El Banco Central sigue creando pesos mientras Argentina no crea riqueza: ¿Por qué?

En los 60 días desde la salida de Martín Guzmán y en base a datos elaborados a partir del Informe Monetario del Banco Central, ya creamos pesos por el 11% del crédito al FMI. 

No porque el dinamismo de sectores exitosos de la economía genere demanda de pesos, sino por la incapacidad colectiva de utilizar al ahorro genuino en inversión. Mientras, en la Argentina escasea el empleo de calidad y aumenta la carencia de bienes y servicios. 

Millones de familias quisieran pagar en cuotas una vivienda o la urbanización de sus barrios, y decenas de miles de empresas invertirīan dichosas en ampliar sus instalaciones, pero el excedente de pesos se utiliza para crear más pesos.

Hay un paradigma que supone que el gasto público es un insumo para la creación de riqueza, y ninguna de las fuerzas políticas en ejercicio de gobierno local, articula el aprovechamiento de esa masa de recursos que hoy supera los 7 billones de pesos.

Este ahorro que se le presta al BCRA es equivalente a 51.000 millones de dólares que "existen pero nadie pide", para poner al país a producir, lo que el país requiere producir, y consumir.

Por citar un ejemplo rápido: en educación, salud y seguridad, hay más de 2 millones de trabajadores que cobrarán su sueldo los próximos 10 años como lo hicieron los últimos 10. Cada persona que cobra $100.000 mensuales, cobrará en 120 sueldos + 10 aguinaldos, 13 millones de pesos en 10 años. 

Y, sin embargo, ningun municipio argentino busca en el mercado de capitales recursos para que el 50% de esa gente pague una linda vivienda en un lindo barrio en cuotas, y la construyan las cientos o miles de empresas que se ponen en marcha cuando se hace un país.

Estamos chiflados. Algunos más y otros menos, pero "todos" estamos chiflados. No sabemos por qué nuestra saga épica tiene el tono de una muy mala comedia. 

El BCRA es "la estrella de la muerte" de la economía local y el cambio de ministro dejó en claro que no hay Jedi a la vista, tal vez porque los Jedis no existen. 

Sería muy bueno que de los 2.300 intendentes, al menos 1.000 quisieran hacer algo serio y poner las prerrogativas e incumbencias institucionales del Estado para que la población, harta de inacción y carencias innecesarias, pueda utilizar su energía laboral, creadora y productiva, sin un centavo de gasto público, creación de dinero sin sentido y discrecionalidad en el uso de los recursos.

El imperio de la estanflación está reloaded y como en las pelīculas de terror, el gran temor es si continuará...