Salta: el enojo del gobernador Urtubey por la movilización indígena a Buenos Aires
Por José Cornejo
- ¿Sos pelotudo? No, en serio, ¿vos sos pe-lo-tu-do o te hacés? Te dije que estuvieras encima de Quiróz. Te dije que es un quilombero. Ahora no le alcanza con hinchar las pelotas en Tartagal, sino que se va a la Capi. Justo lo que quiere Macri, un nuevo campamento indio frente a la Casa Rosada.
El gobernador salteño y precandidato presidencial Juan Manuel Urtubey perdió la compostura. La carótida izquierda inflamada le indicaba a Luis Gómez Almaraz, ministro de Asuntos Indígenas, que no continuara su argumentación. El resto de los secretarios ministeriales tragaba saliva. Genuflexo con el gobernador, Gómez Almaraz se iba a desquitar con ellos ni bien se retirara el gobernador. Siempre y cuando conservara su cargo, claro.
- Me parece bien que lo tengas con vos a Indalecio Calermo (vocal del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta). Pero a ver si lo entendés: es tu empleado. No te compres sus internas. A Quiróz también le tenés que dar pelota. O metelo en cana, como hizo Morales, qué sé yo. Pero que no rompa más las pelotas. Ah, y decile a Calermo que se saque de encima al impresentable de Salas.
El ministro sabía a qué se refería Urtubey. El muy oficialista diario El Tribuno publicó en diciembre una foto de los tres, Gómez Alcaraz, Calermo y Dino Salas luego de abrirse un procedimiento por trabajo esclavo contra Salas. “Trata laboral” matizó el medio. También sabe que las comunidades del chaco salteño garantizan abultadas victorias electorales y que tiene una larga tradición levantisca. Allí comenzaron los piquetes (“los fogoneros”) a mediados de los 90s. La opción punitiva, mejor retrasarla.
- Llamame cuando hayas arreglado esto. Dale, no quiero hacerte aka.
Suavizado, terminó el monólogo del gobernador Urtubey. Gómez Alcaraz siempre se mantuvo con perfil bajo. Fue segundo del Ministerio de Derechos Humanos mientras este existió (finalizó junto con el gobierno kirchnerista). Luego ocupó la muy técnica Dirección de Personería Jurídica hasta alcanzar el flamante ministerio de Asuntos Indígenas.
El ministro tiene una parada difícil. Es el principal responsable de acordar con Alejandro Quiróz y el resto de los salteños movilizados con el menor quilombo posible. Complicado, porque los del Chaco salteño saben que la publicidad de sus miserias es su mejor carta. El sueño presidencial de Urtubey pesa sobre él.