“Contar la Historia”: documental sobre Carlos Bozzi, sobreviviente de la dictadura
Según algunos sociólogos e historiadores, la historia de los años setenta en la Argentina basa su narración en la tríada: desaparecidos, familiares y sobrevivientes. Cualquiera de estos enfoques puede restar objetividad, recordar ciertos hechos, bloquear otros, pero un testimonio de primera mano es sumamente importante ya que permite reconstruir, por ejemplo, el interior de un centro clandestino, sus olores, las sensaciones corporales y el miedo jamás imaginado. Hay ciertas situaciones de la historia con las que solo se cuenta con los testimonios para acreditar la representación de ese pasado. A partir de estos relatos se construirá la memoria colectiva que a su vez se transmite generacionalmente.
Es más que valorado entonces, el documental Contar la Historia sobre Carlos Bozzi, que no solamente va a hacer referencia a su secuestro en 1977, sino a cada etapa de su vida, acompañando distintos momentos políticos y sociales de la ciudad de Mar del Plata.
Bozzi nació en Mar del Plata y cursó sus estudios en la Universidad Católica, luego de un breve paso por el seminario. Durante esos años descubrió su inclinación al periodismo y a la militancia universitaria. Participó del Centro de Estudiantes y, junto a un grupo de compañeros, decidieron lanzar la revista Planteo. Tuvo bastante éxito ya que llegaron a vender mil ejemplares de algunos números.
Sus tiempos de estudiante coincidieron con momentos de agitación política, fue testigo casi presencial del asesinato de la estudiante Silvia Filler durante una asamblea dentro de la Facultad de Arquitectura. El hecho respondía a corrientes ideológicas enfrentadas en el ámbito universitario. La Concentración Nacional Universitaria (CNU) fundada en ese mismo año, 1971, pero que más tarde se la vincularía con los grupos paraestatales de la Triple A que intervinieron en operaciones criminales entre 1973-1976 en La Plata y Mar del Plata.
Contar la historia de Carlos es contar la historia de la Argentina en la última dictadura, tomando conciencia de que todo podía cambiar para siempre en un segundo, y que para aquellos que lograron sobrevivir, nunca nada volvió a ser igual.
El secuestro de Bozzi durante la “Noche de las Corbatas”, su liberación y todo lo que viene a continuación, también tienen su capítulo en el documental, y no es uno menor, ya que, después de sus días de cautiverio en “la Cueva”, el centro clandestino dentro del aeropuerto en donde permaneció, debió tomar decisiones en cuanto a su vida futura y su familia. Optó entonces por un largo exilio interno, volviendo en 2005 a su ciudad natal.
Justamente la parte final de la película se llama “La vida después de La Cueva”. Una vida dedicada a la investigación, a escribir libros para ir fijando los cimientos de una memoria que debe permanecer, sin dejar de lado la búsqueda permanente de justicia en causas de lesa humanidad en las que se ha presentado como querellante. Dedicó mucho tiempo de los últimos años a dar clases a futuros policías, con la idea de demostrar que la labor policial y los derechos humanos pueden transitar caminos no necesariamente opuestos. También se dedicó a ser padre, abuelo, esposo y buen amigo. Contar la historia de Carlos es contar la historia de la Argentina en la última dictadura, tomando conciencia de que todo podía cambiar para siempre en un segundo, y que para aquellos que lograron sobrevivir, nunca nada volvió a ser igual. Este documental es un justo reconocimiento a su trayectoria, a su dedicación y lucha permanente por aportar a la verdad y la justicia.
“Las sociedades que eluden la justicia, nunca tienen paz. Las sociedades que no entienden que un homicidio es siempre un delito, no construirán nunca su futuro y por el contrario, caminarán un presente sin dignidad. La recuperación de los Derechos Humanos no es una tarea fácil. Los hechos que no terminan de esclarecerse, es posible que vuelvan a repetirse, aunque sea bajo otro marco histórico o bajo distintas administraciones del propio Estado. Eso sí, cada administración, le echará la culpa a la anterior y así continuará la rueda de la historia”, reflexionaba Carlos en una nota que dio a la Agencia Paco Urondo en 2021.
A cuatro años de aquella entrevista comprobamos, no solo que no se equivocó, sino que nos encontramos más atrás que entonces en ese camino de recuperación de derechos. En la proyección se evidencia su claridad para comprender y describir procesos sociales y reafirmar una realidad que vivimos a diario “La violencia empieza por la palabras”.