Cresta Roja: represión y sospechas de corrupción empresaria
Por Redacción APU
La empresa Cresta Roja es la segunda avícola más grande del país, después de Tres Arroyos. La marca de los hermanos Rasic abastecía al 13% del mercado avícola local. La crisis de la empresa, que terminó con despidos, protestas y represión, tiene entre sus causas fundamentales el desmanejo empresario.
¿Corrupción empresaria?
Durante los gobiernos de signo kirchnerista, la empresa se vio beneficiada por los mencionados Créditos del Bicentenario y subsidios millonarios que le permitieron crecer y aumentar su producción.
A partir de 2008, el Estado empezó a subsidiar al sector como parte de su política de contención de precios internos. Si bien para 2011 los subsidios dejaron de llegar, desde sindicato de la Industria de la Carne y sus Derivados del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la Provincia De Buenos Aires (Sicgbal), denunciaron que los empresarios “pagaban sobreprecios, como la plata no era de ellos la derrochaban”.
Al desmanejo de fondos (en el primer semestre de 2014 emitió 335 cheques sin fondos por más de $ 43 millones), se sumó la crisis económica venezolana a partir de la cual se derrumbaron los términos preferenciales de intercambio comercial: el país bolivariano pagaba 42% más por los pollos que cualquier otro importador de la región por una tasa de riesgo ante eventuales demoras en los pagos.
Los delegados sospechan por lo bajo del robo de subsidios por parte de los empresarios. En el mismo sentido, la gobernadora bonaerense Maria Eugenia Vidal sembró dudas sobre el asunto. "Los Rasic deben explicar qué pasó con los subsidios millonarios", señaló. En el gobierno de los gerentes, uno de los primeros conflictos gremiales se encuentra teñido por sospechas de corrupción empresaria.
Pegar y dialogar
El malestar obrero estalló en conflicto en febrero de este año a partir de atrasos en las liquidaciones de sueldos y pagos fragmentados del aguinaldo. A lo largo de los meses siguientes se sucedieron los cortes y marchas por el reclamo, aunque la campaña electoral se llevaba todas las miradas.
En las últimas semanas de este 2015, las nuevas medidas de fuerza adoptadas por los trabajadores pusieron en el centro de la escena el conflicto. La semana pasada, recibieron la expresión de solidaridad del Plenario de Secretario Generales de la CGT, que se reunió el viernes y mencionó la lucha de Cresta Roja en su documento final.
Recién a partir de la represión por partida doble ejecutada por la Gendarmería, organizaciones y dirigentes del espectro peronista-kirchnerista se expresaron a favor del reclamo de los trabajadores, con énfasis en el repudio a la represión.
El bloque de diputados nacionales del FPV se expresó sobre el hecho y sentenció a través de un comunicado: "Este modelo liberal ortodoxo del presidente Macri no cierra sin represión de los trabajadores".
“Un nuevo camino”
La jueza Valeria Pérez Casado decretó por la tarde del martes la quiebra de la avícola Cresta Roja. Formalmente, la administración de la empresa dejó de ser de la familia Rasic y empezará a ser administrada por los síndicos que el juzgado nombró.
A través de su falló la jueza pidió la intervención de los ministerios para sostener las fuentes de trabajo a través de pedidos concretos a los distintos ministerios competentes en la materia.
Tras la reunión con el Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, los trabajadores decidieron levantar en forma momentánea las medidas de fuerza y acordaron el pago de $6000 por trabajador a partir de enero y bolsones para las fiestas.
"Medianamente la respuesta es favorable, comenzamos un nuevo camino”, aseguró Cristian Villalba, delegado de la empresa, que espera una resolución definitiva para las 5 mil familias obreras afectadas.
En comunicación con Basta de zonceras (versión radial de APU por AM 740) el delegado Julio Gramajo enfatizó: “Estuvimos ayer con muchos ministros poniéndole el pecho a lo que es la situación”.