Alexis “Tutto” Betancourt: "Fuck the system"

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Alexis “Tutto” Betancourt: "Fuck the system"

08 Julio 2018

Por Franco Muñoz

 

Violencia. La conducta más idiota, cotidiana y naturalizada del ser humano. Absorbemos desde la mayoría de los medios de comunicación todo el sensacionalismo que fabrican de manera acrítica, y ahí es cuando la violencia se institucionaliza y gana. ¿Cómo combatirla? Desde la pregunta, la repregunta y el no quedarnos con la primera opción que nos ofrecen.

Alexis “Tutto” Betancourt es un artista chileno que desde hace 10 años vive en San Juan, músico de academia (¿se sigue usando ese término?) y tatuador. Como sucede en los circuitos del under, somos pocos y nos conocemos mucho, y la historia que vivió me llevó a buscarlo. El mes pasado Alexis fue agredido por alguien del público al término del show con su banda Sonenfá, y apenas me enteré, lo busqué. El pibe estaba shockeado y después de insistir unos días, aceptó que habláramos. Es difícil confiar en estos momentos en cualquier medio y más con los casos que involucran mucha sensibilidad. Quedamos en charlar en su casa y cuando nos sentamos ni siquiera tuve que hacer la primera pregunta: el tipo hervía por narrar y un torrente de información salió de él.

 

El contexto

El arte tiene la particularidad de crear y recrear sus propios espacios y en ellos la gran mayoría se conoce o va camino a hacerlo. Alexis conocía al agresor desde hace varios años y sabía que su vida había sido conflictiva, episodios psiquiátricos mediante.

La historia comienza con esta persona, que denominaremos B por razones de seguridad, que asistía a los recitales de Sonenfá, siempre con una conducta afín a la de alguien bajo tratamiento médico: mirada perdida y tendencia a hablar incoherencias. Este año, al final de uno de sus shows, la novia de Alexis le confesó entre lágrimas que B la había acosado gran parte de la noche, tocándole el pelo en forma constante y hablándole muy cerca, lo que llevó a Tutto a repensar todo antes de reaccionar: “Sabía por gente de la comunidad de músicos que el loco había sido pesado con otras pibas. Y uno trata de pensar qué es pesado para una chica; que el culiado la hostigue, que le diga eh, eh, pero si está todo bien, está todo bien. Uno lo tiene naturalizado como normal y yo no quería naturalizar nada. Era mi amigo. Y todo eso me producía impotencia”.

El 5 de mayo ella lo encontró en otro evento artístico y lo ignoró. Unos días después el pibe apareció en el cumpleaños de una amiga de ambos: “Me lo quería comer, pero me ponía el freno para no actuar como machito y le dije a mi compa que tiene que saber que está todo mal con él. No era un desconocido. Ha sido mi pana toda la vida”. B le pidió un cigarro, Tutto se lo pasó pero le aclaró que tanto ella como él lo consideraban persona no grata y que cuando terminaran de fumar la relación se terminaba. “Confié en que iba a terminar ahí y que había sido un mambo de escabio y locura, no justificable, pero entendiendo el estado ‘pastilla-escabio’. Lo único que quería era advertirle que estaba todo mal y que mantuviéramos distancia: ya se había roto la confianza”, destacó.

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El hecho

La noche del 1de junio Sonenfá tenía un recital en un bar local. Los compañeros de banda de Alexis ya estaban al tanto de la situación y antes de arrancar B apareció, se sentó en la misma mesa de la novia de Tutto e inmediatamente él bajó del escenario para decirle que se vaya. Su novia lo frenó y Tutto volvió al escenario. Luego del show, Alexis fue al patio del bar a fumar con uno de sus compañeros y B le exigió hablar. Alexis le explicó que no tenían nada más que aclarar y su compañero y él le pedían que se retirara. B parecía no entender ninguno de los pedidos, ambos se dieron vuelta para ignorarlo y seguir conversando y en ese momento B golpeó a Alexis en la nariz y se la fracturó. “Mi novia se le fue encima y el chabón dijo que lo había invitado a pelear. Ahí me cayó la ficha de lo loco que estaba el tipo”. La gente del bar lo sacó y el resto de la banda se fue detrás suyo, pero ella los frenó. Después de dar vueltas por varias comisarías Alexis terminó en el hospital y realizó la denuncia al otro día. La burocracia judicial siempre da la nota.

La banda Sonenfá publicó el 2 de junio un comunicado en Facebook y Tutto hizo su descargo personal con el relato de lo sucedido, pero lo borró por miedo a las amenazas. A pesar de eso, todo se había viralizado: “La gente de los otros espacios donde esta persona se movía me contó que habían realizado comunicados y lo habían desvinculado. Conocían su historial médico y me dijeron que ya había acosado a otras chicas”. Además, su novia hizo una denuncia ante la policía sobre los hechos de acoso que sufrió. Y ahí el sistema mostró su verdadera cara, porque ellos esperaban que contase detalles sobre manoseo íntimo para ratificar el acoso, pero eso no sucedió: “Si alguien está todos los días afuera de tu laburo esperándote, es acoso. Da lo mismo si la tocó abajo. Si le tocó toda la noche el hombro, el pelo y ella no quería y con que le haya dicho una sola vez que no, lo demás es acoso. Que el loco vuelva a aparecer en los lugares que le dijimos que no apareciera porque estaba todo mal, también lo es. Así que nos tomaron la denuncia de mala gana”.

