Lucas Sebastián Raffo: “Hay un consenso más privatista en la gente pero con límites claros”
APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11:30 a 14 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con el politólogo Lucas Sebastián Raffo, integrante del Observatorio Pulsar, reflexionó sobre las creencias y demandas de la población en torno al rol del Estado.
Agencia Paco Urondo: Desde Pulsar lanzaron la Encuesta de Creencias Sociales 2024.
Lucas Sebastián Raffo: Pulsar es un observatorio de la Universidad de Buenos Aires. Arrancamos trabajando en 2019 la temática debates presidenciales, queríamos hacer un estudio para ver cuáles son las consecuencias y el impacto que tienen en la ciudadanía. El año pasado lanzamos y continuamos la encuesta de creencias sociales. Es un estudio de opinión que trata de entender, independientemente de lo contextual, para qué lado va la sociedad argentina en cuanto a creencias, valores, percepciones y prejuicios.
APU: ¿Qué es lo que publicaron en esta ocasión?
LSR: Vamos lanzando por olas, se hizo hace un par de meses. En este caso, el informe es de rol del Estado, que está bastante en discusión. No tiene que ver con el timing de la agenda, no es que pensamos en eso antes pero justo cayó de alguna manera. Lo que quisimos hacer es preguntar qué percepciones e ideas tienen acerca del rol del Estado y hasta dónde debe avanzar, en un contexto donde términos como libertad están muy en boga, y tratar de correr el velo de lo que se pregunta sobre la coyuntura o lo que saldría en una encuesta de opinión de alguna manera más tradicional.
APU: ¿Cuál es la muestra del estudio?
LSR: Es una encuesta nacional de 1.250 casos, con muestra telefónica y presencial, entonces combinamos metodologías para tratar de que sea robusta. No son las típicas encuestas donde lo que buscamos saber es resultados electorales, donde los márgenes de error importan. Si bien acá es de +/- 3 puntos, buscamos investigar tendencias. Es más, nuestro intento es que a lo largo de los años podamos identificar los movimientos en las ideas que tienen los argentinos. Por ejemplo, uno de los destacados en este informe es que hay un giro hacia un consenso más privatista comparado con el año pasado y con otros estudios, como los históricos que ha hecho Mora y Araujo de percepciones. Esas cosas son las que nos interesan investigar y hurgar.
APU: ¿Hoy qué opina la gente sobre el Estado?
LSR: Algo interesante, que también se veía en el informe anterior cuando hablamos de seguridad, es que lo que se le pide al Estado es que cumpla el rol que, de alguna manera, se entiende que tiene que estar. Hay un giro privatista, es decir, hay posturas o mayor confianza sobre empresas privadas o un pedido para que El estado no sé si se retire pero sí deje que el sector avance. Ahora, también es cierto que pone límites muy claros. Por ejemplo, la primera etapa indaga sobre la tema del gasto. El Estado argentino gasta mucho o poco, en qué creen que gasta y en qué no debería recortar. La foto es que hay límites muy claros.
Son percepciones. El Estado gasta mucho en la política y en el empleo público, estoy de acuerdo con que haya recortes ahí, con menor intensidad que los que había el año pasado. Ese es un dato también, hay que ver si el ajuste o la situación económica, de alguna manera en algunos sectores, hace que dejen de pensar que el Estado está gastando mucho. Ahora, preguntas educación, salud, cultura, te dicen no y no es la típica división empatada o 60-40 sino 80-20. Hay límites muy claros. Creemos que gasta mal, pero hay lugares en los que no tiene que recortar.
APU: No hay consenso mayoritario para recortar en esas áreas.
LSR: No, y hay una segmentación de votantes, que no está en el informe pero que nosotros hacemos, de acuerdo al voto del balotaje del 2023. Hay mucho votante de Javier Milei, o de Patricia Bullrich si vas a la primera vuelta, que no está de acuerdo con este tipo de recortes, entonces te sirve también para ver qué tan transversales o segmentadas son las miradas. De hecho, cuando preguntas, por ejemplo, sobre el recorte en planes sociales o subsidios, a diferencia del gasto en la política, vas a ver que está más sectorizado en Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza, mientras que los votantes más peronistas no.
También preguntamos sobre libertades individuales, que en general uno pensaría que está bastante sectorizado ideológicamente. En realidad, en comparación al año pasado, cuestiones como la IVE -Interrupción Voluntaria del Embarazo-, eutanasia en ciertos casos e incluso despenalización del consumo de marihuana, hay un aumento en las posiciones. Generan divisiones, pero hay un avance de la agenda que uno la tildaría de liberal en términos clásicos.
APU: ¿Considera que la actual gestión hace que haya una revalorización de muchos aspectos?
LSR: No, lo divido en dos partes. La cuestión vinculada al gasto de la política, subsidios y planes sociales ves que había posiciones más intensas el año pasado. En política era 80% a favor, hoy es 64%. Hay una baja sensible. Subsidios bastante más estable, pero siempre con la división del voto. Ahora, posiciones como estar en contra del recorte en cultura, salud, educación, se mantienen del año pasado. Ya había un rechazo importante. Giro privatista sí, pero ojo. No es un péndulo donde te vas de un extremo al otro. Lo mismo pasaba con seguridad, veías que querían más poder de policía para combatir al delito y pena más duras, pero no armarte por vos mismo ni ceder derechos para combatir al narcotráfico. Hay límites muy claros.
