10 meses sin Santiago Maldonado: “La investigación está en peligro”
Fotografías Walter Pacheco
Por Ana Laura Mársico y Santiago Asorey
En el marco de las actividades realizadas a 10 meses de la desparación forzada seguida de muerte del joven Santiago Maldonado, Agencia Paco Urondo viajó a la ciudad 25 de Mayo para participar de las jornadas y dialogar con Sergio Maldondo. Son las 16 del sábado y la Plaza Sarmiento, con sus hojas ocres caídas, se va llenando de gente. Los saludos, las bufandas y el mate compartido son imágenes que se repiten. A la vuelta de la casa de Santiago Maldonado, un grupo de chicos escribe en una de las paredes de la pileta del Club Sportivo: “¿Qué pasó con el Lechuga? Fue Gendarmería”. Una adolescente, que junto a su amiga lleva el pañuelo verde del aborto legal atado en su mochila, comenta a un grupo de mujeres grandes: “Cuando te ven en una marcha, te tiran la de: ´Andá a laburar´. ¿Qué saben si trabajo o no? Lo que ellos no saben es de qué lado de la vereda se están poniendo realmente”.
La cara de Santiago pegada en cada árbol invita a reflexionar sobre los diez meses de su desaparición forzada. Vecinos, familiares y referentes de organizaciones y derechos humanos abrazan a Sergio, su hermano, y a Stella, su mamá. Alas 16:30 todos se agrupan en la calle 9 para iniciar la movilización. Entre los cánticos de repudio a las fuerzas represivas, la reivindicación de la lucha mapuche y el hartazgo de los manifestantes emocionados que piden justicia, comienza la marcha hacía Plaza Mitre.
Al llegar allí, los amigos rodean las escalinatas desde donde hablan los oradores. Entre el público está el diputado de Unidad Ciudadana, Horacio Pietragalla, también en representación de Abuelas de Plaza de Mayo, y miembros de diversas organizaciones: Hijos, Cels, Serpaj, Comisión por la Memoria de Tandil, Cta, Suteba, La Garganta Poderosa, Revista La Vaca MU, La Cámpora de Olavarría, Revista Cítrica, Borde Colectivo Fotográfico. Junto con Stella y Sergio Maldonado, al escenario subieron Taty Almeida y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora, el hijo de Julio López, Jorge López, y Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga.
Jorge López agradeció a la familia Maldonado por permitirle acompañarlos en esta lucha. Mónica Alegre hizo un reconocimiento a Stella por el esfuerzo: “Yo tardé tres años y medio en salir a la calle, y hoy ella, a diez meses de la desaparición de su hijo Santiago, estuvo encabezando esta movilización”. Y agregó: “La responsable de la muerte de mi hijo es la policía y a Santiago Maldonado lo mató Gendarmería. Porque a los únicos que le cierra que Santiago se ahogó, es a los cómodos”.
Taty miró al cielo y le habló a Santiago: “Vos no te ahogaste, a vos te asesinaron por ser militante. La militancia es compromiso, compañerismo, preocuparse por el otro como vos lo hacías con nuestros hermanos mapuches. Lo mismo que le pasó a los que están con vos en este momento, con nuestros treinta mil”. Y añadió: “Por eso no se tiene que pedir justicia, sino que se tiene que exigir. Y te lo decimos nosotras ´las locas´, Santiago, que más allá de los bastones y las sillas de ruedas seguimos de pie y luchando”.
Nora enmarcó el asesinato de Santiago en la coyuntura que se está viviendo: los despidos del Inti, del Hospital Posadas, del Sensasa, la represión en los barrios, la tortura a los militantes de la Garganta Poderosa y la censura de los medios opositores. Pero resaltó que “hay que transformar el dolor en lucha”. “Eso es lo que hacemos las madres desde hace 41 años –afirmó–, en vez de quedarnos rezando con velas en nuestra casa como nos decían los curas, desobedecimos y molestamos. Lo que no nos íbamos a imaginar era que después de 41 años volveríamos a presenciar este ámbito de dolor”. Entre abrazos con Stella, destacó su acompañamiento a la lucha por justicia de la familia Maldonado y subrayó: “Si las Madres seguimos con fuerzas, fue porque vivimos acompañadas por todos los hijos que también están hoy acá”.
