Ante un modelo económico y social insustentable, por Juan Manuel Ciucci
“Creemos que una fuerza opositora a este modelo económico y social que todos sabemos insustentable necesita poder ampliar su base de crecimiento, y para ello es necesario ser generosos, inteligentes. Pero sobre todo comprender que sólo la unidad de los que pensamos que otra Argentina posible no solamente se debe sino que además es necesaria, es lo que nos lleva a privilegiar esa unidad por sobre las diferencias parciales”.
Cristina Fernández de Kirchner, 22 de Octubre 2017
En medio de un discurso que parecía inverosímil, quizás ante tantos triunfos que guardamos en la memoria pero real ante las derrotas que venimos arrastrando, lo dijo. Fue casi al pasar, como quien está por decir algo de mayor trascendencia, y entiende que este dato que sustenta lo que vendrá no debe eclipsar aquello que quiere transmitir.
En una noche de derrota, el mensaje era el de la unidad, algo que debería ser(nos) una obviedad teniendo al hijo de Franco como presidente. En cambio esto otro que también dijo Cristina no parece quedarnos tan claro cuando intentamos pensar este angustiante presente. Y me parece fundamental remarcarlo, para poder accionar en este tiempo por venir: “este modelo económico y social que todos sabemos insustentable”.
Una afirmación así debería ser seriamente discutida, para caracterizar correctamente este proceso de reorganización nacional que en este lunes negro quieren presentarnos como el futuro de la Argentina. Ya hacen cuentas unos cuantos del tiempo que se podrá quedar Mauricio en la Rosada, o si será ya en 2019 que María Eugenia intente romper el maleficio contra quien gobierne la Provincia de Buenos Aires y quiera luego ser presidente (¿o será que sufren tan sólo los hombres ese castigo?).
Si el modelo que está imponiendo la derecha cambiaria es “insustentable”, las tesis de una “derecha democrática” que vino para quedarse no nos sirven demasiado. Más bien hay que pensar que para sostenerse, deberá extremar la faceta antidemocrática que ha desplegado con ganas en estos 22 meses de gobierno. Así veremos en estos días cómo se acentúa el ajuste que algunos economistas plantean como gradual, ante las resistencias que ha logrado esgrimir la organización popular. Y ese ajuste sólo puede imponerse con represión. Los niveles organizativos deberán ser seriamente discutidos, entonces, para enfrentar como se debe a un gobierno de este tipo.
El nivel de endeudamiento, de primarización de la economía, de desindustrialización, de ajuste con inflación y recesión, no permiten vislumbrar una salida decorosa para Cambiemos. El modelo neoliberal exprime hasta romper, y maximiza sus ganancias justamente en las peores crisis, veremos cuál es el plazo en que logra (o quiere) sostenerse. “Creemos en la necesidad de la unidad de las distintas fuerzas políticas que creen que este modelo político y social de ajuste solamente puede causar dolor a la inmensa mayoría del Pueblo”, dijo también Cristina.
Esta insustentabilidad también nos exige una decidida acción en contra del gobierno de Cambiemos: no es una empresa la que están por fundir, es a la Patria a la que planean volver a destruir. En los ciclos que nuestra historia atraviesa, volvemos a enfrentarnos a quienes apuestan al saqueo, luego de un proyecto político y social que recuperó al país de la devastación a la que lo llevó el menemismo y la primera Alianza.
“Tenemos una gran responsabilidad, y la vamos a asumir con determinación y energía: aquí no se acaba nada, hoy aquí empieza todo”, dijo. Luego de ponerse la campaña al hombro y volver a demostrar que es la mejor de las/los nuestras/os, Cristina sabe que debe además insuflarnos el espíritu para encarar la pelea que se nos viene. Es un tanto injusto ya seguir pidiéndole tanto a Ella. Con el diario del lunes reafirmo algo de lo ya dicho: no era ahora que debía ser nuestra candidata.
Pero aquí estamos, y no son tiempos para tanta duda. Necesitamos construir un diagnóstico claro de lo que enfrentamos, de lo que somos, y de hacia dónde vamos. Pero si algo queda claro, es que no hay lugar para el desánimo, ni el arrepentimiento. Ante esta mole que nos intentará arrasar, no queda más que resistir y organizar al campo popular. Hoy más que nunca se torna fundamental militar, políticamente, socialmente, culturalmente. No es tan claro el mejor lugar para hacerlo, un tanto dispersos puede ser que andemos. Pero, creo, contamos con una ventaja fundamental, que en tiempos tan malos o peores que estos nos faltaba: tenemos conducción. Es tiempo, ya, de estar a su altura.
RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs).