Villa Lugano: organizaciones sociales solicitaron al GCBA medidas urgentes de contención social

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Villa Lugano: organizaciones sociales solicitaron al GCBA medidas urgentes de contención social

27 Marzo 2020

 

Por Red de Lugano

Desde la Red Lugano advertimos la crítica situación que está viviendo la población de los barrios vulnerables de Lugano y exigimos al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires implemente medidas urgentes para palear dicha situación y contener la expansión y circulación local del coronavirus donde hoy ya padecen dengue, tuberculosis, sarampión entre otras enfermedades.

 La falta de políticas públicas locales que permitan el efectivo ejercicio de derechos básicos de la población de Lugano, es una realidad que no se circunscribe a la pandemia del COVID19 pero que ante la imposición de una medida extrema como el aislamiento obligatorio muestra su arista más dura para la población. No es posible un asilamiento obligatorio si el estado no adopta medidas que acompañen y posibiliten el mismo.

 La labor militante de las organizaciones sociales y comunitarias y de los trabajadores de las diferentes instituciones descentralizadas no alcanza. Se requieren medidas urgentes, claras y adecuadas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que la población vulnerable de la Ciudad de Buenos Aires también tenga su derecho a cuidar de su salud, de hacer su aislamiento social como el resto de los vecinos de la Ciudad y no quedar ellos aislados de sus derechos. 

En materia de políticas de salud, el barrio de Lugano presenta un reclamo histórico de 34 años por la falta de un hospital que no logra resultado y que hoy presenta sus consecuencias más adversas. Lugano no cuenta un nosocomio que pueda albergar internaciones y tratamiento adecuados para los afectados por la pandemia y las otras enfermedades, en especial dengue que ha subido exponencialmente el número de infectados.

 Tanto el Centro de Salud Cecilia Grierson como los Centros de Salud que se encuentran en el barrio no tienen el personal suficiente que se requeriría para una atención normal menos para una situación extraordinaria como la que estamos viviendo. No hay posibilidad de contar con espacios ventilados y grandes que permitan las restricciones de 1 o 2 metros de distancia. No hay insumos como para acciones básicas como tomar un estado febril.

 Los centros de salud solo fueron dotados de uno o dos kits de prueba de coronavirus y algunos repelentes y alcohol en gel para la atención de afectados de dengue como insumos extras. En estas condiciones es imposible brindar un servicio de salud en medio de una pandemia y se teme la viabilidad de estar abiertos si no se garantizan las condiciones de seguridad sanitarias mínimas. En materia de políticas alimentaria urgen medidas para que la población pueda alimentarse adecuadamente. Hasta la fecha, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no ha implementado ninguna medida sobre cobertura alimentaria extraordinaria. 

Por el contrario, nos encontramos con un panorama bastante preocupante que se agudiza con la suba indiscriminada de precios en los negocios locales, que no cuentan con ningún control. Los niños y jóvenes que diariamente comían en sus escuelas en la actualidad, solo reciben una vianda compuesta por un sanguche y una fruta. Asimismo, la distribución de la misma ha sido bastante caótica y muchos se han visto imposibilitados de conseguirlas por los cambios de último momento del Ministerio de Educación sobre donde se realizaban las entregas o por las mermas en las raciones. Por su parte, los comedores comunitarios están totalmente colapsados y no cuentan con vacantes disponibles. A lo que se debe agregar, la falta de espacios conforme a las necesidades de estos tiempos y elementos de limpieza e higiene necesarios.

