"Buscamos poner en contacto con la gente aquellos poemas de resistencia y peronismo revolucionario"
El archivista histórico del peronismo, Roberto Baschetti, se unió con el escritor Miguel Martinez Naón y, juntos, encararon la titánica tarea de bucear en el movimiento poético peronista, desde los inicios de la resistencia hasta los finales de la dictadura genocida. Patria, peronismo y poesía (Ediciones Jirones de mi vida) ya tuvo una primera presentación durante el Festival Poesía Ya. La edición, que está a cargo de Nora Patrich, incluye 226 poemas y 230 fotografías que dan como resultado un libro de 800 páginas.
Agencia Paco Urondo: La presencia de la poesía en periodos de resistencia es impactante, casi como una condición.
Roberto Baschetti: Sí, a lo largo de la historia, cada vez que hubo batallas y resistencias al opresor, la poesía siempre estuvo presente. Cualquiera fuera la batalla, la resistencia o el opresor. La resistencia peronista no fue la excepción. Hay que recordar que esa resistencia hecha poema, primero fue verbal, escrita o manuscrita, y recién después va tomando lugar en diarios y revistas de la resistencia.
Miguel Martinez Naón: Lo fundamental en este trabajo, desde un inicio, fue el revisar el enorme archivo con el que cuenta Roberto. Sin ese archivo, este libro no existiría. Fue él quien me invitó a darle forma al libro, me acercó el material. Era tanto que había que revisarlo, hacer una selección. Ese fue el trabajo al que yo me aboqué. También se trataba de elegir poemas que tuvieran que ver con la militancia, no solamente que estuviese escrito por un poeta militante sino que, además, el contenido de los poemas tuviesen que ver con ese contexto. No fue una tarea sencilla porque, en el camino, hubo que dejar afuera muchísimo material que era muy valioso, tuvimos un criterio muy minucioso para elegirlos.
APU: ¿Cuáles son los puntos de contacto entre esa primera resistencia y los años 70? Hay quienes hablan de una resistencia peronista, en general, del ´55 en adelante…
R.B.: De alguna manera, los parámetros que usamos van desde la caída de Perón en el 55, fundamentalmente, hasta el regreso de la democracia en el 83. Después de ese periodo hay algunas cosas que, por su valor, han sido agregadas. También aquellos iconos de lo que fue el peronismo: pusimos poemas a Perón, poemas a Evita, poemas al 17 de octubre e, inclusive, un poema hermoso pero de un hecho trágico como fue el bombardeo a la Plaza de Mayo el 16 de junio del 55. Esa fue un poco la idea, manejarnos con esa fecha, pero sin olvidar aquellas otras cosas que también son importantes, que ya son parte de la identidad del peronismo en general, y del peronismo revolucionario en particular. Buscamos poner en contacto con la gente aquellos poemas de resistencia y peronismo revolucionario.
M.M.N.: Fundamentalmente conviven en el campo de batalla, en el campo de la militancia revolucionaria, como bien señalaba Roberto. Nosotros tenemos una concepción en este libro de una poesía colectiva, que convoca, que invita a sumarse a la lucha, a la militancia. En ese sentido, no hay poetas mayores y menores, sino que encuentra una horizontalidad en ellos, si bien es cierto que Juan Gelman o Paco Urondo son poetas muy conocidos, que han tenido una trascendencia internacional y se han dedicado a la poesía durante toda su vida. En este libro están igualados con todo el resto de los y las poetas porque se encuentran en nuestra historia de militancia, dejaron su sello en el campo nacional y popular, y eso los convierte en poetas inmortales a todos, desde el primero hasta el último.
APU: ¿Cuál es el hilo conductor de estos poemas?
R.B.: Hay algo que me parece muy importante: el 80% de los poemas, quizás más, fueron escritos en el exilio o en la clandestinidad o en la cárcel, no es casual.
M.M.N.: Como para resumirlo en una palabra, en la Resistencia.
R.B.: Esa es la historia de nuestro pueblo, porque en esa resistencia había quienes peleaban, quienes luchaban, ponían caños, ponían volantes o panfletos, y había quienes escribían. Algunos hacían todo eso junto. La experiencia que yo tenía y que me llevó a invitarlo a Miguel a hacer este ejemplar, fue algo muy parecido a lo que pasó con los documentos de la resistencia peronista, mi primer libro. Hasta el día de hoy que muchísimos (ya no tan jóvenes) muchachos de 40 años o más, me dicen “Roberto, nosotros nos enteramos de que hubo una resistencia peronista por su libro de ‘Los documentos de la resistencia’”. Eso, para mí, es un gran halago, porque es sacar del olvido, exhumar, todo aquello que fue anónimo y por lo cual quedó tanta gente en el camino. Creo que con la poesía va a ser lo mismo. Es decir, dar a conocer poemas olvidados, poco conocidos. Que salían en diarios, que salían cuando podían.
APU: Tiene un título muy fuerte, con mucho peso. ¿Por qué? ¿Cómo nació?
