"Se utilizó a Tucumán como plataforma para introducir la figura del fraude a nivel nacional"
Por Enrique de la Calle
APU: Pasó de todo en Tucumán desde el domingo. En primer lugar, un triunfo esperable de Manzur (de hecho las encuestas previas daban números similares). Después, las críticas por supuesto "fraude", las marchas opositoras, la represión policial. ¿Cómo explica ese encadenamiento de hechos?
Ricardo Tasquer: Las denuncias de fraude fueron aventadas aun antes de los comicios. Inmediatamente luego de las PASO, cuando la disputa se circunscribió a lo provincial –y habiendo visto los números del FpV, que solo perdió frente a Cambiemos en Yerba Buena, nuestro San Isidro local–, Cano y el radicalismo todo, Macri cuando vino a apoyar la fórmula del Acuerdo por el Bicentenario, se dedicaron a preparar el terreno para desconocer y deslegitimar el resultado. Pero es, en parte, lo que viene ocurriendo desde siempre. En esta ocasión, la diferencia estuvo en que se utilizó a Tucumán como plataforma para introducir la figura del fraude a nivel nacional, pensando en octubre. Aunque funciona a varios niveles, siendo uno de ellos el circunscribir la disputa en términos peronismo/antiperonismo. Peronismo como sinónimo de todo lo malo, claro.
APU: ¿Coincide en esa mirada que describe las dos manifestaciones como fogoneadas por "opositores y medios"? ¿O detrás de ellas se pueden encontrar otros elementos para reflexionar sobre la política y sociedad tucumanas?
RT: La manifestación estuvo fogoneada, eso fue claro. No solo por la irresponsabilidad de políticos de la oposición, medios y periodistas, sino por el activismo digital también. Me tocó sufrir el accionar de los trolls en Twitter, me llegaron cadenas de whatsapp con mentiras, si entrabas a Facebook era el festival de las imágenes diseñadas. Ahora, todo eso necesariamente actúa sobre una base fértil que es el descontento que movilizó distintos cacerolazos desde el 2012, y por distintos motivos. Agregaría, además, que en San Miguel de Tucumán o Yerba Buena se replica ese espíritu porteño, que no comprende al interior. De la provincia de Tucumán, en este caso.
APU: ¿Cómo analiza la reacción política del oficialismo, sea Alperovich, Aníbal Fernández o Scioli?
RT: En principio, creo que no esperaban tamaña reacción, en el sentido amplio de la palabra. Las declaraciones de Aníbal fueron poco felices (me refiero a eso de que estaba durmiendo). Alperovich responsabiliza a las fuerzas policiales por la represión, lo cual es preocupante pero cierra si recordamos la sedición policial de 2013. Las policías continúan siendo organismos a ser reformados, modernizados y adecuados a los términos de la convivencia democrática. Scioli, para mi gusto, debería condenar con mayor énfasis este intento por deslegitimar la voluntad popular, pero se entiende que se encuentra en plena etapa electoral y debe apelar al voto de toda la ciudadanía.
APU: ¿Qué información tiene sobre lo que ocurrió con la quema de urnas?
RT: Estos hechos ocurrieron en Sargento Moya y en San Pablo. En Sgto. Moya está detenido, como autor del hecho (quema de dos urnas), un candidato del radicalismo. En San Pablo, la información que tengo es que se trató de un hecho circunscripto a la interna entre facciones del oficialismo, habilitadas por el sistema de acoples. Un dato de color sobre Sargento Moya: se trata de una localidad fundada por Antonio Bussi en su etapa como gobernador de facto, con el objetivo de poblar un área que era asentamiento de focos guerrilleros y fue nombrada así por uno de los soldados caídos durante el Operativo Independencia.
APU: ¿Cree que este escenario instalado en torno a la posibilidad de irregularidades en la elección va a ser importante en octubre?
RT: Evidentemente va a ser un tema de campaña, y formará parte de la propuesta de Macri en base a la implementación intempestiva que hizo de la Boleta Única Electrónica en CABA (un sistema más susceptible al fraude, si me preguntan a mí). Formará parte, además, de un intento por deslegitimar el acto electoral y, en consecuencia, la voluntad popular. Es lo que ocurrió en Tucumán. No creo que estemos habilitados a pensar que terminaría en octubre o noviembre, si ganara el PJ-FpV, y el ejemplo cercano de Brasil debería ser alerta suficiente. Funciona en otros niveles también: para la captura de votos en la región núcleo y en los grandes centros urbanos, para hacer eje en el clivaje peronismo/antiperonismo y en el republicanismo como promesa de institucionalidad. Un modo de bajarle el techo a Scioli en los lugares citados y subirle el piso a Mauricio. La primera sección electoral de nuestra provincia es un claro ejemplo: en las PASO del 9 de Agosto, Scioli ganó en San Miguel de Tucumán 42% a 26% sobre Macri (UNA acumuló 22%). En las elecciones del pasado domingo, en cambio, Cano triunfó sobre Manzur 55% a 36% en la misma capital. Realidades locales explican también ese viraje, pero buscan asociar a Scioli con el fraude para pescar en ese electorado, que votó en un sentido en la nacional y en otro en la provincial.