Las derrotas de Sinley y los apremios de Victoria

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    Milei + Villaruel + Menem_Apertura de Sesiones_Camila Ramirez_01.03.2025
    Foto: Camila Ramírez

    Las derrotas de Sinley y los apremios de Victoria

    07 Abril 2025

    De derrota en derrota

    El gobierno registró en una semana varias derrotas y una victoria: Victoria Villarruel. Parece que Sinley, familia y gobierno se empecinarán en caminar la etapa de derrota en derrota hasta la derrota final. Es curioso.

    La payasada de Miami protagonizada por el dúo de los hermanitos Sinley, si se le suma el Toto Caputo, es de tal magnitud que el presidente viajó invitado por la fundación Make America Clean Again, un selló casi desconocido que no presenta siquiera una página web. El cierre del episodio se produjo con el improvisado canciller, Gerardo Werthein, gritándole a los organizadores. Todo esto, revela que se trata de un clan de irresponsables que llegaron a desguazarlo para su entrega a las corporaciones de la globalización. En el jolgorio de la fiesta de gobierno, creyeron en una cena con premio consuelo pagando 50 mil verdes para una donación, más el precio del galardón sin mérito que incluía una “recepción” del presidente Trump. Llevarlo a Caputo en la suposición de que el experto en fugas trataría el tema del préstamo del FMI con el equipo de gobierno gringo, lleva las cosas a las fronteras del absurdo. El viaje al fracaso se produjo un 2 de abril, vaya coincidencia, luego de un discurso en el que el presidente negó los reclamos históricos argentinos por las Islas Malvinas. Ahora, Sinley guarda silencio. Cuando se reponga con su palabrerío vacío, habrá que recordarle que Ernest Hemingway decía: “Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar”. Y es tiempo de silencio.

    “… ya no me queda sino ser fantasma…”, escribió alguna vez el poeta Robert Desnos, como si supiera que alguien podría emplear su palabra para describir a personajes de un país del sur del mundo. Y parece que hoy, entre abruptos estallidos atendidos por “especialistas” como la Pettovello, Sinley se encuentra en la mayor encrucijada que alienta su derrumbe, que puede llevarlo a un final impensado, elaborado en las trastiendas del poder económico y financiero. Ya no puede gritar: ¡Victoria! Está lejos de esos trotes y muy cerca de Villarruel que parece, ahora incluso, tener cierto aliento de Macri sobre la nuca en un impulso de hacerse del gobierno. El rejuntado parece sumar tanto a don Rocca, una zona decisiva de la Unión Industrial, el Charango Pichetto, el Socma Schiaretti, varios gobernadores y otros personeros de la entrega en cuotas que pretenden, sumándose a la partida de los ocupantes de Olivos, un gobierno “renovado”. La primera medida a la que apuestan desde el círculo rojo al mundo, es proscribir al peronismo -que podría ganar en las próximas elecciones provincia y Caba- y estirar el plazo hasta 2027. El paro de la CGT, al que se unen las dos CTA, inevitable y necesario una vez más, podría ahondar la debilidad del gobierno Sinley contra las cuerdas para producir el salto. El movimiento obrero una vez más dice presente en las calles.

    Una aclaración necesaria. La movida en torno a Villarruel no es un acuerdo acabado. Es el intento de un sector del régimen para aggiornar el rumbo del gobierno. Nada más. Para conformarlo, todos hablan con todos, pero cada uno busca “la suya”, sin más. Si no logran apurar la salida del gobierno en un “marco institucional”, los que lo proyectan esperarán las elecciones porteñas del 18 de mayo para ver quien gana y quién pierde. De ahí que el apoyo a Leandro Santoro para un triunfo se hace imprescindible ya que sería pasar por encima del Pro en decadencia y sus reacomodamientos, y del gobierno que tiene en Adorni, el candidato que no quiere ser ni tiene ganas, su apuesta a sostener el desguace nacional. La elección será el termómetro, habilitará opciones y reclamará la unidad desde el campo del pueblo. Para el gobierno, hay que recordar una premisa no escrita, aunque impostergable: en política no se puede ir para atrás. Y ellos van por el modelo Martínez de Hoz retocado y eso no va más. Y deben recordar, como sostiene un pensador misionero, que se puede hacer de todo, pero lo que no se puede evitar son las consecuencias.

