Grindetti intentó aclarar “hay una decisión política fuerte del macrismo de no aumentar los impuestos”, lo cual al día de hoy y observando las dos gestiones de Macri en CABA, no fue aplicado según lo prometido.
Luego de su paso por la ciudad, Grindetti apostó a su candidatura para la intendencia de Lanús dentro del espacio de Cambiemos. Con un perfil más bajo, su reaparición en los medios de comunicación tuvo lugar ante la publicación de los Panamá Papers en los primeros días de abril, donde figuraba entre quienes poseían cuentas offshore en Panamá a través de gestiones con la firma Mossack Fonseca. Antes, en la declaración jurada de 2014 de Macri, Grindetti figuraba como uno de los beneficiarios de un préstamo de su amigo y actual presidente, un beneficio que también obtuvo el empresario Nicolás Caputo y que generó polémica.
Según los documentos filtrados a través de la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), Grindetti manejaba una sociedad offshore en Panamá entre 2010 y 2013 – donde se registraron operaciones – y una cuenta en Suiza. El caso de Grindetti es distinto a los demás porque la sociedad Mercier International detalla en su escritura pública que las acciones son al portador, lo que permite concluir que se puede estar ocultando el nombre del verdadero dueño de la sociedad, ya que este tipo de accionar es utilizado para ese fin en distintas oportunidades. Para el diario LA NACIÓN, Grindetti puede ser en este caso el dueño de la sociedad, o apenas un gestor de terceros interesados en sociedades offshore.
Frente al escándalo, Grindetti reconoció la existencia de la cuenta offshore aunque utilizando el mismo argumento que el resto de los miembros de Cambiemos según el cual “no existieron movimientos”, por lo tanto no era necesario aportar el dato a la declaración jurada. Sin embargo, el funcionario macrista sorprendió al afirmar que desconocía la existencia de una cuenta en Suiza, lo cual contradice la documentación filtrada donde una resolución de Mercier International de julio de 2010, otorga un poder a Grindetti para abrir y gestionar una cuenta en el banco Clariden Leu AG, ubicado en Zurich.
El escándalo que envuelve a figuras macristas sumó un nuevo actor: el Secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, es otro eje clave dentro del entramado de sociedades offshore. Clusellas también es amigo íntimo de Macri y lo fue desde sus inicios como estudiante en el Cardenal Newman. Durante la gestión del presidente en la ciudad de Buenos Aires, Clusellas también fue parte de la Secretaría de Legal y Técnica y formó parte del directorio de una de las empresas del Grupo Macri. Según La Nación, Clusellas figura en los Panamá Papers como “intermediario” entre su estudio jurídico y Mossack Fonseca, firma reconocida desde antes de las filtraciones por conformar sociedades offshore en todo el mundo. Este rol fue ejercido por Clusellas durante diez años según la documentación pertinente. Este vínculo no es un detalle menor para ensamblar parte del rompecabezas de conexiones financieras llamativas entre funcionarios de Cambiemos y cuentas poco claras en el exterior.
Sumado a esto, en las últimas horas, Grindetti volvió a verse involucrado en una situación polémica por la difusión de sus datos en el sistema de INTERPOL en su sección de “los más buscados” a nivel internacional. La causa donde se incluía a Grindetti por “delitos contra el orden tributario y relaciones de consumo” se había iniciado en Brasil cuando un juez investigaba los negocios del Grupo Macri. Esta alerta internacional se mantuvo sobre Grindetti hasta el 30 de marzo pasado y fue desmentida por el propio intendente frente a lo que llamó un “error” de parte del juez. Lo llamativo es que el alerta internacional no imposibilitó a Grindetti a movilizarse hacia otros países, permitiendo incluso que acudiera a presenciar la Copa del Mundo en Brasil.