En pocas horas hubo un bombardeo mediático y Tutto dejó de trabajar, por lo que entre todos y todas tomaron la medida de avisarse si encontraban a B en algún lugar para negarle la entrada, o para decirles a Alexis y su novia que no vayan. Además del temor por la posible reacción de la familia frente al escrache en redes y las noticias que circularon, Tutto vio peligrar su residencia en Argentina: “He estado 10 años acá, entrando y saliendo. Y a Migraciones  no le gustó y me agitó aún más con ese tema. Y justo ahora, esperando mi DNI, pasa esto”.

¿Qué hay del bar?

El día de la agresión B se fue caminando del lugar y Alexis fue asistido por un mozo. Cuando Tutto terminó de limpiarse fue a la barra, pidió una cerveza y volvió al patio a fumar un pucho, el infalible para alivianar un cuerpo tensionado. En ese momento, se le acercó la pareja del administrador del bar (“Viste que los bares tienen no sé cuántos administradores y el dueño que nunca va porque en realidad los bares son para lavar plata, igual que las fundaciones”, afirma Tutto), le preguntó cómo estaba y si conocía al chico, a lo que Alexis respondió que sí y le remarcó que era la primera vez que pasaba algo semejante. La mujer le retrucó que como los fue a ver a ellos era un problema de la banda, les pidió que todos se retiraran y se negaba a pagarles por su trabajo.

Luego de una discusión les pagaron pero menos, ella les dijo que quien les había hecho el contrato no estaba, y que arreglaran con él en otro momento. Ante la publicación de la banda, el dueño del bar respondió que eran unos delincuentes, que una chica había gritado y tirado cosas, además de romper una pared del baño y que se fueron sin pagar (“siempre te quieren pagar menos y cobrar de más”, confiesa Alexis) y acusó al manager de la banda de haberlo engañado con músicos de academia con “unos negros villeros”: “El chabón mandaba a su mujer a pelear con nosotros y él sentado, comiendo, viendo toda la secuencia y dirigiendo como ingeniero en construcción”. Toda una tragicomedia en tiempos de Macri.

Acoso y empatía

Tutto reconoce que, si bien la situación con su novia no fue un abuso, se trató de un claro acoso. En esta época de femicidios diarios, su empatía supera a la de muchos y muchas: “Podría haber sido mucho peor, hay miles de casos que no se visibilizan porque la víctima tiene mucho miedo. Y el miedo que tengo yo es una cagada al lado de lo que pueden sufrir un montón de chicas o chicos”. Hubo notas en diarios, varias radios se comunicaron con él y la publicación se viralizó. Respecto a ello, Alexis reconoce con humor la importancia de las redes en la agenda ciudadana. Pensaba: “Ojalá que cuando suba un tema mío sea igual, weon. La próxima vez armo un bardo así y subo una canción mía, a ver si le ponen me gusta”. ¿Qué se puede hacer salvo ver películas?

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Actualidad

El día a día de Alexis y su novia es de mucha cautela: “Estamos cagados en las patas. Toda mi familia está en Chile. Este tiempo ha sido de escuchar un auto que pasa despacio por la puerta de casa y nos quedamos en silencio o no escuchamos música. No sabés la paranoia que tenemos”. A pesar de lo sucedido, Tutto recalca que lo suyo ha sido leve en comparación a la realidad diaria de una mujer: “Hay muchísimos casos peores que éste de los que no se sabe nada. La piba que encontraron en El Mogote por ejemplo (https://www.tiempodesanjuan.com/sanjuan/2018/6/20/marcharon-para-pedir-justicia-por-yamila-la-joven-mutilada-asesinada-219992.html). La cantidad enorme de chicas abusadas o la misma violencia del macho que no la deja juntarse con amigas, con su familia y que la desvincula de todos lados”.

¿Cómo sigue su historia? Tutto la ejemplifica con todo lo que tenga que ver con la disidencia: “En San Juan te convertís en alguien público con facilidad, y además tenés vigilantes por todos lados, por la causa que sea. Publicaste algo en redes y es fácil ubicarte. Acá las personas que luchamos en contra de la megaminería estamos re fichadas. A la mayoría nos han allanado. No soy una persona pública como José Luis Gioja pero es fácil pedirme un turno para tatuarse y hacerme cagar. Dejé de trabajar por miedo a esas cosas y ahora no tengo plata”, confiesa.

Hay en el Iguazú de Tutto algo que lo hace único, sensible y entrañable. Después del periodismo nos quedamos tomando cervezas y escuchando adelantos de su disco solista, autogestionado en su totalidad por él y con la participación de amigos y amigas. Hasta conversamos más distendidamente sobre esas músicas que te atraviesan y que son el remedio para toda violencia. Espero que su disco salga pronto. Espero que el equilibrio se le vuelva al Tutto en tinta y siga tatuando, componiendo, puteando contra los de arriba, con su conciencia de clase intacta y siempre riendo. “La chucha que hay salir adelante de esta, po”.
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