La CGT le solicitó a Alberto Fernández instalar el busto de Isabel Perón
Con una carta fechada el 25 de marzo, la Confederación General del Trabajo (CGT) le solicitó a Alberto Fernández la instalación del busto de la expresidenta María Estela Martínez de Perón en el espacio correspondiente en Casa Rosada. La Central Obrera lo define como un “acto de estricta justicia”, destacando el rol de Isabel Perón en la conquista de derechos encabezada por el General Juan Domingo Perón.
El Consejo Directivo, conformado por Héctor Daer, Carlos Acuña, Pablo Moyano, Andrés Rodríguez y Julio Juan Piumato, reclama a su vez por la proscripción que pesa sobre la ex mandataria que la obligó al exilio, lo que el texto describe como “maquillada de causa judicial”. A través de una cita de Piumato, el secretario de Derechos Humanos de la entidad, sostiene que “una Nación no puede ser digna de llamarse República, cuando sus hijos/as padecen exilio por causas judiciales politizadas, fundadas en argumentos esgrimidos por la propia dictadura militar, atentando contra la Memoria, Verdad y Justicia que todos los 24 de marzo decimos reivindicar”.
La entronización del busto de Isabel Perón constituiría para la central “una señal clara hacia al pueblo peronista, el movimiento obrero y las mujeres que luchan por reconocimiento pleno con perspectiva de género”. La carta finaliza exigiendo “cerrar con la verdad histórica esta infamia”.
A continuación, el texto completo:
Héctor Daer, Carlos Acuña, Pablo Moyano, Andrés Rodríguez y Julio Juan Piumato, en representación del Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGTRA), tenemos el honor de dirigirnos al Sr. Presidente de la Nación Argentina a fin de solicitarle efectúe las gestiones necesarias con miras a considerar lo que consideramos –quienes integramos el movimiento obrero argentino- un acto de estricta justicia: instalar el busto de la Sra. María Estela Martínez de Perón –Presidenta de la Nación desde el 1 de julio de 1974 al 24 de marzo de 1976, fecha en que fuera derrocada por el último golpe de Estado cívico-militar que azotó a nuestro país-, en el “Hall de Honor”, conocido también como “Galería de los Bustos Presidenciales” de la Casa Rosada.
Como es de público conocimiento, hace años esta Central Obrera viene bregando por la recuperación de la memoria histórica de nuestra patria, desde la óptica de quienes en los momentos más cruentes que como país debimos atravesar, dieron todo –hasta la vida- por construir una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana: Los/as trabajadores/as.
Historia que sabemos está muy enraizada en la doctrina que nos legara el General Juan Domingo Perón, verdadero artífice de la transformación social más importante que viviéramos como nación. Transformación que dotó a los/as trabajadores de una multiplicidad de derechos que hasta entonces parecían imposibles de conquistar y para la que fueron fundamentales –a lo largo de sus diferentes etapas- dos mujeres síntesis de la prédica de ese gran líder: María Eva Duarte “Evita” y María Estela Martínez “Isabel Perón”.
Isabel Perón “Isabelita” primera mujer en el mundo en ocupar la presidencia, que el pasado 4 de febrero cumpliera 91 años, es una paria en su propia tierra, en tanto pesa sobre ella la iniquidad de la proscripción –maquillada de causa judicial- que la obligó al exilio. Debemos tener el valor de efectivizar un acto de justicia por Isabel Perón en el atardecer de su vida y contribuir con ello a la verdad y justicia de quien ha sido y continúa siendo objeto de oprobio, indiferencia y mutismo.
En ese sentido, como dijera el Secretario de D.D.H.H. de esta Central Obrera –Cro. Julio J. Piumato- “una Nación no puede ser digna de llamarse República, cuando sus hijos/as padecen exilio por causas judiciales politizadas, fundadas en argumentos esgrimidos por la propia dictadura militar, atentando contra la Memoria, Verdad y Justicia que todos los 24 de marzo decimos reivindicar”.
Más allá de presentaciones judiciales formalmente efectuadas a fin de que cese esta sinrazón, la construcción de una patria que nos contenga a todos/as requiere cerrar de una vez por todas las heridas abiertas por la ignominia y la degradación histórica, partiendo tal vez de lo que entendemos constituiría una señal clara hacia al pueblo peronista, el movimiento obrero y las mujeres que luchan por reconocimiento pleno con perspectiva de género. Tal es –como dijéramos- la entronización del busto de Isabel Perón en la casa de gobierno de todos/as los/as argentinos/as.
Cerrar con la verdad histórica esta infamia.
Saludamos al Sr. Presidente con distinguida consideración.