Llaryora: "Los pituquitos de Recoleta nos quisieron dar clases de cómo gobernar"

Un viejo dicho, utilizado con frecuencia en política, afirma que no hay que desayunarse la cena. En este año electoral y a tres semanas de las PASO nacionales, la seguidilla de contiendas previas en distintas provincias y ciudades dejan en claro, una vez más, que no hay ganadores antes de contar los votos.

La Ciudad de Córdoba eligió ayer a su futuro intendente y la sorpresa de la jornada fue el ganador de la contienda. Daniel Passerini, candidato de Hacemos Unidos por Córdoba - el peronismo local - se alzó con el triunfo con el 47,53% de los votos frente a su rival directo y representante del radicalismo, Rodrigo De Loredo, que obtuvo el 40,56%.

De esta manera la coalición opositora en Córdoba, representada a nivel nacional en Juntos por el Cambio, obtuvo su segunda derrota importante en la provincia mediterránea.

El 25 de junio pasado en la elección para gobernador, la derrota de la oposición estuvo a cargo de Luis Juez que fue vencido por Martín LLaryora, candidato del peronismo cordobés por apenas 3 puntos de diferencia. De esta manera tanto Patricia Bullrich como Horacio Rodriguez Larreta y Martín Lousteau se quedaron sin la foto que fueron a buscar en dos oportunidades a “la Docta”.

De manera sorpresiva De Loredo reconoció su derrota antes de tener los datos oficiales. Pasadas las 21 el candidato cambiemita se subió al escenario y rodeado de las principales figuras de la alianza opositora les agradeció su presencia, se disculpó por el resultado adverso y soltó “los hice al pedo”. Los gestos adustos de los precandidatos en la interna de Juntos por el Cambio fueron la muestra acabada de la sorpresa que causó la victoria de Passerini que en la previa y en las encuestas corría desde atrás.

A diferencia del clima de derrota que se vivió en el bunker de De Loredo, la algarabía fue el factor común en el recinto de Hacemos Unidos por Córdoba. Un exultante Martín Llaryora tuvo a su cargo el discurso más exultante de la noche. La victoria del schiarettismo no fue nacionalizada. “En este grito de Córdoba, los pituquitos de Recoleta vinieron a dar clases de gobernabilidad y ahora se van. Los cordobeses defendemos lo nuestro con uñas y dientes. No tenemos que esperar más liderazgos propios”, sintetizó LLaryora quien se adjudicó el triunfo como propio, con algo de razón porque en gran parte se puso al hombro la campaña para que su vice obtuviera el triunfo.

Ayer la ciudad de Córdoba dejó en claro que ninguna victoria está asegurada antes de contar los votos porque lo que suponía un triunfo para la oposición terminó siendo una derrota contundente. Los que resta saber es cuánto van a influir los resultados de las provincias que decidieron adelantar las contiendas en las alecciones a nivel nacional. Para eso apenas faltan menos de tres semanas. El juego está abierto.