M.M.N.: Bueno, creo que sintetiza los tres ejes principales del libro. De nuestra obsesión, en el mejor sentido de la palabra, de nuestra tarea, de nuestra trayectoria. Por unir esas tres pasiones. Son tres conceptos que no pueden estar separados uno de otro, no concebimos la poesía sin ese compromiso y ese amor por nuestra tierra por nuestra patria y por nuestro movimiento. No concebimos una patria sin la existencia del peronismo y sin el vigor de nuestros poetas, así que no concebimos un peronismo carente de poesía. Tres conceptos que van unidos a la par. Eso, en el libro, también está ilustrado, porque hay fotos, hay ilustraciones y viejos afiches, volantes, hay una gráfica de cada época. Gráficas antiguas que Roberto tenía en su archivo y que está dando a conocer tan generosamente.
R.B.: Estoy completamente de acuerdo, un libro de estas características sólo puede ser posible cuando hay detrás una editorial como la que tenemos nosotros, que se llama Jirones de mi vida y es sin fines de lucro. Donde cada libro que se vende es el dinero para el próximo, ninguno de los que estamos en la editorial cobramos un peso. Antes sacamos uno sobre los 50 años de la matanza de Trelew y Quemá esas cartas, rompé esas fotos. Montoneros 1970-2020, cuando se cumplieron 50 años de la creación de la organización político militar más grande que tuvo la Argentina. Nora Patrich, que es mi compañera, está sacando uno que cuenta toda su historia militante y que se va a llamar Jirones de mi vida, como la editorial. Y antes de fin de año, tenemos la idea de sacar la historia del movimiento villero peronista.
APU: ¿Cómo conviven los grandes poetas, Gelman, Urondo, con los poetas anónimos peronistas que escribieron al calor de la lucha?
R.B.: Creo que es un trabajo conjunto, es decir, se complementan. La poesía siempre estuvo presente. En la primera resistencia peronista, Arturo Jauretche había sacado un poema que se llama ‘No me olvides’, que está en el libro. “No me olvides, no me olvides, es la flor del que se fue./ No me olvides, no me olvides, volveremos otra vez…”. Ese era un poema sencillo y que hacía alusión a una florcita azul, que se ponía generalmente en la tercera semana de octubre, cuando coincidía con el día de la madre. Entonces, los peronistas lo usaban como una manera secreta de identificarse entre ellos en plena dictadura. El que llevaba el ramillete de flores de no me olvides era un peronista. Eso es poesía. La poesía de nuestro pueblo también es, recomendando un tango de la época, “fumando un puro me cago en Aramburu y si se enoja me cago en Rojas y si se siguen enojando, me cago en los comandos de la Libertadora”.
M.M.N.: Sí, por supuesto y hay poemas en el libro que tienen relación con lo de Trelew. Por ejemplo, de Juan Gelman está el poema "Glorias". Él toma el hecho de la masacre de Trelew y hace una analogía con el vals de Bloomberg que es la pulpera de Santa Lucía, hace una reescritura en relación a los trágicos acontecimientos del 22 de agosto del 72.
APU: Tuvieron ya una primera presentación en el CCK, en el Festival “Poesía Ya”: ¿Cuáles fueron esas primeras devoluciones?
R.B.: El primer sorprendido fui yo. Fue un día de mucho calor que se caían los pajaritos de los árboles. Obviamente, teníamos el compromiso de ir, pero yo no tenía ninguna expectativa. Era más confortable estar en una pileta o en el río. Sin embargo, cuando llegamos a esos pequeños salones que hay para presentar, que yo calculo que deben ser para 70 o 100 personas, estaba prácticamente lleno. Evidentemente era gente que le gustaba la poesía y que era peronista. Después sacamos el promedio, cada dos personas se vendió un libro, así que era obvio que la gente iba sabiendo a dónde iba y qué iba a buscar. Para nosotros fue hermoso tener esa primera presentación.
M.M.N: Luego de eso fuimos invitados a Berisso. Presentamos el libro en una biblioteca de allí, en un espacio cultural que fue organizado por organismos de Derechos Humanos, agrupaciones políticas, estaban los compañeros de H.I.J.O.S., compañeros de uturuncos y los vecinos de Berisso. Realmente estuvo hermoso. Pudimos compartir poesía, poemas del libro y una charla muy amena, fue un diálogo con los vecinos, así yo lo resumiría. En el libro, también incluimos poemas de compañeros que tienen una mirada histórica sobre sus escritos, donde hay poemas que hablan del peronismo y de ciertos acontecimientos históricos, también rinden algún homenaje a Néstor Kirchner. Está actualizado, es una poesía joven, pero al mismo tiempo con una trascendencia histórica. Eso es lo que une a los jóvenes con los poetas, los luchadores y los militantes que estuvieron antes.
“Lo usaban como una manera secreta de identificarse en plena dictadura. El que llevaba el ramillete de flores de no me olvides era un peronista. Eso es poesía”.
APU: ¿Hay un poema que, de alguna manera, resume el sentido del libro?