Tal vez a Sergio le resonó la voz de Santiago diciendo “¿25 de Mayo? 25 de facho”, y cuando fue su turno tuvo palabras duras ya que esperaba una mayor convocatoria. “Este es el pueblo donde nacimos y a veces siento que nos da la espalda y es muy doloroso. Pero, ¿saben que el Gobierno tenía razón cuando decía que esto era político? Es político y también es partidario. Porque acá no hay nadie de Cambiemos, del PRO o radicales. Están escondidos como ratas en este pueblo”. Comparó el rol de la Iglesia en situaciones de violencia institucional, incluida la última dictadura, y el comportamiento que tiene hoy: “Podríamos empezar por el cura de esta iglesia que nunca se acercó a nuestra familia, siendo mi madre tan católica de toda la vida. Y a él le digo que a Stella, mi vieja, la atendió directamente el Papa Francisco. A veces no es necesario que te atiendan en la sucursal, a veces hay que ir directamente a la casa central”.
Sergio repudió los discursos revictimizantes sobre su hermano: “En otra época decían ´algo habrán hecho´ y ahora se transformó en ´era un buen pibe, pero estaba en el lugar equivocado con la gente equivocada´.¡Pero yo digo que no! Porque él estaba donde él creía que tenía que estar, el entendía que había que poner el cuerpo”. Pidió a la comunidad de 25 de Mayo y a la ciudadanía en general que no se sea tan indiferente, porque la víctima de este atropello de las fuerzas podría haber sido cualquiera que haya estado ahí. “Lamentablemente, muchas veces el Estado desvía las cuestiones y se empieza a investigar a la víctima, y es eso lo que nos está pasando a nosotros”, concluyó entre aplausos y gritos de aliento.
La noche anterior, la abogada de los Maldonado, Verónica Heredia, en compañía del propio Sergio, detalló el estado actual de la causa en una charla realizada en la sede de la Secretaría de Políticas Sociales municipal. “Para nosotros es más que importante mantener la carátula de ´Desaparición forzada seguida de muerte´ y tiene que ser investigada bajo este delito –puntualizó Heredia–. Y por más que muchos digan que no corresponde porque apareció el cuerpo, o que no se relaciona con juicios en democracia, tenemos respaldo legal que nos permite llevar adelante esta lucha como corresponde”, sostuvo la letrada.
En este marco, la abogada trazó un recorrido histórico-legal de la figura de “desaparición forzada” desde los tiempos del nazismo hasta la actualidad, de los tratados internacionales que la contemplan y su relación con la jurisprudencia argentina: “En 2002, a partir de la ley 26.200 se incorpora a nuestra legislación el Estatuto de Roma que establece cuatro tipos de crímenes: genocidio, delitos de lesa humanidad, crímenes de guerra y el delito de agresión. Dentro de los de lesa humanidad se encuentran, entre varios otros, el embarazo forzoso y la tortura. Y dentro de este último se encuentra la desaparición forzada”, explicó. Además, refiriéndose al caso de Santiago, se preguntó: “¿Por qué al día de la fecha continúa siendo desaparición forzada? Primero porque la aparición sin vida de Santiago no corre la figura, sino que el artículo 142 agrava la pena porque si la persona aparece sin vida, la pena es prisión perpetua”.
“Cuando fuimos el 24 de noviembre –prosiguió–, nos reunimos con los peritos de la Corte Suprema y dijeron que era cierto que no estaba ahí el cuerpo porque había emergido 48 horas antes. También dijeron que no podían contestar si Santiago había fallecido el 1° de agosto y que no sabían si estuvo siempre ahí”. El hecho objetivo es que desapareció en el marco de una acción realizada por funcionarios públicos, por lo que le caben los tratados ya nombrados. Y sostuvo: “No hay nada que descarte en la autopsia la desaparición forzada seguida de muerte. Lo nuestro no es un capricho, queremos la verdad”.
En diálogo con Agencia Paco Urondo, Sergio Maldonado destacó lo importante que era que especialistas independientes de la ONU hubieran podido ingresar para investigar la causa que fue rechazada por el propio Estado. “Nos dijeron que busquemos a nuestros propios peritos, que ellos llevaban adelante los gastos. Pero nosotros desde ese momento seguimos planteando que necesitamos un grupo de especialistas independientes como pasó con los 43 chicos de Ayotzinapa en México, u otros casos en Colombia. Ahora queda en evidencia que la investigación está en peligro y que el juez, en vez de ir a buscar a los responsables, nos investiga a nosotros y no hay garantías”.
Con respecto al “apoyo” que recibieron del Gobierno, Sergio concluyó: “En todo el tiempo de la causa, nunca se hicieron presentes para ayudarnos. Al contrario, fue la propia ministra Patricia Bullrich quien decidió respaldar a las fuerzas de seguridad y a la estancia de Benetton. Los trolls del Gobierno nos atacan constantemente desvirtuando el foco del problema, y hasta nos intervinieron el teléfono junto a testigos”.