Guido Agostinelli, sobre el relato de Milei: “La no intervención estatal perjudica al empresario"
El escritor y profesor Guido Agostinelli conversó con AGENCIA PACO URONDO sobre su reciente libro: “Falacias Libertarias”(Ediciones Ciccus), donde echa por tierra el armado falaz de la ideología de moda.
Agostinelli, además, es profesor de la UBA y la UNDAV, y tiene varias maestrías en economía.
Agencia Paco Urondo: Milei fue el candidato más votado ¿Qué pensas?
Guido Agostinelli: El resultado de las elecciones era un resultado dentro de todo contrario a lo que pensaron varios analistas, un resultado dentro de todo previsible. Esto lo abordamos en el libro, el crecimiento que viene teniendo el Movimiento Libertario es bastante notorio, ya había sido una advertencia en las elecciones legislativas en CABA, que habían arrojado un resultado bastante prometedor para ellos.
Me parece que es natural, digamos, el porcentaje que obtuvieron de resultado dado todo lo que venimos escuchando también en todos los medios que van en consonancia con el resultado del malestar general. Creo que esto se ve bastante, se percibe en la calle y lamentablemente ese descontento general lo que hace es optar por una opción política que, a mi modo de ver, va a generar aún muchísimo más malestar.
Justamente el malestar que tenemos es que el Estado no está dando las soluciones que todos esperamos, este es un malestar que aparte se comparte, generalizado, incluso hasta quienes no votaron a los libertarios, pero este malestar generalizado es también en gran parte porque el Estado no funciona bien y al optar por una opción que tiene como último fin eliminar al Estado, lo que va a lograr es que estemos en un malestar todavía mucho peor, un malestar mucho más profundo.
Hay que tratar de ver cómo canalizar esa bronca, que no sea a través de votando, digamos, tratar de salir del pozo cavando un pozo más grande.
APU: Y en cuanto a las falacias libertarias: ¿Qué pasó tras la victoria de Milei? ¿Persisten?
GA: Sí, hay varias de las falacias libertarias que se convirtieron en sentido común, lamentablemente. Una de ellas es que el Estado no siempre es malo. Los países que crecieron, se industrializaron, y son grandes economías hoy en día, fue porque el Estado dirigió eso, dirigió ese crecimiento, dirigió la industria, generó los incentivos para que la industria se desarrolle, para que crezca el PBI. La no intervención del estado termina perjudicando al empresariado.
Para crecer necesitamos un Estado eficiente, no cualquier tipo de Estado, ahí está el problema, ellos nos plantean siempre toda una visión dicotómica: Estado o no Estado, y dicen "el Estado siempre es bobo, el Estado no funciona"; ese es el sentido común que ellos ganaron y que hay que darle vuelta, porque el Estado es bobo si permitimos que sea bobo, es bobo si no hacemos nada para que eso cambie.
El tema es que no se resuelve eliminando el Estado. Esto es un poco como decir, tengo un tumor en la cabeza y le cortamos la cabeza a la persona, no funciona así, lo que hay que hacer es tratar de erradicar ese tumor, hay que tratar de encontrar los lugares del Estado donde no funciona, y reformarlos y cambiarlos y hacer que funcionen.
Y así como esto se ha hecho sentido común que la dolarización es un buen plan antiinflacionario, lo cual hasta como todo sentido común tiene parte de verdad, pero puede serlo en el largo plazo, no en el corto. El problema es que para llegar a ser efectivo en bajar la inflación lo que tenés que hacer es un recorte de salario fenomenal, una apertura comercial con un industricidio y un posterior aumento del desempleo y un aumento sin lugar a dudas de la pobreza.
Entonces lo que hay que resignar para bajar la inflación es un costo extremadamente alto, porque el problema en realidad no es la inflación sino el poder adquisitivo. El problema no es que haya inflación si después vos con tu salario le ganás a la inflación, el problema es cuando hay inflación y no podés responder con un aumento de salarios como podría ocurrir con la dolarización.
Así que estos son dos ejemplos de cómo se construyó sentido común, pero hay muchísimos más que abordamos en el libro.
Agencia Paco Urondo: ¿Por qué el ideario libertario ha tomado tanto vuelo?
GA: Me parece que en cuanto a los libertarios tiene distintas explicaciones de por qué están de moda. La que me resulta más atractiva es que claramente hay un descrédito general acerca de la política. ¿Por qué? Porque ya hace muchos años, cuando uno lo ve desde la faceta económica que generalmente lo que dicen que termina determinando las elecciones, lo que uno ve es que venimos desde el 2015 para acá de sucesos de crisis, descontentos, de peor distribución del ingreso o de caída de los salarios reales.
Por alguna excepción o algún momento en el cual crece un poquito y después vuelve a caer, entonces esta caída del bienestar económico lleva a que al no encontrar salidas y esto ocurre en todos los ámbitos y en todas las disciplinas, cuando una determinada corriente ideológica o cuando una determinada cantidad de gobernantes no saben dar lugar a los requerimientos o a lo que la sociedad quiere, lo que va a ocurrir es que necesariamente uno va a mirar para otro lado, los que están más fuera del sistema, que igual en realidad es una postura, no están fuera del sistema, sino que son bastante pro sistemas, pero se venden de esa manera y son los libertarios
Esto lleva a que pueda ser atractivo sobre todo para la juventud.
