“Hay una gran resistencia de los empleadores a reconocer a las trabajadoras domésticas”
Por Josefina Figueroa
Juana del Carmen Britez es secretaria de Organización del Sindicato Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares y vicepresidenta de la Federación Mundial de Trabajadoras del Hogar. En el marco del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, habló sobre la crítica situación que atraviesa el sector y describió las medidas que están tomando desde sindicatos para contener y asesorar a las trabajadoras.
Agencia Paco Urondo: ¿Cuál es la situación económica y social de las trabajadoras de casas particulares durante el aislamiento?
Carmen Britez: La situación de las trabajadoras domésticas en cuanto a su economía es obviamente crítica. En nuestro país tenemos más o menos 64 mil registradas y más de 1 millón trabajadoras que están ejerciendo sus tareas laborales en la informalidad. La pandemia obviamente pegó muchísimo a nuestro sector porque están afectadas a no ir a trabajar y al haber tanta cantidad de compañeras que no están registradas, los empleadores están dejando de pagarles el sueldo o no tienen cómo adquirir una salida en este momento. Vienen de los sectores más vulnerables, lo cual es una gran problemática.
APU: ¿Cuál ha sido la reacción de la parte empleadora ante lo dispuesto por el gobierno?
CB: Hemos tenido mucha resistencia para que se respeten los derechos de las trabajadoras de quedarse en sus casas y continuar percibiendo sus salarios. Muchos empleadores han exigido la renuncia de las trabajadoras para evitar sus responsabilidades. Por eso desde nuestros equipos de trabajo (sindicato, obra social y capacitación) vamos informando a cada una de las compañeras y compañeros por el tema despidos, IFE, cuestiones legales, etc. Hay un porcentaje de empleadores que aún hoy, habiendo una ley que lo establece, no reconocen a las trabajadoras domésticas como tales. Ese es el motivo de los números de la informalidad que tenemos.
APU: El trabajo doméstico está categorizado por ser una actividad feminizada y tener altos niveles de informalidad. ¿En qué situación se encuentra hoy?
CB: El trabajo doméstico está compuesto por el 90% de mujeres y 10% hombres. Éstos últimos entran en la categoría de jardineros, de caseros y cuidados de adultos mayores, en menor medida. Es una actividad que continúa siendo altamente feminizada. En esta situación nuestro punto de vista es que es un sector que sigue sin ser reconocido. Si bien junto a algunos Ministerios estamos trabajando con la OIT y otras organizaciones internacionales, se hace muy difícil la visibilización de las empleadas domésticas como trabajadoras. Una de las acciones de política pública que debe hacer el Estado en conjunto con nuestros sindicatos es seguir visibilizando, formando y exigiendo que se cumpla la ley. Hoy no debería haber en Argentina ninguna trabajadora doméstica no registrada pero hay más de un millón.
APU: ¿El sindicato tiene trabajo en cuestiones de género?
CB: Si, venimos trabajando desde hace un tiempo. A través de la escuela de capacitación realizamos cursos, talleres y damos muchas discusiones. Para nosotros es muy importante la ratificación del Convenio 190 de Ginebra porque hemos trabajado duramente. Nuestro sector sufre diferentes violencias: la violencia laboral a través de la informalidad y el no acceso a la seguridad social; otra es la violencia doméstica dentro de los hogares. Para eso desde el Sindicato accionamos con organismos que trabajan políticas públicas pero también estamos trabajando cuestiones de género y trabajo infantil a través de talleres y formaciones.