Feminismo y peronismo: la necesidad de una actualización doctrinaria urgente, por Rocío Cereijo
Por Rocío Cereijo
La dirigente sindical Estela Díaz reunió a conductoras políticas, economistas, comunicadoras, filósofas, abogadas, sociólogas, historiadoras, antropólogas y educadoras; y compiló sus reflexiones entorno a los movimientos feminista y peronista. Feminismo y peronismo. Reflexiones históricas y actuales de una articulación negada publicado por la editorial de la Universidad Nacional de La Plata Edulp fue presentado en el Sindicato de Luz y Fuerza de la capital bonaerense por la compiladora, Florencia Saintout, Victoria Tolosa Paz y Cristina Álvarez Rodríguez.
Se trata de un texto polifónico integrado por quince artículos donde, desde una perspectiva descolonizadora y latinoamericanista, se abren discusiones a partir de la premisa de Eva Duarte de “trazar nuestros propios caminos, dentro del cauce vibrante de todo un pueblo que marcha en la senda de superación de sus problemas colectivos”. Las autoras proponen un recorrido que va de una historización política a una recopilación de la trayectoria de referentes feministas argentinas, hasta una problematización de la doctrina peronista, con el fin de “despatriarcalizar las organizaciones”. En relación a este último punto, Juan Domingo Perón dijo en el Manual de conducción política que “una doctrina hoy excelente puede resaltar un anacronismo dentro de pocos años, a fuerza de no adaptarse a las nuevas necesidades”.
A lo largo de cuatro capítulos, y tras aclarar que no se trata de una obra acabada, analizan el carácter feminista del movimiento nacional, popular y democrático peronista, tal como lo expresó la expresidenta Cristina Fernández durante el debate por el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo en 2018 en la cámara alta. Flavia Delmas escribe en el artículo que es parte de esta publicación, que en este momento histórico lo político exige “que todo se dé vuelta, que nada quede en su lugar y que cambie desde el valor de la palabra hasta las formas mismas de conducir, desde las estructuras orgánicas hasta la toma de decisiones”.
El primer capítulo está enfocado en los aspectos históricos y a su relación con el presente: incluye los textos de Dora Barrancos, Adriana Valobra, Susana Sanz, Juliana Marino y la propia compiladora. El segundo contiene un grupo de ensayos ligados a la teoría feminista, escritos por Graciela Morgade, Flavia Delmas y Florencia Saintout. En el tercero las autoras ponen el foco en las políticas públicas, legislaciones, mecanismos institucionales a partir del análisis de Virginia Franganillo, Claudia Bernazza y Mara Brawer. Finalmente, en el cuarto y último, Cristina Álvarez Rodríguez, Lucía García, Julia Pascolini y Paloma Baldi (integrantes de la Agencia Paco Urondo) proponen una discusión sobre la actualidad y el impacto del feminismo desde una perspectiva popular.
Una presentación a cargo de mujeres feministas
El cupo en las mesas y actos peronistas suele ser limitado para las mujeres y disidencias sexuales, y abundan aquellas actividades protagonizadas por varones a los que esta situación de privilegio todavía no pareciera incomodarlos. Lentamente y con la continuidad de las luchas feministas, estas fotografías anacrónicas dejarán de ser tan frecuentes, como el caso de la presentación de este libro, a cargo de cinco mujeres feministas y peronistas. En un colmado Sindicato de Luz y Fuerza platense, hablaron la secretaria de Igualdad de Género de la Central de Trabajadores de la Argentina, Estela Díaz; la diputada provincial y candidata a intendenta de La Plata, Florencia Saintout; la concejala local, Victoria Tolosa Paz y la diputada nacional, Cristina Álvarez Rodríguez.
Estela Díaz habló de las dos temas principales que aborda este libro y afirmó que durante su realización "sentíamos que había una construcción de sentido común que eran temáticas disociadas. Empezamos a debatirlo y a ver cómo había un hilo de la historia que, no exento de tensiones, planteaba más encuentros que desencuentros". En esta línea, reivindicó las dos grandes lideresas que parió este movimiento y destacó la importancia de reflexionar sobre "el justicialismo, el peronismo y el feminismo desde una perspectiva popular para enlazarse y encontrarse en esa historia"
Victoria Tolosa Paz dijo que "el feminismo es peronismo porque es justicia social" y agradeció la escritura de estos ensayos que reúnen "parte de la historia de nuestro movimiento; pero, también, herramientas para el debate que tenemos que dar fuerzas dentro de nuestro movimiento". Respecto del rol de la expresidenta, señaló que es quien les "inculcó la vocación enorme de hacer política" y destacó la paridad en las listas de Unidad Ciudadana, propuestas por Fernández aún antes de la sanción de la ley.