"El problema no es que haya inflación si después vos con tu salario le ganás a la inflación, el problema es cuando hay inflación y no podés responder con un aumento de salarios como podría ocurrir con la dolarización".
APU: ¿Milei es el candidato de la clase dominante?
Pienso que tiene un doble efecto. Primero porque supongamos que no sea el candidato de la clase dominante pero lo que sí puede hacer es correr hacia la derecha ese debate y creo que eso lo hizo. De hecho su aparición tanto tiempo antes de las elecciones puede hacernos pensar en esa teoría porque si prestas atención a lo que dice Durán Barba -que me parece una palabra autorizada en términos de elecciones, ya que le hizo ganar a Macri una elección que en principio era difícil de ganar- está apoyado por la clase dominante.
Claramente tiene un apoyo pero no sabemos hasta dónde, me parece que es más para discutir hasta donde se quiere correr, pero justamente a los principales interesados y hay varias propuestas que pueden no ser atractivas o no convenientes incluso para quienes son poseedores de grandes fortunas en Argentina: por ejemplo, la destrucción del Banco Central, no regular la actividad bancaria.
Por otro lado, algo muy cierto: las crisis por lo general no es algo deseado por nadie. Hay algunas falsas creencias acerca de que la crisis es conveniente para... puede haber pequeñas facciones de un sector que alguna crisis le convenga más que otra, pero por lo general el empresariado también quiere obtener una buena tasa de ganancia, pero las crisis generalmente tiran abajo todas las tasas de ganancia.
APU: En tu libro cuestionas esta idea de la libertad absoluta.
GA: En el libro un poco se aborda esta cuestión, la libertad absoluta permitiría que haya sectores que están en una mejor situación. Lo que exploramos es por ejemplo, hicimos un ejercicio en Londres donde hubo una parte de la ciudad que se dejó deliberada sin ningún tipo de delimitaciones de parte del Estado y fue un fracaso en términos constructivos a nivel ciudad. Entonces la NO intervención del Estado, a mi modo de ver termina perjudicando al empresariado.
Ellos piden por mayor libertad más allá de esta cuestión del subsidio. Incluso si el Estado no subsidia en el momento inicial y vos decidís no intervenir como estado es perjudicial para el mismo capital, porque necesito un ordenamiento y si estás en un país industrial también necesitas decirle para dónde queres ir.
APU: ¿Cuál es la falacia libertaria que pones como ejemplo?
GA: Siempre pongo de ejemplo a la más sencilla: la falacia del Espantapájaros, de ridiculizar un poco la visión de de tu oponente. La que más usan ellos -hasta el hartazgo- es en cuanto a la inflación que dicen que tenemos que poner una maquinita una impresora de billetes cada uno en su casa, ya que esa es la propuesta de quienes dicen que la emisión no genera inflación. Entonces cada uno es millonario o cada uno tiene disponibilidad de ese efectivo que quiera, lo cual no es una propuesta de nadie y por eso es una falacia del Espantapájaros.
Cuando uno dice que la inflación es un fenómeno multi causal no está diciendo que la emisión monetaria es totalmente inocua. Obviamente si vos empezás a tirar billetes desde un helicóptero vas a tener una caída en la ley de oferta y demanda. Cuando vos impulsas una oferta de un determinado bien, si la demanda está quieta va a caer su precio, esa es la regla más básica económica.
Después generan todo el tiempo falsa dicotomía, o sea, es liberalismo y capitalismo o socialismo. Sí queres intervenir sos un sociallista. De hecho a Larreta lo acusan de socialista, esta misma corriente en Estados Unidos le acusó a Obama de socialista.
APU: Justifican el liberalismo cuando el terrorismo de estado en la Argentina.
GA: Esta cuestión maniquea, en las armas hacen lo mismo: los buenos no están armados y los malos si, todos los buenos se tienen que armar para defenderse de los malos. No tiene mayor complejidad más que eso.
Y también algo que les molesta, y que es bastante obvio, es que en la dictadura militar el plan económico fue bastante liberal y cuando vos decís, "bueno ¿Estás en contra de este plan?", entonces ellos te dicen que no, y ahí está la falacia del nirvana o de la solución perfecta, plantean que siempre la solución tiene que ser tal cual de lo que plantean, si vos te moves un poquito ya no es lo que yo planteo. Por lo tanto, no me hago cargo de las consecuencias.
Lo que pasó con la dictadura militar es que si vos vas a analizar una por una las medidas estarán de acuerdo, una por una con todas las medidas porque liberalizaron la economía. Ahora los resultados fueron una catástrofe. Todo funcionó peor, se destruyó el salario real como nunca en la historia argentina y aparte de todo esto cuando uno va a los funcionarios de la dictadura militar en el plano económico, eran todos funcionarios con formación liberal, y entonces que ellos se desentiendan de las consecuencias de la dictadura.