19 años sin el “Pocho” Lepratti: “Los responsables políticos de la masacre jamás fueron alcanzados”
Por Diego Moneta
Durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, la represión a la protesta social en Santa Fe dejó un saldo de nueve víctimas fatales, de las cuales cuatro eran menores de edad. El gobernador Carlos Reutemann aseguró desde el principio que no había dado ninguna orden. El “Lole”, que actualmente sigue siendo senador, también es el principal responsable de la inundación de la capital provincial en el año 2003, por obras inconclusas o ineficientes y una evacuación tardía.
Entre las víctimas de 2001 estaba Claudio “Pocho” Lepratti, delegado de ATE y militante popular que participaba en organizaciones en el barrio Ludueña y era auxiliar de cocina en la Escuela José Serrano del barrio Las Flores. La tarde del 19 se encontraba en el techo del establecimiento educativo, observando el excesivo accionar policial. Pocho exigió que dejaran de disparar porque había pibes comiendo pero los oficiales Rubén Darío Pérez y Ernesto Esteban Velázquez respondieron de la misma forma: el primero disparó al aire, el segundo hirió en la garganta a Lepratti.
Según el registro policial, se efectuaron disparos contra el móvil y Velázquez respondió en legítima defensa. Las pericias balísticas de Gendarmería constataron dos impactos de bala 9mm, la misma que utiliza la fuerza. Además, según la trayectoria trazada, el disparo debió efectuarse a corta distancia y desde baja altura. Luego de retirarse del lugar, intentaron abrirle a Pocho un sumario por ataque y resistencia a la autoridad, cuando ya había fallecido, y en la comisaría se negaron a tomarle la denuncia a Graciela Capela, compañera de Lepratti.
Velázquez, condenado a 14 años como autor material, fue beneficiado con salidas laborales y con libertad condicional. En 2016 se conoció su militancia en el PRO y a principios de este año fue preseleccionado para la Guardia Urbana Municipal de Arroyo Seco, ya que no fue inhabilitado para ejercer cargos públicos. El resto de los encubridores, ya sean policiales o políticos, se encuentran en libertad. AGENCIA PACO URONDO dialogó con Celeste, hermana del militante rosarino, sobre su recuerdo de aquellas jornadas y sobre las responsabilidades alrededor de lo sucedido.
Agencia Paco Urondo: ¿Cuál es su recuerdo de las jornadas de diciembre de 2001?
Celeste Lepratti: El 18 de diciembre el clima que se respiraba era muy tenso a pesar de estar en una ciudad pequeña, cerca de Concepción del Uruguay. Recuerdo que en medios nacionales se indicaba que allí habían comenzado los primeros saqueos y que había heridos y represión.
El 19 miramos a través de la televisión lo que estaba aconteciendo en las grandes ciudades del país y nunca imaginamos que a las nueve de la noche nos darían, por medio de un llamado telefónico, la noticia más triste de todas: la policía había matado a Claudio en la escuela donde había elegido vivir hacía un largo tiempo. Desde entonces la vida nos cambió para siempre y nos sumamos a un camino, como tantos y tantas más, para exigir justicia y para señalar que la represión no puede ser la respuesta que una y otra vez da el gobierno cuando el pueblo sale a la calle.
APU: ¿Cuál es la situación judicial de los responsables materiales del asesinato de Pocho?
CL: Sólo un oficial provincial fue condenado como autor material. Velázquez no era el único involucrado pero el resto fue sobreseído. Antes de los diez años preso ya era beneficiado con salidas laborales y al poco tiempo ya estaba fuera. Por todos los asesinatos en la provincia hubo apenas dos condenas. La otra fue para el oficial Luis Quiroz, que mató a Graciela Acosta en Villa Gobernador Gálvez.
Por otro lado, una segunda causa abierta a raíz del encubrimiento que la propia fuerza hizo sobre el crimen de Pocho, que involucraba a once personas, fue diluyéndose con el transcurso de los años y terminó en condenas vergonzantes que no alcanzaron a todos. En Santa Fe, donde en relación a la cantidad de habitantes se produjo la mayor cantidad de asesinatos, la impunidad es muy grande y a 19 años se ha profundizado.
APU: ¿Y de los responsables políticos?
CL: Los responsables políticos de la masacre jamás fueron alcanzados. Así llamamos a lo que la policía salió a hacer bajo las órdenes del gobierno durante los días 19, 20 y 21 y que le costó la vida a nueve personas, además de decenas de heridos y cientos de detenidos de forma irregular. A ningún juez ni jueza provincial le pareció siquiera necesario llamar a declarar a Carlos Reutemann, al ministro de Gobierno Lorenzo Domínguez y al secretario de Seguridad Enrique Alvarez. Se cerró rápidamente una causa que investigaba muy soslayadamente sus responsabilidades. La Corte Suprema provincial actuó coherentemente con los intereses que representa. Rafael Guiterrez, que presidía en aquel entonces y que continua siendo parte del órgano, es primo político de Reutemann.
APU: ¿Cómo analiza la relación de Velázquez con el PRO y que haya podido llegar a ser preseleccionado para la Guardia Urbana Municipal?
CL: Velázquez, mientras estaba preso, fue beneficiado siempre por haber sido parte de la fuerza policial. Hablamos de beneficios a los que no todas las personas privadas de su libertad por homicidio acceden. Luego supimos de su militancia en el PRO y que en 2014 ofició de fiscal, cuidando los votos de Reutemann, que ya en ese momento integraba Cambiemos. Es necesario recordar que el “senador” llegó a la política de la mano de Carlos Menem y fue uno de sus mejores alumnos aplicando la receta neoliberal. Representaba al PJ santafesino y así fue por mucho tiempo, incluyendo sus dos mandatos como gobernador.
Al inicio del 2020 conocimos que no sólo se había anotado para ser parte de la Guardia Urbana sino que además había sido preseleccionado. Si no fuera por la fuerte presión social ya estaría ocupando ese o cualquier otro lugar municipal en Arroyo Seco. No sabemos si después de la marcha atrás cambiaron requisitos del concurso para ingresar para que esto no vuelva a ocurrir. Quienes tienen la potestad para modificar la convocatoria pertenecen al PJ local, incluso hay parentesco entre Velázquez y el presidente del Concejo Municipal.
APU: A casi dos décadas, ¿Qué similitudes o diferencias traza con el momento actual en relación a crisis económica, rol de la militancia y responsabilidad política?
CL: Hemos atravesado momentos muy difíciles y las causas que derivaron en esa gran crisis no desaparecieron. El período macrista no hizo más que profundizarlas. Las más genuinas expresiones de resistencia y organización que florecieron y se multiplicaron en aquel tiempo fueron diluyéndose. ¿Qué sucedió con las asambleas? Son preguntas que hay que seguir haciéndo/se y que debemos colectivamente poder responder.
Ningún gobierno durante estos 19 años se hizo cargo en serio de la responsabilidad que le cabe al Estado por tanta muerte, atropello y violación de un montón de derechos. La represión estatal sigue siendo la forma en que los gobiernos han respondido y responden al pueblo. Qué rol asumimos desde el campo popular para hacer frente y transformar esto es un viejo desafío, que nos encuentra, entre otras cosas, fragmentados. En la medida en que con sinceridad y autocrítica podamos pensar y encontrarnos colectivamente habrá oportunidad de seguir caminando para conseguir todo lo que hace falta para vivir con dignidad como nos merecemos.