Trabajadores precarizados: entre la adhesión al paro y la necesidad de cuidar el empleo
Por Redacción APU
Antes de cada paro de trabajadores surge una cuestión que no siempre está presente en los debates sobre el empleo en la Argentina. Esta es: ¿Qué pasa con los trabajadores informales? Fuera de los convenios de trabajo, este tipo de empleados no tiene representación sindical ni posibilidad alguna de adherir a un paro, más allá de su opinión. Esa realidad da cuenta de un universo laboral diverso, donde el 40% los trabajadores está en la informalidad.
AGENCIA PACO URONDO entrevistó en los últimos días por lo menos a una decena de trabajadores varones y mujeres que se encuentran en esta situación. “El paro es inaplazable y totalmente necesario, porque la gente no tiene un mango. Hay gente que el poco ingreso que tenía hoy ya no le significa nada, y se nos burlan en la cara. Casi ninguna empresa está lo suficientemente madura o respaldada para tener una representación gremial activa y combativa, en cada manifestación convocada. Es una canallada no dejarlo a uno expresarse mediante la única arma que tenemos”, aseguró Matías, de 22 años, que se desempeña en una PYME.
“Estoy de acuerdo y no puedo porque estoy temporal y la verdad es que a la primera de cambios me pegan un voleo en el orto. Me encantaría ir y estoy en ese sector que iría por sí misma”, graficó Melina, que trabaja en una empresa grande de modo informal.
Por su parte, Patricio (26), describió: “El movimiento sindical tiene que organizarse a través de un plan de lucha para que puedan restablecerse los canales de diálogo, garantizando las conquistas que los sindicatos lograron durante la democracia”. Trabaja para una tercerizada que realiza tareas para una multinacional. Si el 6 de abril hay transporte, tendrá que presentarse a trabajar, como en cada paro, más allá de sus pretensiones.
“Imaginate que yo trabajo en negro. O sea que de los derechos laborales, gracias que tengo vacaciones. Lamentablemente adherir me implica que me descuenten el día más el presentismo lo cual tampoco puedo dejar de cobrar por una necesidad lógica”, siguió Belén, que trabaja en una PYME, uno de los sectores productivos más castigados del país por los tarifazos y la caída de la actividad.
El problema de los trabajadores que apoyan una medida de fuerza pero no pueden plegarse a ella no concluye con los informales: en muchas empresas los gremios no tienen representación, lo que expone a los empleados a decisiones complejas. “Sin gremio que me ampare dependo de la organización con mis colegas para poder adherir. Sólo ante la imposibilidad de transportarme al trabajo puedo llegar ‘a adherir’, aunque en algunas ocasiones con transportes de paro y todo tuvimos que realizar teletrabajo”, afirmó Matías, que se desempeña como contador, en relación de dependencia.