CTEP Tandil inauguró su obrador al costado del Arroyo Langueyú
Comunicado de la CTEP Tandil
Durante la jornada, y luego de los discursos y la bendición por parte del padre Marcos Picaroni, los trabajadores y principales referentes de CTEP realizaron una asamblea, hubo un almuerzo comunitario con los vecinos, espectáculos musicales y actividades para los más chicos. Además, la fotógrafa Julieta De Pian expuso una serie de veinte imágenes en las que se refleja el trabajo sobre el arroyo y el proceso de construcción del nuevo galpón. También se proyectó un corto documental con testimonios de los trabajadores durante el desarrollo de la tarea.
Nacho Lacovara y Marina Ramos fueron los encargados de llevar adelante el acto, del que participaron el tandilense Gildo Onorato, dirigente nacional de CTEP y secretario nacional de Políticas Sociales del Movimiento Evita; y Patricia Iribarne, referente de CTEP Quilmes, de importante colaboración para el surgimiento de la cooperativa. “En el momento que estamos viviendo, con un Gobierno neoliberal que piensa en el que más tiene y no en el trabajador, nosotros seguimos avanzando, no nos caímos, estamos organizados y el mejor ejemplo es este lugar”, expresó Iribarne sobre la apertura del espacio.
Por su parte, Onorato consideró que ante este tipo de muestras se puede “reafirmar que el trabajo de interés social está creciendo en la Argentina, porque se lo inventan los propios trabajadores, aquellos que están sufriendo y buscan la supervivencia a través del trabajo, el único ordenador social”.
“La CTEP nació por los que sufren y los que pelean. Después fue (el Papa) Francisco el que nos dio un sentido mucho más importante. Nos dijo: Techo, Tierra y Trabajo. Nos conmueve y nos da la vitalidad para la pelea”, manifestó.
El dirigente llamó a “garantizar las banderas históricas del movimiento obrero organizado” ante el preocupante número de que, en la Argentina, “el 50 por ciento de los trabajadores son desocupados, están en la informalidad o se inventan el trabajo a través de la economía popular”.
“Los compañeros que se inventan su trabajo deben ser reconocidos como lo que son. No son planeros, no son piqueteros, no son subsidiados. Son trabajadores y trabajadoras que se rompen el alma para llevar un pedazo de pan a su casa, y a eso hay que decirlo con orgullo”, subrayó.
Lacovara, precandidato al Concejo Deliberante por el Movimiento Evita, destacó “la lucha encomiable” que llevan adelante los vecinos desde hace años, y los trabajadores día a día en la limpieza del arroyo. También valoró al Centro de Prácticas de la Carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional del Centro, que dio el puntapié inicial para organizar la demanda de la barriada y que esto se traduzca, con los años, en el saneamiento del cauce.
Luego Nicolás Carrillo, referente local de CTEP y el Movimiento Evita, hizo hincapié en la importancia de poder generar puestos de empleo a través de este tipo de iniciativas: “Dicen los misioneros que tener pan y no tener trabajo es una humillación. Y que tener trabajo y no tener pan es una explotación, algo que está pasando hoy en nuestros barrios con quienes no pueden llegar a fin de mes y necesitan ayuda”.
“Nuestra respuesta desde la CTEP es transformar las ayudas en puestos de trabajo de interés social –afirmó Carrillo–. Al igual que en la Cooperativa El Laurel, lo mismo ocurre en Coopeva Textil, en la Cuadrilla de Infraestructura Social, que reparará las demandas habitacionales de los compañeros y compañeras de Movediza, y en la Sala de Elaboración Comunitaria, en la misma barriada”.
Con respecto al Langueyú, consideró necesaria la generación de “promotores ambientales en Tandil, porque tenemos que trabajar para que se preserve el arroyo”.
En la misma línea, Jazmín Guillén, una de las trabajadoras de la Cooperativa El Laurel, acentuó que “queremos generar conciencia, porque hemos visto a muchas personas que vienen con sus vehículos y tiran las bolsas al cauce, perjudicando así al barrio”.
“En el arroyo se encuentra todo el descarte de los residuos de la ciudad, por eso desborda cuando llueve y contamina todo alrededor, incluso las viviendas de los vecinos, en las que ingresa el agua”, explicó.
Consideró que la cooperativa (integrada por veinte trabajadores que realizan tareas de limpieza, desmalezamiento, retiro de ramas y mejoras en general) es “un ejemplo de que se puede trabajar en el barrio y sería bueno que se sigan generando más cooperativas, para que más gente pueda acceder a un trabajo”.
En tanto, Mario Sánchez, coordinador de las tareas sobre el Langueyú, rindió “honor a los compañeros que ya no están, como Miguel Abdala, ‘Cachito’ Pellizzari y ‘La abuela’ Margó, que empujaron desde el principio. Por eso, los que quedamos seguimos peleando en su misma línea. Hace más de 14 años que llevamos adelante esta lucha”.
“Gracias al Movimiento Evita cobró impulso el reclamo, se sumó gente y hoy podemos hacer un balance positivo sobre las tareas hechas en el arroyo”, sostuvo Sánchez, y pidió a la ciudadanía que tome conciencia y no contamine el cauce con basura.
“La Cooperativa es un como nuestra ‘niña bonita’, un gran logro. Me pone muy orgulloso, sobre todo por la generación de puestos de trabajo para una franja etaria, los jóvenes, a la que le cuesta tanto acceder al empleo”, concluyó.