Cristina Álvarez Rodríguez remarcó lo que “permite unir los planetas del peronismo y el feminismo", en relación a la característica identitaria que comparten en pos de la búsqueda (en sentido activo y permanente) de la justicia social. Respecto de esta similitud, remarcó dos cuestiones: "El principio de igualdad y el principio de solidaridad, en el peronismo; Paridad y empatía, en el movimiento feminista". Sobre la paridad destacó que “no sólo por las listas para tener justicia representativa; sino, también, en todos los ámbitos de nuestras vidas. La democratización de los espacios familiares es fundamental".
Florencia Saintout estuvo a cargo del cierre y dijo de cara a las elecciones de octubre: “Nuestro gobiernos nacional, provincial y local van a ser esencialmente populares. No hay posibilidad de que un gobierno popular no sea feminista”. En esta línea remarcó que su principal objetivo es que las personas que habitan La Plata “estén cada día de nuestro gobierno un poco más felices de lo que estuvieron el día anterior”. “El feminismo tiene enormes desafíos donde no hay que pensar, únicamente, cómo hacemos con una agenda del dolor de la emergencia. Sino, también, como vamos construyendo, al mismo tiempo, una agenda que los permita ser cada día más libres, más gozosas”, concluyó.
Reformarse a sí mismos
El inminente cambio de gobierno exige reformar la doctrina peronista y continuar con la propuesta de la principal referente actual del peronismo, quien aclaró que para ser un movimiento nacional, popular y democrático que brega por la justicia social, es ineludible su carácter feminista. Para ello, los varones que integran el movimiento deberán redoblar su esfuerzo o correrse a un lado si no pueden estar a la altura de lo que sostenía Perón: “Las reformas se hacen reformando y comenzando a reformarse a sí mismos porque es muy viejo y conocido el método que encara la reforma por la reforma de los demás, y ya nadie cree en aquel que predica de una manera y obra de otra”.
En el ensayo que escribió para esta publicación, la comunicadora Juliana Marino sostiene sobre este punto, que en el seno del justicialismo emergen las contradicciones porque las mujeres y disidencias sexuales que militan dentro de los partidos asumen la “condición de género como un elemento fundante de nuestra identidad política, pero la identidad partidista es homogeneizadora y no soporta identidades particulares. Y, entonces, ocurre que si las mujeres reivindican sus derechos, se piensa que están dividiendo la política, al partido o al movimiento democratizador”.
Es entonces, que este desafío, exige un compromiso ineludible de los muchachos peronistas que deberán asumir su lugar de privilegio para iniciar un interminable proceso de deconstrucción. Un camino tan “doloroso y complejo”, como aliviante y liberador, en palabras de Marino. Pero para llegar a este punto, la tolerancia a quienes ejercen cualquier tipo de violencia de géneros y los micro y macro machismos deben ser nulos para las organizaciones que pretenden despatriarcalizar sus prácticas. Transformar la política y lo político exige comprender, de una vez por todas, que lo personal es político.
Las coordinadoras del área de géneros de este portal, Julia Pascolini y Paloma Baldi, escriben el último artículo de Feminismo y peronismo. Reflexiones históricas y actuales de una articulación negada y convocan a pensar la comunicación popular al servicio de los feminismos populares. Pierden la vergüenza de hablar de temas que el patriarcado intenta invisibilizar “cuando se es mujer, trans/travesti, torta, puto, bisexual, intersexual, género fluido, pobre, racializade, ‘muy joven’ o ya ‘demasiado grande’”. Para nosotras la sororidad; pero “¿Qué pasa con ellos?”, se preguntan y abren un debate que provoca, rompe, desarma y arma; pero que, sin lugar a dudas, espera, atento, una respuesta.