Pablo Touzón: "Por ahora, Milei tiene margen social, pero necesita bajar la inflación, mostrar resultados"
El politólogo Pablo Touzón visitó APU en Gelatina para dialogar sobre el libro "¿Qué hacemos con Menem?". ¿Dura 4 años el gobierno de Javier Milei? ¿Qué pasa con el peronismo?
APU: El macrismo nunca usó la herencia menemista en su discurso. Milei es el primer presidente que recupera esa figura. ¿Da cuenta de un cambio social de fondo?
PT: Uno le podría haber dicho a Alberto cuando empezó "no era Alfonsín, era Menem". Una agenda de baja de la inflación, por ejemplo. La reinterpretación que hace Milei es a lo Marvel, digamos, como todo lo que hacen ellos. Es un Menem a la medida de los libertarios. Macri no reivindicó a Menem también porque era peronista. Al principio, Macri se planteó como un peronismo de derecha pero después no, se hizo más gorila. Menem quedaba en una zona de cancelación. Además, Macri se quería plantear como lo nuevo y ahí no entraba Menem. Milei lo recupero porque le gusta despenalizar cosas, lo trae porque sabe que es maldito. Sabe que sobre eso puede hacer un poco de show.
APU: Ellos juegan mucho sobre símbolos que son parte del peronismo pero incómodos para el kirchnerismo (puede ser Menem o Rucci). Porque lo que pasó es que son temas sobre los que se hablaron poco durante los últimos años.
PT: El libro en parte tiene que ver con eso. Todos los autores fuimos adolescentes en los 90 y antimenemistas. La gran mayoría somos peronistas. Se trató de volver desde ese lugar porque nos parecía mal esa cancelación de Menem para la historia del peronismo.
APU: Y Milei hace su propia recuperación, muy particular.
PT: Cavallo les dice que se están sobregirando. Es muy de esta época, donde parece que algo se enuncia y ya pasó. Muestran la foto de Rosario a lo Bukele y creen que ya está, se resolvió el problema.
APU: ¿En esa recuperación del menemismo, te parece que hay un intento de Milei de convocar desde diferentes tradiciones liberales?
PT: Menem se veía a si mismo como un pacificador. Trae los restos de Rosas, se abraza con Rojas, los indultos. Milei lo levanta a Menem para otra cosa, para antagonizar mucho más. No hay un fin de la historia, sino repetición de la conflictividad. Menem es un tipo raro, porque es peronista y liberal. Es incómodo para el peronismo y es incómodo para el antiperonismo. Hoy la agenda de Menem está porque es parte de la sensibilidad social, pero siempre va a ser un personaje difícil.
APU: En el libro se destaca la capacidad política de Menem, para hablar, negociar, sumar a todo el mundo. ¿Milei es otra cosa?
PT: Cuando asumió, Milei se dio cuenta que la casta estaba golpeada y fue por ella. Por eso, se llevó toda la fórmula presidencial del PRO, sin consultar a Macri. Con el peronismo de Córdoba hizo lo mismo. Se pensaba que podía hacer una coalición con pedazos del PRO y del peronismo. Eso no se mantuvo y ahora se volvió para atrás. Ahora, se habla de un acuerdo de nuevo con Macri, pero Milei sabe, y tiene razón, que firma ese acuerdo y se termina su poder (como pasó con Alberto). Entonces, ¿qué? Porque la opción autoritaria no existe porque los militares ni quieren ir a Rosario. ¿Qué le queda? Mantener la tensión, la popularidad y ver si puede bajar inflación. Menem hizo una cosa diferente: sumó inmediatamente a toda la renovación que lo había enfrentado. Con todo el peronismo detrás, le costó un año y medio ordenar. No es fácil hacer una reforma así, no se hace a golpe de tuit. El hace el show con el cierre de Télam y el INADI, pero hay que ver qué queda realmente de esos cierres.
APU: No se lo ve a Milei con ganas de cambiar su estrategia.
PT: No sé si puede, tampoco. Él piensa, y tiene razón en parte, que si él se sienta con Pichetto y Macri pierde su particularidad. El tema es que no tiene un esquema alternativo. Tiene que econtrar una forma, de no perder lo que es y al mismo tiempo poder consolidar cambios. Estamos a 100 días y no cambió nada.
APU: La política implica gestión.
PT: La política no se hace con tuits. Cambiaron las formas y la comunicación, pero la política existe. El tema es que si le va mal, no estoy tan seguro de que le vaya mal a todo el gobierno. La vicepresidenta Victoria Villarruel tiene mucha popularidad. Más que él.