 Las medidas adoptadas por el Instituto de la Vivienda en los últimos días alcanzaron a dotar a solo algunos comedores de algunos elementos de higiene, considerados escasos e insuficientes (1 o 2 bidones de lavandina, 4 repelentes, 1 jabón blanco, desodorante de piso) Se requiere de barbijos, cofias, guantes, batas y que eso llegue a todos los comedores de los barrios, y en especial las mujeres que cocinan y atienden, que son las que están poniendo el cuerpo para asistir a sus vecinos. No se ha implementado ninguna medida de suministro de artículos de higiene y limpieza, alcohol en gel y repelente en la población. Tampoco, el Gobierno de la Ciudad ha anunciados medidas económicas tendientes a palear las problemáticas alimentarias como si lo ha hecho el Gobierno nacional. Los programas alimentarios “Ticket Social” y Ciudadanía Porteña” no han sido modificados en relación a su monto.

 Es dable destacar que el reciente anuncio presidencial sobre el otorgamiento de un subsidio económico para personas vulnerables no sería compatible con los programas de la Ciudad de Buenos Aires, por lo cual los beneficiarios de dichos programas quedarían excluidos de acceder a dicha ayuda económica. Tampoco abarcaría a los migrantes. Las políticas ambientales y de salubridad local se desconocen. Llama la atención que en territorios donde se desarrollan procesos de reurbanización y se conocen las problemáticas de la población en relación al acceso al agua y servicios básicos, hacinamiento e infraestructura precaria tampoco se anuncien medidas locales al respecto. 

Es decir, se continúa con los deficientes servicios de atención de la emergencia que coexisten con los procesos de reurbanización impulsados. Al mismo tiempo, se masifican los pedidos de las poblaciones sobre la necesidad de recolección de escombros y residuos, problemas de obra o desperfectos en los complejos de viviendas nuevas construidos recientemente y falta de acceso a los servicios esenciales. Este fin de semana en Villa 20, por ejemplo, no hubo suministro de agua lo que atenta directamente contra toda indicación de higiene que se les da a los vecinos.

En consecuencia, todas las situaciones ya críticas en los barrios antes de que advenga la pandemia se agudizan y requieren de políticas públicas integrales, coordinadas con el territorio y urgentes. Las mujeres víctimas de violencia que ya tenían dificultades para denunciar o para hacer cumplir las medidas de seguridad dispuestas por la justicia, ahora están aún más solas y vulnerables. Las mujeres a cargo de hijos e hijas que no cuentan con ingresos registrados ni estables están aún más solas y vulnerables. La población que ya tenía dificultades para acceder a derechos a través de sistemas “en línea”, tendrá ahora que lidiar también con esa barrera para acceder al IUF, si es que no cuenta con las incompatibilidades que ya mencionamos.

Las personas mayores, con discapacidad, los niños y niñas están aún más dificultados de acceder a lo básico como un plato de comida, medicación, aislados en sus viviendas que ya desde hace años no cumplen con criterios mínimos de habitabilidad. Finalmente, nos preocupa el corrimiento del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad a nivel local, quien debería tener un rol fundamental en la articulación de las políticas sociales necesarias para esta circunstancia no aparece. No solo no hay respuestas para como sobrellevar el aislamiento social voluntario en contexto de pobreza e indigencia sino tampoco que hace frente a las multiplicidades de problemas sociales que se presentan.

 Por todo lo expuesto exigimos al Jefe de Gobierno Horacio Larreta, implemente ya medidas destinadas a las poblaciones vulnerables, algunas como: 

 Mayor presupuesto para el sector de salud, nombramientos de profesionales, entrega de insumos necesarios y condiciones de higiene y salubridad adecuadas para los centros de salud.

 Aumento de los montos de todos los programas sociales de la Ciudad de Buenos Aires,  Otorgamiento de subsidio económico extraordinarias para los habitantes de la Ciudad que quedan fuera del Ingreso familiar de emergencia (IFE).

 Reparto semanal de bolsones de alimentos por cada niño y adolescente en edad escolar y sus familias teniendo en cuenta calidad nutricional adecuada  Asistencia a todos los comedores comunitarios  Se provean garrafas a la población.

Se instruya y dote de recursos a las organizaciones territoriales, y personas que, pese a la grave situación y riesgo, permanecen solidariamente colaborando con quienes más lo necesitan.