Angelici: entre los servicios de inteligencia y la justicia macrista
Por Santiago Gómez
Elisa Carrió, la dirigente de Cambiemos, fue la primera en advertir en los grandes medios de comunicación el rol que estaba cumpliendo el presidente de Boca, Daniel “el Tano” Angelici, en el poder judicial. A fines de noviembre la ex diputada nacional le solicitaba a Mauricio Macri que tomara acciones al respecto. “Necesitamos jueces independientes y Angelici se está reuniendo con jueces y fiscales”, cuestionaba Carrió no solamente desde las redes sociales sino también desde el programa de Mirtha Legrand.
Tras las denuncias públicas de Carrió, Pablo Llonto, abogado relacionado a organismos de Derechos Humanos, denunció penalmente a Angelici por estas manifestaciones que lo colocaban como el operador de Mauricio Macri en la justicia. Un puesto clave pensado en relación a la causa que hasta hace unos días tenía a Macri procesado por montar una red de escuchas ilegales. El juez federal Sebastián Casanello, finalmente le otorgó el sobreseimiento al actual presidente, que no pudo evitar ser el primer presidente electo procesado en la historia del país.
Claro que lo que hacía Carrió no era otra cosa que revelar públicamente una verdad que en los pasillos de tribunales era “vox populi”. Que Angelici se haya ganado el mote de “operador judicial” del macrismo se explica a partir de su antigua relación con jueces federales y servicios de inteligencia. Empezando por su íntima amistad con el ex Procurador General de la Ciudad y militante del PRO, Martin Ocampo. El ex jefe de fiscales de la ciudad y actual Ministro de Justicia porteño es el padrino del hijo de Angelici, compartió unas vacaciones en Miami en el 2014 con el presidente de Boca. Ocampo llegó a reconocer a los medios de comunicación que su amistad con Angelici es “de toda la vida.” Su amistad es tal que su puesto judicial se lo debe al presidente de Boca.
También se le conoce a Angelici una relación fluida con el flamante director de la AFI, Gustavo Arribas, hombre de la gestión de Macri en el club de la Ribera. Arribas, es un hombre de extrema confianza del presidente del país. El director de la AFI sufrió acusaciones por “irregularidades” en la venta de jugadores de futbol, a patir de su empresa dedicada a los negocios del futbol, Haz Sport Agency. Se lo llegó a señalar públicamente como un testaferro de Macri. Arribas y Angelici compartieron un destino en común, dos hombres de la política macrista en Boca, que fueron eyectados a las más altas esferas de los servicios de inteligencia y de la justicia.
La ex directora de la DICOM, la fiscal Cristina Caamaño, en dialogó con AGENCIA PACO URONDO había reconocido que un posible motivó por el cual el macrismo utilizó un DNU para quitarle a la Procuración General de la Nación, el Departamento de Interceptación y Captación de las Comunicaciones, era para que los servicios de inteligencia vuelvan a tener el control de las escuchas. “Se las quieren dar de nuevo a (Jaime) Stiuso. No a él en persona, pero sí a su gente. La Corte no se puede hacer cargo de las escuchas, con lo cual van a volver a estar en manos de los servicios, con todo lo que eso significa en términos de promiscuidad en las relaciones entre la Justicia y los aparatos de inteligencia.”
La relación de Angelici con los servicios de inteligencia y con Jaime Stiuso lejos de ser una conjetura está marcada por la cercanía de hombres de Stiuso a su entorno. Darío Richarte, actual vicepresidente tercero de Boca, no solo fue el número dos de la ex SIDE, sino que también es un antiguó colaborador del Stiuso. Es una de las figuras del universo de los servicios de inteligencia cercanas a Angelici. Pero las amistades y los brazos de influencia de Angelici, no acaban ahí. También se le adjudica una amistad con el juez federal Claudio Bonadío, quien participó de su mega fiesta de cumpleaños número ° 50, celebrada en el Hotel Hilton de Puerto Madero. A la fiesta también asistieron la jueza María Servini de Cubría, Enrique “el coti” Nosiglia y por supuesto su jefe político, el presidente actual de los argentinos, Mauricio Macri. La fiesta contó con 800 invitados.
La amistad de Angelici con el fiscal Carlos Stornelli, miembro de la agrupación política del presidente de Boca, no impidió que el hombre de la justicia participará como fiscal en una causa en la cual Angelici fue denunciado por el sindicato de los trabajadores de juegos de azar por “coacción y amenazas” ocurridas en el año 2011. Stornelli dirigió, junto al fiscal Raúl Pleé, la seguridad de Boca. Los fiscales cercanos a Angelici, fueron también vinculados en los medios de comunicación a la barra brava xeneize.
Jueces, espías y fiscales. Así es como Angelici, ha armado una red de influencias que lo posiciona como uno de los hombres que más ha acrecentado su tablero de poder desde el comienzo del auge macrista en el poder ejecutivo.