APU: Villarruel sí parece más propensa a negociar.
PT: Proviene del partido que más gobernó Argentina, que es el partido militar. Es una escuela de gobierno como el PJ.
APU: La salida no va a ser por izquierda, si esto fracasa. ¿Qué debe hacer el peronismo?
PT: El peronismo debe renovarse pero eso lleva tiempo. Es una renovación de nombres y de ideas. Mirá el peronismo cordobés y ahí hay una tensión en su relación con Milei porque Milei sacó muchos votos en Córdoba. Está la tensión que siempre vuelve para el peronismo cordobés entre salir y quedarse. Hoy hay dos focos del peronismo, uno de la provincia de Buenos Aires, con Axel Kicillof, y otro en Córdoba. Son dos modelos nítidos. Las dos provincias tienen problemas propios de una gestión en tiempos de ajuste. Después está Juan Grabois, que es otra cosa y no gobierna nada. Grabois tiene un pie en el kirchnerismo y uno en otra cosa. Me parece que el peronismo tiene que discutir más, airearse más. Diría que en vez de juntarse tiene que dividirse un poco más para que esa discusión se pueda dar. No se va a resolver la discusión del liderazgo en dos meses. Lo mejor que puede hacer el peronismo es asumir esa discusión de cara a la sociedad. Hoy, Milei avanza en una especie de vacío. Cierran universidades y no pasa mucho. Hoy tiene espacio social para sus políticas. Le falta expertisse política, pareciera. Por supuesto, la economía va a ser el tope del humor social.
APU: Por ahora la calle está relativamente tranquila pero puede cambiar si la economía no cambia, o no?
PT: Está muy atado a la caída de la inflación. Tiene todavía respaldo social pero hay que ver. Pasa algo con Milei que parece tener la tentación de tratar de contener mucho a su base social más intensa, que es su única retaguardia. No tiene a dónde volver. No tiene partido, no tiene distrito. Tiene una nueva identidad. Tal vez se quede en eso, darle manija a la batalla cultural, que reafirme esa identidad, sin logros concretos. Pasa mucho acá y en el mundo.
APU: Mientras, Milei algo cambia, porque habla de formadores de precios, se reúne con los dueños de los supermercados. Abandona algo de su discurso de libre mercado.
PT: Vamos a ver tal vez un perfil más heterodoxo. Para mi le convenía a Milei haber aprobado algo de la ley ómnibus y del DNU, para que estemos en este momento discutiendo con sus reglas. Y no esta cosa de que no sabemos qué pasa, a 100 días de gobierno.
APU: Prefirió decir que la casta no lo dejó.
PT: Pero eso cuánto dura. ¿Un año así? La gente quiere resultados. Hoy tiene margen, porque la gente le sigue pasando factura a lo anterior. Pero hay un tema ahí: porque uno podría decir, tuviste a toda la casta regalada, por el piso, una sociedad que banca un ajuste duro, y no te salió. Bueno, hacete cargo. Después, está la sustentatibilidad del ajuste. Si vos ajustás no pagando la luz, eso no es sustentable, porque mañana lo vas a pagar. No se puede pisar todos los gastos todo el tiempo. Eso es lo que le reclama el FMI. Y algo del Pacto de Mayo tiene que ver también con eso, con mostrar cierto nivel de acuerdo en relación a lo que se hace. Eso también le pide el FMI. Pero ese pacto qué es, cómo se come. No hay hoja de ruta.
APU: Ante este contexto tan complejo, no se puede evitar la pregunta: ¿Llega a fin de año?
PT: Voy a responder en abstracto para evitar meterme en el tema. La Revolución Francesa empezó y tardó mucho en consolidarse, cuando vino Napoleón. En el medio, hubo muchas formas de gobierno que fracasaron. Lo que creo es que después de Milei no hay restauración de la casta. No se vuelve para atrás. Que es lo que piensan mucho, eh. Si ves la crisis argentina solo apareció como novedoso La Libertad Avanza, nada más. Hay cuestiones del sistema político que cambiaron definitivamente. Se necesita una oposición del presente, no del pasado. Volviendo a lo que charlamos sobre Menem, ahí había un orden, por eso se reformó la constitución. Esto es caos. Sabe lo que quiere desenchufar, pero no lo que quiere enchufar.
"El peronismo debe renovarse pero eso lleva tiempo. Es una renovación de nombres y de ideas (...) Lo mejor que le puede pasar es dividirse todavía un poco más"