Declararon de "interés histórico" los bienes de Juan Perón que están depositados en el Banco Ciudad de Buenos Aires
Por Paula Viafora | Ilustración: Silvia Lucero
Tras el golpe de 1955, los bienes del presidente democrático destituido Juan Perón fueron decomisados, exhibidos e inventariados por la Escribanía General de Gobierno (en más de 1200 fojas) y luego depositados en el entonces Banco Municipal, que luego se transformó en el Banco Ciudad. Entre ellos hay corbatas del ex presidente, mocasines, 730 joyas de Evita, armas, los estribos, cabezadas inicialadas, mesitas de apoyo, medallas, vajilla, gemelos, un biombo de oro regalo de Mao, entre otros obsequios y cartas, etc. Según algunos investigadores, constituyen sólo una pequeña porción del patrimonio originario.
En los últimos años, esos bienes fueron objeto de una pelea judicial a cargo de Mario Rotundo, titular de la Fundación por la Paz y la Amistad de los Pueblos, quien asegura que Isabel Martínez, viuda de Perón, donó a esa organización los bienes en 1990 “en memoria de su fallecido esposo”. Rotundo pretendia recuperarlos para llevarlos a remate y asi obtener dinero para su institución, además de demandar al Banco Ciudad por las supuestas desapariciones y el mal estado de varios objetos. En su momento, el Banco emitió un comunicado sobre el conflicto: “No podemos disponer de esos objetos ni emitir opinión sobre los mismos porque entre los deberes del Banco como depositario se encuentra el de mantener total confidencialidad sobre los objetos dados en guarda”.
Ahora, el pasado 12 de agosto, en el Boletín Oficial, se publicó el decreto nacional 511/2021 con la firma de Alberto Fernández, Santiago Cafiero y Tristán Bauer, que dará por finalizado cualquier intento de avance sobre estos bienes. En sus principales párrafos el texto legal sostiene: “Que la COMISIÓN NACIONAL DE MONUMENTOS, DE LUGARES Y DE BIENES HISTÓRICOS, organismo desconcentrado en el ámbito del MINISTERIO DE CULTURA, en el Acta de Reunión de Comité Ejecutivo N° 9 del 7 de abril de 2021 ha resuelto proponer la declaratoria como Bien de Interés Histórico Nacional a los bienes que pertenecieran al General Juan Domingo PERÓN, depositados en el Banco Ciudad de Buenos Aires.(...) Que luego del golpe de estado del año 1955, por el Decreto-Ley N° 5148/55, firmado por el entonces Presidente de facto Pedro Eugenio ARAMBURU, se creó la "Junta Nacional de Recuperación Patrimonial" y se decretó la interdicción general sobre los bienes del General Juan Domingo PERÓN, entre otros. Que los bienes afectados pertenecientes al General Juan Domingo PERÓN fueron depositados en el Banco Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, hoy llamado Banco Ciudad de Buenos Aires. Que por la Ley N° 20.436 se dejó sin efecto el citado Decreto-Ley N° 5148/55 y mediante la Ley N° 20.530 se dispuso la restitución inmediata de los bienes de los que fuera privado el General Juan Domingo PERÓN (las mayúsculas en el decreto)".
La norma sigue: "Que estos bienes, desde su depósito, han permanecido ininterrumpidamente en custodia de la mencionada institución bancaria y su inventario fue agregado a los autos "PERÓN, Juan Domingo s/ Sucesión" (Expte. N° 30.435/1975) por orden del Juez allí interviniente.EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA DECRETA:ARTÍCULO 1°.- Declárase Bien de Interés Histórico Nacional a los bienes del extinto Presidente de la Nación General Juan Domingo PERÓN depositados en el Banco Ciudad de Buenos Aires, que se detallan en el inventario obrante en el ANEXO I que forma parte integrante del presente decreto.ARTÍCULO 2º.- La COMISIÓN NACIONAL DE MONUMENTOS, DE LUGARES Y DE BIENES HISTÓRICOS realizará las gestiones y procedimientos establecidos en la Ley Nº 12.665 y sus modificatorias, en su reglamentación y en las normas complementarias”.
El decreto debe ser celebrado más allá del valor económico de los bienes, ya que de alguna manera viene a remediar lo establecido en el tristemente emblemático decreto 4161 de 1956 que hacía expresa referencia sobre “objetos” relacionados con el “régimen depuesto”, otorgándoles a los mismos excesivo valor simbólico, que solo logró aumentar su valor económico: “(...) objetos, que tuvieron por fin la difusión de una doctrina y una posición política que ofende el sentimiento democrático del pueblo Argentino, constituyen para éste una afrenta que es imprescindible borrar, porque recuerdan una época de escarnio y de dolor para la población del país y su utilización es motivo de perturbación de la paz interna de la Nación y una rémora para al consolidación de la armonía entre los Argentinos”. Con ese mismo sentimiento de odio, se destruyeron objetos que tenían el logo de la “Fundación Eva Perón”. Las pocas que han sobrevivido constituyen verdaderas reliquias, celosamente custodiadas por sus poseedores.