"Le marcaron una cruz en el pecho y le dijeron: 'acá te vamos a poner la bala'”
Por Redacción APU
Lautaro Blengio tiene 17 años. Hace tiempo sufre acoso policial constante. Durante la mañana del 14 de marzo, un vehículo lo emboscó mientras volvía de la escuela y se lo llevó a un vivero donde fue torturado. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, el padre de Lautaro, Daniel Blengio contó lo sucedido.
APU: ¿Qué fue lo que le sucedió a Lautaro?
Daniel Blengio: Lautaro es víctima desde hace ya un tiempo de persecución policial, la cual comprende también violencia verbal y ciertas formas de discriminación hacia él y a otros jóvenes que los acompañan. Esto nos generó el temor que le pudieran hacer de alguna manera una causa falsa, que le pongan algo. Por eso, hace un tiempo, decidimos ir a la Justicia con estos sucesos que él nos comentó. Solicitamos un habeas corpus preventivo ante la Jueza de Paz de Miramar, principalmente para evitar que pase algo que uno no desea para su hijo.
A pesar de esto, el domingo a la madrugada ocurrió un procedimiento policial en el cual Lautaro fue una de las víctimas. Él solicitó que no sean agresivos, que no sean violentos. Logró tomar nota del número de quien hizo la intervención. Ahí las cosas se pusieron más violentas, a tal punto que uno de los jefes del procedimiento le golpeó varias veces la cabeza contra el capot, tomándolo del cuello y amenazándolo con desfigurarle el rostro y tirarlo en el vivero.
APU: ¿Al otro día siguió el hostigamiento?
DB: Al otro día, el lunes 14 de marzo, volviendo de la escuela, un auto particular del cual baja un individuo vestido de civil con un arma, intercepta a Lautaro y le dice: “Arriba las manos, Policía”. Luego lo introduce en el auto y a partir de ahí empieza una seguidilla de tortura. Le apunta con el arma en el estómago, le pone una capucha, lo hace caminar hacia un bosque y dentro del bosque le sacan la capucha, le hacen varios cortes con una navaja, incluso una cruz en el pecho. “Acá es donde te vamos a poner la bala” le dice haciendo referencia a la cruz con el revólver. Le apaga un cigarrillo en la frente y en varios lugares de los brazos, lo golpea y lo arroja al piso, donde también lo mea.
Lautaro es un chico de 17 años muy comprometido con la vida, milita en diferentes organizaciones, es presidente del Centro de Estudiantes. En este momento el está muy alterado, shockeado, todavía no puede volver a la escuela.
APU: ¿Usted cree que este acoso sistemático tiene que ver con su militancia?
DB: Yo creo que tiene que tener relación. Principalmente, lo que más causa esta reacción en los uniformados es que los jóvenes luchen por sus derechos. Él es una persona que exige permanentemente que respeten sus derechos, como muchos jóvenes en este momento lo hacen. Esto, evidentemente a ciertos policías les molesta mucho. Esto es lo que interpreto yo.
APU: ¿Se les iniciaron causa a los policías que llevaron a cabo estos procedimientos?
DB: Nosotros le iniciamos una causa a través de la fiscal de Miramar por estos dos últimos hechos que conté. Lautaro reconoce al que lo tortura y lo secuestra, como uno de los que lo amenazó la noche anterior. Evidentemente hay policías implicados y se están tapando entre ellos. Yo confío que la Justicia va a llegar a buen puerto.
Las autoridades municipales todavía no se han expedido. Nosotros fuimos con agrupaciones de derechos humanos a exigir que los concejales emitan un comunicado, se posicionen frente a esta situación. El Poder Ejecutivo municipal ha guardado total silencio.
APU: ¿En Miramar ocurren a menudo estos hechos?
DB: Tenemos conocimiento de que ocurren muy a menudo. Lo que pasa es que no todos los padres tienen la posibilidad de poder reaccionar.
APU: ¿Usted cree que estos hechos tienen algún tipo de relación con los ataques que estuvieron sufriendo otros militantes en Mar del Plata por parte de agrupaciones neonazis?
DB: Alguna relación hay y creo que tiene que ver con el estado de ánimo de ciertas personas que evidentemente están en contra de los derechos de la gente. Es preocupante y es necesario que la sociedad empiece a manifestarse en contra.
Justo el día anterior, Lautaro había estado reunido con otros presidentes de Centros de Estudiantes y estuvieron organizando el Día de la Memoria. Esto que le sucedió es una vuelta realmente a la época del Proceso, que te chupen en la calle, te torturen, te pongan una capucha. Los que hemos vivido esa época, estos hechos nos traen recuerdos muy feos.
El efecto psicológico es muy grande. Estamos tratando de contenerlo familiarmente. Lautaro también tiene asistencia psicológica. Además estamos en este momento con custodia. Realmente no nos sentimos seguros y mucho menos él. Lo importante es que la sociedad reaccione y que estos hechos no vuelvan a ocurrir. No solo con mi hijo si no con ningún joven.