R.B.: Es muy difícil. Si me dijeras “tenés que elegir 10”, tampoco sabría. Son todos de un nivel parecido y de una calidad pareja. Porque una de las cosas que quisimos hacer es que no fueran solamente panfletarios, sino que tuvieran poesía cuando uno lo leía. Pero, yo me quedaría con uno de los primeros, lo mencionamos antes. Fueron los poemas de la primera resistencia peronista durante la Revolución Fusiladora de Rojas y Aramburu. Estaba el Decreto Ley 41 61, como todos sabemos, que prohibía hablar de Perón, del peronismo, de cantar la marcha peronista. Ni hablemos hacer un poema peronista y sin embargo, la gente se movió y lo hizo. Por eso yo elegiría ese que te dije antes de Arturo Jauretche. Hay que tener bien puesto lo que sabemos que hay que tener, para escribir eso, divulgarlo y firmarlo, como hizo Rodolfo Walsh con la carta abierta a la Junta Militar.
M.M.N.: También, es muy difícil elegir uno. A veces, Roberto, me mandaba una tanda de 20 poemas y había que elegir 5. Sabía que los otros 15 iban a quedar afuera, me llevaba noches poder elegirlos. Fue difícil, aunque obviamente apasionante y muy agradable. Elijo uno que estaba leyendo hoy, que es de Enrique Juárez, un gran militante de los de la década del 70. Se llama ‘Basta ya’. “Basta ya tiempo de violencia, usted vive en una sociedad que se denomina occidental y cristiana pero que prisionera del sistema liberal capitalista traiciona y escarnece el contenido del cristianismo de una Latinoamérica, cuyas mayorías padecen y mueren jóvenes por la acción devastadora de la explotación. Usted ve como todos los días a nuestro país se lo encadena y se juzga y como lo mejor del esfuerzo de sus hijos viaja al extranjero como pago de préstamos usurarios ante la inoperancia y compromisos de gobiernos que no tienen el valor de liberar al país de su condición de mendigo de las naciones desarrolladas, pero a todo esto hemos dicho basta ya. Hemos llegado al borde y hemos decidido poner fin a esta guerra silenciosa”.
R.B.: Si dejamos de lado esos poemas de la primera resistencia peronista, si tengo que elegir uno de la época de la lucha contra la última dictadura cívico-militar, hay uno muy hermoso de Jorge Falcone, el Chiqui. Él sabe que su hermana fue secuestrada, desaparecida, en la Noche de los Lápices y escribe “La oligarquía no nos tiene confianza, no soporta que una sierva de Los Toldos, la fustigue desde el poder, que un boxeador de cuarta dedique el triunfo al general de los pobres, que un compositor de tango la ridiculice con el nombre de mordisquito, ni que hablar de que la negrada moja sus patas en la fuente, no compadre, no tiene arreglo. De nada vale hacerse el fino con esta señora, no hay caso, sospeche con fundamento que si no nos aplasta, la aplastamos. Por eso siempre nos quiso lejos. De la Tierra en lo más hondo. Del calabozo en lo más oscuro. Del exilio en lo más remoto. Fíjese compa, qué cosa, con el gringo ese don de gente y con uno tales modales”.
APU: ¿Este libro busca atender la necesidad de las futuras generaciones? Hay poesías, también, de poetas jóvenes.
M.M.N.: Primero la trascendencia de la que vos hablas, que esté en manos de las próximas generaciones. Porque es un material que tiene que ver con nuestra memoria como pueblo y, en la actualidad, lo considero no solamente un libro de poesía, sino que me parece trascendental desde el punto de vista de la formación política, es imprescindible que se pueda presentar o se pueda compartir o se pueda leer en nuestros espacios cotidianos de militancia, en las unidades básicas, en los centros culturales, en las bibliotecas populares, en los locales políticos, en las reuniones que uno organiza en su casa. La poesía es parte de nuestra formación política y nuestra formación histórica.
R.B.: Con Miguel creemos que es un libro necesario, imprescindible, y como siempre digo, está la historia de nuestro pueblo. Eso ayuda a que tenga una vigencia permanente. Los costos son terribles para sacar libros hoy en día. Entonces nosotros sacamos 50 libros, solamente, con la expectativa de ver qué pasa y si va bien, ahí tenemos dinero para más. De los 50 quedaron 6, así que lo vamos a reimprimir y sabemos que va a ser de consulta permanente. Hay una lucha. Esa lucha no empezó con nosotros ni tampoco va a terminar con nosotros, pero va a ser un eslabón infinito en su importancia para poder tener una ligazón entre lo que ocurrió antes y lo que va a ocurrir luego. Ese es el trabajo que estamos haciendo nosotros, nos sentimos muy contentos de ser esa polea de transmisión, por así llamarla, y creemos que vamos a estar a las alturas de la de las circunstancias haciendo nuevas ediciones, enriqueciéndolo, poniendo, si cabe, mayor cantidad de fotografías. Porque también la fotografía es poesía.