Amnistía Internacional denuncia impunidad en Santiago del Estero por un caso de violencia institucional
Se cumplen tres años del día en que la policía de Santiago del Estero se llevó a Mauro Coronel de su casa. Tres años de la madrugada en la que lo torturaron en la comisaría Décima, le pusieron una bolsa en la cabeza y lo ataron semi desnudo a un poste para que pasara toda la noche expuesto al frío otoñal.
Mauro tenía 22 años y trabajaba vendiendo alfajores. Mauro - que estuvo incomunicado durante 48 horas - murió cuatro días después de su detención en el hospital local. Laura, su madre, lo encontró en una cama porque le avisó una vecina, estaba con el rostro golpeado. “Estaba con oxígeno, agitado y remil golpeado. Me decía ‘ma’ y vomitaba sangre. No podía hablar…”
Sin embargo, para la policía y los funcionarios locales, la muerte de Mauro no fue “una muerte por violencia”, sino que se trató de “un cuadro infeccioso”. Al día de la fecha, no hay ni una sola persona imputada por su muerte o por los hechos de tortura que se denuncian.
En el día de hoy, Amnistía Internacional emitió un comunicado sobre el caso. “La investigación judicial no solo está estancada, sino que presenta diversas irregularidades. Este panorama da cuenta de la ausencia de un compromiso serio por parte de las autoridades provinciales con la prevención y sanción de la tortura y la rendición de cuentas ante hechos de violencia institucional” dice la organización.
Laura escuchó los gritos desgarradores de su hijo la noche en la que lo torturaron. Lo filmó con su teléfono celular mientras estaba adentro de la comisaría. Los policías intentaron quitarle el aparato, pero Laura se resistió. Cuando volvió a su casa a la madrugada le golpearon la puerta y le dijeron que no hiciera ninguna denuncia.
Ese mismo año, Amnistía envió una carta al gobierno provincial para pedir explicaciones sobre la muerte de Mauro, pero nunca hubo respuesta. En octubre de 2021, la organización viajó a Santiago del Estero para reunirse con la familia y desde ese momento monitorea el caso.
“Existe una certeza absoluta de que Mauro fue torturado hasta la muerte durante su detención. A pesar de ello, la Unidad de Coordinación en Violencia Institucional no imputó a ninguno de los efectivos policiales en tres años desde que ocurrieron los hechos” dijo Ignacio Fernández Camillo, abogado de Laura.
Durante el 2020 y en ocasión de una serie de muertes en manos de la policía que se venían produciendo en el marco de la pandemia, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) dijo que “la reforma y modernización de las policías provinciales es tan importante como las que deben impulsarse a nivel nacional. Del mismo modo como es importante que los gobiernos intervengan políticamente sobre los hechos de violencia policial con una mirada que no se limite a trabajar sobre el caso por caso”.
El viernes 5 de mayo se llevó adelante una movilización en Santiago del Estero para pedir justicia por la muerte de Mauro. Entre la multitud de familiares, amigos, amigas y organizaciones políticas y sociales, también estuvieron presentes representantes de Amnistía Internacional.
"Laura escuchó los gritos desgarradores de su hijo la noche en la que lo torturaron. Lo filmó con su teléfono celular mientras estaba adentro de la comisaría. Los policías intentaron quitarle el aparato, pero Laura se resistió. Cuando volvió a su casa a la madrugada le golpearon la puerta y le dijeron que no hiciera ninguna denuncia"