Te llevo a otro plano, les preguntamos por la ayuda social de parte del Estado y qué tan necesaria es. La postura “es necesaria, aunque no resuelva todos los problemas” es de tres de cada cuatro argentinos. Las percepciones pueden ser contradictorias en el propio público, pero hay una cuestión no sentirse desprotegido frente al Estado. Diría que hay una mirada más de que me posibilite hacer otras cosas, o que le dé al privado la posibilidad, pero que no se corra de su rol regulador y tendiente a resolver si se quiere las desigualdades.
APU: El único aspecto donde parece estar más disputado en su estudio es subsidios a tarifas de servicios.
LSR: Sí, es un estudio cuantitativo, con lo cual no indagamos en los por qué. Podemos ensayar algunas hipótesis. La primera es la percepción sobre la necesidad del subsidio. El año pasado estaba la sensación de que el esquema de subsidios no iba y que había mucha gente que estaba cobrando y no debería. Ahora, con una situación más complicada en lo económico, hay que ver cómo se matiza. Quizás la persona que el año pasado te decía sí hoy te pide que no se lo recortes. Es una pregunta, en general, muy anclada a lo ideológico, si segmentas por voto el peronismo te dice que no los toques y La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio te va a decir de recortar.
APU: ¿Hay algo de estar de acuerdo con el recorte del subsidio al otro pero no con el propio?
LSR: Creo que siempre pasa en el campo de las encuestas cuando son preguntas más generales. El ajuste lo paga la casta, quién es la casta. Recorto el gasto social, perfecto, pero qué incluye ese gasto. No estás discriminando. Por ejemplo, segmentar tarifas para que el que vive en Juncal y Talcahuano no esté cobrando, probablemente no estemos en desacuerdo. Ahora, si te digo recortar subsidios, me tapo los ojos y pasó la sierra.
APU: Lo mismo con el gasto de la política.
LSR: Claro, por eso vamos a tendencias más generales. Sí nos sirve para indagar en un clima, después hay margen para profundizar muchísimo. Mi lectura es que si tenés que hacer un ajuste y tu encuadre discursivo va más por ajustar a la política, probablemente tenga más consenso que si decís de recortar o privatizar salud, educación y cultura. El clima es el mismo, pero el encuadre va para un lado o para el otro.
APU: ¿Notan un cambio en la mirada sobre el Estado?
LSR: Sí, se ve, no tanto con el estudio del año pasado, que ya marcaba un consenso más privatista. A veces la pregunta es si confías más en una empresa pública o privada, o si tenés las mismas condiciones laborales dónde elegís trabajar, hoy gana la a privada. Hace quince años el Estado ganaba por paliza. Eso no lo habíamos medido, pero sí era una pregunta que hacía Mora y Araujo y lo citamos porque es de donde tomamos la referencia. Esa tendencia es interesante de marcar porque, quizás, no sé si está filosóficamente de acuerdo con el recorte del Estado pero le está perdiendo confianza.
APU: ¿Se sabe cuándo saldría el próximo estudio?
LSR: Somos un observatorio de la universidad pública, con lo cual el contexto influye. Nos gustaría mucho tenerlo este año, pero estamos pensando en el que viene, en hacer olas anuales e ir midiendo, sobre todo, las mismas preguntas para ver el cambio de la tendencia. Después, sobre lo que pensamos culturalmente hicimos un montón de preguntas que vamos a ir sacando, como por ejemplo astrología.
APU: Por último, aprovechando su opinión como politólogo y cambiando de tema, ¿considera que el Partido Demócrata tardó demasiado en reemplazar la candidatura de Joe Biden?
LSR: Se explica porque Estados Unidos tiene una tradición política muy arraigada, nosotros varias veces tiramos a la gente por la ventana. Hay una cultura política muy fuerte de que si el presidente en ejercicio, no importa lo deteriorado, quiere competir o tiene la voluntad, juega y es muy difícil que lo puedas correr porque concentra el financiamiento, la estructura partidaria y la cultura política que es muy arraigada. El punto por el cual un presidente en ejercicio se baje de la carrera presidencial tiene que ser catastrófico, en este caso el debate y los sucesos de la semana siguiente. Son confusiones que no podés tener, ni siquiera estando senil.
Fue una decisión de fuerza mayor y, de hecho, se buscó la solución más “institucional”. No fue una carrera abierta a ver quién quiere jugar, como el Frente de Todos después de Alberto Fernández, sino que quien está en la línea es Kamala Harris. Perfecto, vamos y estamos todos ordenados. Ese efecto se vio en las encuestas. Yo le llamo el efecto “Massa” que tuvieron los demócratas. Están complicados para ganar, sobre todo porque depende del Colegio Electoral. No ganas si tenés más votos sino que se define en tres estados. Es algo que haría un politólogo, pero no existían los politólogos en ese momento entonces no tenemos la culpa.