Teatro: "Maldita", maternidad y mandatos de género
Maldita, de Sandra Franzen, interpela las tensiones sociales y culturales que atraviesan la maternidad y los mandatos de género, especialmente en contextos rurales donde las normas tradicionales se imponen con fuerza y silencio.
La obra pone en evidencia cómo la maternidad es construida como una obligación casi ineludible para las mujeres, limitando su autonomía para decidir sobre sus cuerpos y deseos. Al mismo tiempo, la infertilidad masculina se mantiene como un tabú, una verdad negada que pesa en ese mundo cerrado, afectando también la identidad y el lugar de los hombres.
Este sistema no solo oprime a las mujeres, sino que también obliga a los hombres, quienes se ven forzados a cumplir con ideales rígidos de masculinidad y fertilidad. La imposibilidad de cuestionar estas normas reproduce estructuras donde todos quedan atrapados en roles fijos y muchas veces dolorosos.
El título de la obra, "maldita", invita a una reflexión profunda sobre la condena social hacia la mujer que transgrede. Simone de Beauvoir señaló en segundo sexo: “La mujer, al casarse, recibe como feudo una parcela del mundo; garantías legales la defienden contra los caprichos del hombre; pero se convierte en su vasalla. El jefe de la comunidad, económicamente, es él, y por tanto él es quien la encarna a los ojos de la sociedad”.
Así, la mujer es definida y limitada por un sistema que la encierra en roles impuestos, en particular el de la maternidad, que se presenta como un destino inevitable.
Monique Wittig ofrece una lectura que resignifica esta “maldición” cuando afirma en “el pensamiento heterosexual”: “El lenguaje no se deja transformar si no hay un trabajo paralelo en la filosofía y en la política, así como en la economía, porque al igual que las mujeres están marcadas en el lenguaje por el género, lo están en la sociedad por el sexo.”
Desde esta perspectiva, romper con los mandatos reproductivos y heteronormativos es un acto político y filosófico que desafía las estructuras de poder.
En "Maldita", el control sobre la reproducción y el cuerpo de la mujer es una de esas relaciones de poder que atraviesan los cuerpos y regulan deseos y afectos para mantener el orden social.
Alexandra Kollontai, por su parte, enfatizó la necesidad de cuestionar la maternidad como único destino posible para la mujer, proponiendo que la liberación requiere autonomía económica, sexual y política.
Michel Foucault, con su análisis sobre sexualidad y poder, aporta una clave fundamental: “¿Por dónde pasa el poder y cómo sucede, cuáles son las relaciones de poder, cómo pueden describirse algunas de las principales relaciones de poder que se ejercen en nuestra sociedad?”
En Maldita, el control sobre la reproducción y el cuerpo de la mujer es una de esas relaciones de poder que atraviesan los cuerpos y regulan deseos y afectos para mantener el orden social.
La obra también muestra las estrategias que las mujeres despliegan para resistir y sobrevivir: silencios, acuerdos tácitos, redes de apoyo y actos de rebeldía que abren espacios de autonomía y deseo.
La metáfora del galgo, un animal de caza que actúa con independencia y astucia, simboliza esa búsqueda de libertad y autonomía. Matilde, como ese galgo, representa la figura que desobedece y busca un lugar propio fuera de la prisión de los mandatos.
Finalmente, el teatro hace lo suyo e invita a reflexionar sobre qué significa realmente ser madre y cómo se construyen los vínculos familiares más allá de las imposiciones sociales, abriendo un espacio para cuestionar y transformar mandatos que atraviesan cuerpos, deseos y afectos.
Funciones: domingos a las 16 h en el Teatro Picadero.
Autora: Sandra Franzen
Elenco: Vando Villamil, Antonia Bengoechea, Félix Santamaría
Diseño de escenografía y vestuario: Marcelo Valiente
Diseño de iluminación: Agnese Lozupone
Diseño gráfico: Violeta Santamaría
Fotografía: Alejandro Calderone Caviglia
Realización de escenografía: Augusto Latorraca
Asistente de vestuario: Laura Spampinato
Maquillaje y peinado: Beatriz Abrigo
Sonido y asistente de escenario: Joaquín Segade
Prensa y difusión: Carolina Alfonso
Director asociado: Sebastián Vigo
Director: Indio Romero
Funciones: domingos 16 h
Duración: 65 minutos
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