     

    De espaldas a las provincias

    El gobierno está desfinanciando a las provincias, hace donativos a bomberos y basureros de Miami cuando ayuda con migajas a Bahía Blanca y no atiende las consecuencias del drama de la crecida del Pilcomayo con epicentro en el Chaco Salteño. Al respecto, hay que saber que los ríos Pilcomayo y Bermejo superaron sus niveles críticos. Las inundaciones afectan zonas urbanas y rurales de la provincia de Salta en su chaco, con daños en infraestructuras y viviendas, que vulneran a las comunidades locales. Algunos de los gobernadores se reunirán esta semana para abordar estos temas con urgencia en el CFI. Es posible que Francos, generalísimo de algunas acciones oficiales sin rumbo, argumente que Salta, el Chaco o Formosa, están demasiado lejos para avistar sus necesidades. Y a su vez, se dedique a justificar la última jugada del caso García Mansilla, al que el Senado le dijo no al dedo oficial y deberá renunciar a la Corte. Allí reside otra derrota sin atenuantes del gobierno.

     

    Habla Formosa

    El gobierno, por cierto, sigue acumulando desaguisados en serie. Posiblemente José Mayans, senador formoseño (provincia que el presidente desconoce e incluso le cuesta ubicar en un mapa de la Argentina), fue quien trazó un fresco del estado en que se encuentra el sujeto en cuestión al expresar que Milei debido a recientes declaraciones: “Es una persona que está demostrando una inconsistencia, que está para el psiquiátrico. Que se ponga en línea, tiene problemas”, y agregó “¿Escucharon lo que dijo con respecto al tema previsional? Es de una persona que está desquiciada, un desastre y tiene una visión absolutamente absurda. Que respete a la gente y a los poderes; es un presidente que insulta, que te dice delincuente. ¿Quién se cree que es?”. Los dichos de Mayans pueden remitir a la escena que protagonizó años atrás Sinley, cuando en un escenario teatral golpeaba con un bate de béisbol a un bolso colgado del techo, que simulaba ser el Banco Central, y era abordado por actores que hacían de paramédicos, que le colocaban un chaleco de fuerza. 

    El mismo Mayans, expresó luego en declaraciones a una radio que “Macri apretó a Milei y le mostró que todavía tiene dos tercios. Le dijo 'te hacés el loco y le damos matraca'. Él tiene la llave para sustituirlo en cualquier momento”. Lo cual expone el trecho corto que le resta al estrafalario funcionario según esta especulación con fundamento, para trocar sus nuevas derrotas en una victoria. Muy cercana a él, pero sostenida en un nuevo arco corporativo político que da por terminada esta nueva etapa del saqueo y la fuga, de la cual muchos de los que propician la caída, se beneficiaron como lo hicieron desde Martínez de Hoz a la fecha. Mauricio lo sabe.

    La suerte de los sátrapas puede acabar. Los armados políticos del peronismo y sus aliados tienen que dar respuestas de unidad, solidaridad, acompañamiento de los dramas que sufre el pueblo, al tiempo de renovar la decadente dirigencia (dicho esto en términos generales) para abrir los cauces de la recuperación política para una transformación nacional. No es imposible, se trata de no abundar en la mirada única económica y financiera de las grandes corporaciones. Esa opción es falsa: éxito absoluto para los poderosos y determinista en el derrumbe para el pueblo. Hay que dar vuelta esa construcción subjetiva para construir la unidad sin vueltas. La unidad es superior al conflicto, sugiere el Papa Francisco. No cabe dividir en la provincia de Buenos Aires y hay que acompañar la propuesta electoral del gobernador Axcel Kicillof, de adelantar el comicio y profundizar la unidad hacia los sectores que aún se muestran remisos. El propio Sergio Massa expresó que es necesario acabar con las internas. Y dijo: “… amerita que no haya egos ni caprichos. Y que tengamos todos una posición de estar dispuestos a ceder y estar dispuestos a tender la mesa para tratar de acercar siempre las partes”. Hay que superar la etapa de fragmentación con la unidad, ese desafío del momento histórico.

    Este planteo tiene que ser el que se privilegie a su vez en las castigadas provincias para que el espíritu de renovación en rumbo a la transformación, se instale en el conjunto del país. Así, las victorias a lo pirro, serán solo eso. Un punto de desequilibrio en un camino esperanzado hacia un país y un tiempo mejores.