Las PyMEs proveedoras de petróleo y gas emplean a 220 mil personas

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Las PyMEs proveedoras de petróleo y gas emplean a 220 mil personas

21 Febrero 2022

Por Elizabeth Pontoriero

Según un documento de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores y el CEP XXI, las micro, pequeñas y medianas empresas representan un papel muy importante en la cadena productiva del petróleo y el gas, en la que actúan como proveedoras locales y generadoras de puestos de trabajo. Durante el 2020, en el que participaron del sector de hidrocarburos junto a las grandes firmas, emplearon a más de 220 mil personas con salarios superiores al promedio de la economía.

A partir de un análisis llevado a cabo por la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores (SEPYME) y del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) publicado en febrero de este año, sobre la base de datos aportados por la AFIP (Régimen de Factura de Crédito Electrónica MiPyME) y del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), se comprobó que la participación de las MiPyME (micro, pequeñas y medianas empresas) en la cadena de valor del petróleo y el gas es bastante representativa.

Dado que el sector de hidrocarburos requiere de una inversión muy importante, lo más común es que el mercado esté acaparado por grandes empresas. Sin embargo, durante 2020, este escenario tuvo una importante participación de micro, pequeñas y medianas empresas que, además de actuar como proveedoras locales, dieron trabajo a 220 mil trabajadores, formando parte de las distintas actividades que se requieren para completar la cadena de valor del petróleo y el gas.

El sector “hidrocarburífero” es fundamental para el desarrollo del país, ya que tiene un efecto multiplicador en la economía al contribuir en la generación de empleo (65 mil puestos directos). Esto se debe no solo a la demanda de bienes y servicios, sino también, a que “en Argentina se ha podido construir un importante entramado de proveedores locales que evitan recurrir -al menos en parte- a bienes y servicios extranjeros”. Durante el período 2016-2021 el valor agregado bruto del conjunto de la economía promedió el 3,3%, sin embargo, este sector es muy demandante de divisas, razón por la que durante la primera década de 2010 fue deficitario en el balance externo de la economía.

A pesar de esto, en los últimos años ese desequilibrio externo disminuyó, en parte por una menor demanda y, también, por “el auge de la producción no convencional, principalmente en Vaca Muerta”, por lo que “las perspectivas para los próximos años son promisorias, con un potencial exportador muy relevante que podría jugar a favor de la disponibilidad de divisas del conjunto de la economía”, según se señala en el informe del CEP XXI y del SEPYME.

De acuerdo con este documento, en nuestro país, la cadena de valor del petróleo y el gas está controlada por 37 grandes empresas, de las que 17 se localizan en Neuquén, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires, en donde las empresas tienen sus oficinas administrativas y servicios de apoyo. Durante 2020, estas compañías emplearon a 22 mil trabajadores. Entre ellas, se pueden mencionar a la Compañía General de Combustibles Sociedad Anónima, Chevron Argentina, YPF, Petroquímica Comodoro Rivadavia, Tecpetrol, Shell, Pluspetrol o Petrolera El Trébol.

Según el estudio del SEPYME y del CEP XXI, unas 9.957 empresas proporcionan bienes y servicios a estas grandes compañías y, de ellas, 7.734 son MiPyMes empleadoras (el 77% del total), de las cuales, la mayoría, lleva más de 5 años funcionando como proveedoras en la cadena del petróleo y el gas: “Con esta antigüedad levemente superior al promedio del universo total de MiPyMEs (85%), se puede decir que la cadena de petróleo y gas está asentada también en MiPyMEs que han desarrollado capacidades productivas y de gestión”.

Entre junio de 2019 y mayo de 2021, estas MiPyMEs, que interactúan con las grandes empresas en la cadena de valor, emitieron Facturas de Crédito Electrónica MiPyME (FCEM) por servicios de explotación petrolera y gas por un total de 135,1 miles de millones de pesos, equivalente al 23,7% del total, de acuerdo con la AFIP.

MiPyMEs en la cadena de valor del petróleo y el gas

Las 7.734 MiPyMEs que proveen a las grandes empresas del sector “hidocarborífero” pertenecen a distintos sectores, así, un 36,3% corresponde a los servicios de ingeniería, arquitectura, jurídicos o de publicidad, entre otros; el 26,6% al comercio, destacándose las empresas que se dedican al mercado mayorista, como el comercio de maquinarias e insumos especializados; un 17,9% pertenece a la industria manufacturera con la elaboración de productos metalmecánicos; otro 7,1% al rubro de la construcción; el 4,3% a los servicios de alojamiento y gastronomía y un 3,7% son del rubro del petróleo y la minería, en donde brindan, especialmente, servicios de apoyo a la extracción de hidrocarburos.

De acuerdo con el documento publicado por el SEPYME y el CEP XXI, la participación de las pequeñas empresas (42%) y de las medianas (17%) es más representativa “en esta cadena que en el promedio general de la economía donde las primeras representan el 13% del total de firmas y las segundas el 3%. A la inversa, la participación de las microempresas alcanza el 37% (contra 84% en el promedio de la economía). Esto sugiere una mayor escala mínima necesaria para poder participar en la cadena de petróleo y gas”.

Asimismo, un 10% (756 empresas) de las MiPyMEs que participan de la cadena de valor del petróleo y el gas son exportadoras, lo que representa un porcentaje muy superior al de la totalidad de MiPyMEs de toda la economía del país, en la cual las que exportan representan tan solo el 1%.

En conclusión, según detalla el informe, que las empresas puedan insertarse en el mercado internacional es beneficioso porque les otorga la posibilidad “de diversificar mercados, acceder a conocimientos e innovaciones, incrementar la escala (y con ello la productividad y la competitividad) y mejorar la calidad del empleo y los salarios”, pero en el caso de las PyMEs es fundamental porque “contribuye a reducir la heterogeneidad estructural (brechas internas de productividad entre firmas de diferentes tamaños) y a mejorar la equidad en los mercados de trabajo”.