Brasil: campaña mediática contra las ocupaciones
Por Santiago Gómez / Fotos: APU
Desde San Pablo
"No se acercó ni la Cruz Roja ni la municipalidad, ponga eso", fue lo me dijo uno de los jóvenes que ayuda solidariamente en el campamento montado a cien metros del edificio que cayó prendido fuego el 1 de mayo en San Pablo sin que todavía hayan podido identificarse las causas del incendio. El cuerpo de bomberos informa que son 72 las personas desaparecidas. Los medios de comunicación colocaron el foco en los movimientos de ocupación, y no en la falta de políticas habitacionales, propagando una campaña estigmatizante, acusándolos de estar vinculados con el narcotráfico y realizar ocupaciones con el objetivo de hacer dinero. Hasta el día de hoy se encontraron dos cuerpos.
El cuerpo de bomberos de San Pablo informó que hay 72 personas desaparecidas, considerando como tales aquellas personas que desde el 1 de mayo no mantuvieron ningún contacto con familiares y autoridades, así como considera que pueden confirmar que hay 8 víctimas, por relatos familiares, de los cuales ya se encontraron dos cuerpos. El 4 de mayo al mediodía fue hallado el cuerpo de Ricardo Oliveira de Galvão Pinheiro (39), a quien encontraron con el cinto de seguridad, pronto a ser rescatado por los bomberos, pero el predio se derrumbó. En la mañana de ayer se informó el hallazgo de un segundo cuerpo, de pequeño tamaño, se trataría de una criatura, con señales de carbonización.
Entre los ataques y la falta de ayuda
APU estuvo en el campamento que se montó en la puerta de una iglesia, a cien metros de donde estaba el edificio derribado, donde unas cien familias duermen en carpas sobre la vereda y se organizan para recibir las donaciones. La imagen es muy dolorosa, mientras los hombres y mujeres acumulan bolsas con la ropa que deberán utilizar de aquí en adelante, de fondo una retroescabadora remueve con cuidado los escombros en busca de más víctimas.
Según nos confirmaron diversas personas del campamento, así como algunas de las personas que llevaban una identificación de apoyo a las víctimas, la municipalidad no se acercó a brindar ayuda, así como tampoco la Cruz Roja. Las autoridades del municipio de San Pablo ofrecieron R$ 1.200 para que puedan alquilar por tres meses un lugar donde dormir. Con R$ 400 por mes no se consiguen departamentos, por lo que el Estado condena a las más de cien familias acampadas a intentar conseguir un lugar en alguna favela muy alejada del centro o buscar otra ocupación.
Mientras tanto, tanto las autoridades políticas de San Pablo, cuanto los principales medios de comunicación nacionales, se embarcaron en una campaña de criminalización de los movimientos de ocupación. Es preciso tener en cuenta que en la próxima elección Guilherme Boulos (35), líder del Movimiento de Trabajadores Sin Techo, uno de los tantos movimientos en defensa de vivienda urbana, competirá por la presidencia de la república por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), uno de los tantos desprendimientos que el Partido de los Trabajadores tuvo desde su llegada al gobierno.
A diferencia de la mayoría de los referentes políticos del PSOL, Boulos no es antipetista, ni mucho menos, de hecho defendió la inocencia de Lula y el debido proceso desde antes de ser candidato a presidente. Boulos es un dirigente joven, egresado de filosofía, que tras una experiencia en los grupos de contención terapéutica para los miembros del Movimiento piquetero Teresa Rodríguez, se formó como psicoanalista. Es un dirigente con una gran proyección nacional, que representa a la juventud que quiere la reforma política, exigencia que colocó Dilma Rousseff tras las manifestaciones de 2013, pero que no contó con apoyo dentro de su propio partido.
Diferencias internas y persecución de la militancia
Tras la caída del edificio y conscientes del ataque que recibirían en los medios de comunicación, el MTST emitió un comunicado en el que señaló que quienes ocupan no eligen sino que no tienen otra opción, recordando que hay 6 millones de personas en Brasil que no tiene garantizado el derecho constitucional a la vivienda. En la ciudad de San Pablo son 760 mil las personas que no tienen asegurado donde dormir. El MTST, liderado por Boulos, cerró su comunicado informando que el MTST no cobra ningún valor para los ocupantes, señalando diferencias con otros movimientos.
APU estuvo en una ocupación del Movimiento Sin Techo del Centro, sobre la calle 9 de julio, donde viven unas ciento veinte familias. Elisabete Alfonso Pereira, miembro del movimiento y que lleva cuatro años viviendo en una ocupación, nos informó que nadie le pidió un centavo para alojarla cuando llegó, después de haber perdido la propiedad que había comprado por la estafa de un abogado. Durante el tiempo que Elisabete vivió en la ocupación pudo recibirse de Trabajadora Social, hoy es una de las personas encargadas de hacer las mediaciones entre los moradores.
“Acá no se cobra alquiler, lo que los moradores realizan, cuando pueden, es una contribución para el mantenimiento del edificio. ¿Sino con qué lo pintamos? ¿Con qué dinero hacemos los arreglos cuando algo se rompe? Acá pueden preguntar tranquilos si alguien alguna vez fue echado por no tener para colaborar y miren que en los últimos dos años el desempleo aumentó y aquí no se echó a nadie a la calle”, señaló. El MSTC forma parte del Frente de Lucha por Moradias, un frente nacional que agrupa diversos movimientos de ocupaciones de Brasil.
En el día de la fecha la revista Veja salió con un ataque contra Carmen da Silva Ferreira, líder del MSTC, a quien acusan de cobrar alquileres a quienes viven en la ocupación. APU presenció cuando Carmen da Silva Ferreira recibía una llamada telefónica y le recriminó a su interlocutora que Veja no venía a ver las ocupaciones, que lo único que estaban haciendo era criminalizar la organización social.
“Veja como siempre es tendenciosa, no se divulga una nota sin mostrar las dos partes. En vez de venir acá y estar presente en las ocupaciones, prefieren llamar por teléfono sin acercarse. En vez de hablar con marginales, deberían entrevistar a trabajadores que viven acá”, señaló da Silva Ferreira a APU.
“Organizar y hacer gestión es para pocos. Veja debería tener vergüenza y buscar otras formas de vender revistas, en vez de hacer este sensacionalismo inmundo y estigmatizar a los trabajadores. Da lástima ver que una persona estudió cinco años de periodismo termina haciendo estas cosas, haciendo notas por teléfono, sin venir hasta acá para conversar directamente”, cuestionó la dirigente social.
En el día de hoy se realizará una manifestación de los distintos movimientos por vivienda urbana de la ciudad de San Pablo, de la cual APU pariticipará y podrán acompañar en vivo por nuestro perfil de Facebook.